Pocos son los atormentados, por las declaraciones que salen de la Casa de Nariño, en su espacio de televisión, de las seis de la tarde, en pleno año del coronavirus. Atormentado, debe estar Mancuso con sus declaraciones en el contexto nacional y algunos de los muchos que lo escuchan apenas cruzan los dedos para que no suelte más de lo que disparaban sus comandos. Atormentado, debe estar Sergio Fajardo, por estos días, se ha vuelto más noticia que candidato presidencial. Su argumentación se limita a un libreto preparado, según lo que le preguntan y no suelta con claridad la realidad del contexto que le toco presenciar en su gobernación tan cuestionada. Debe estar Alonso Salazar, atormentado, de los muchos años que fue laborando la llegada de uno de los agrupados a la Corporación Región y cuando llegó, Sergio Fajardo, resultó el mejor invento para compensar las inversiones de Nicanor.
Atormentado murió el sacerdote Jesuita Alfonso Llano Escobar, quien naciera en Amalfi y a los tres años de vida sus padres se fueron a vivir a Medellín, ingresa muy joven a la Compañía de Jesús y se convirtió en el primer rebelde de la teología sin olvidar sus principios y nos atormentó con su columna cada ocho días hasta que se hizo llamar la atención y perdimos un columnista consultado y leído por muchos. Atormentadas deben estar algunas mujeres que están leyendo a Margarita Rosa de Francisco y se olvidan que tuvimos una Débora Arango y a una María Cano.
Atormentado, debe estar el comisionado de paz Miguel Ceballos Arévalo, que no da pie con bola, en sus apreciaciones y declaraciones, se parece al atormentado Hassan Nassar que todos sus trinos se fueron devolviendo cual premoniciones de chamán de tribu del Alto Baudó. Atormentados, deben estar algunos alcaldes, que en los primeros meses del aislamiento social, facturaron con sobrecostos, arroz, huevos y alcohol y no están sabiendo cómo justificar sus cuentas ante la contraloría departamental y ya están más cerca de la sanción de la procuraduría que a pocos días deja Carrillo. Atormentado, debe estar mucha ciudadanía que no sigue las normas de los protocolos de esta pandemia mundial, que se llevó hasta la fecha un porcentaje de habitantes, muy representativos de muchas familias, que nos rodean en la vida cotidiana. Atormentado…
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