“Esto que quiero proponer no es un debate político y partidista, es un debate sobre las capacidades que nos brinda la Constitución de 1991 y el marco legal que allí deriva para seguir en el camino de la descentralización a través de figuras como la asociatividad territorial”.
Con la publicación del informe de la Misión de Descentralización, el informe sobre el Índice de Desarrollo Humano en la última década (2011-2022) presentado por el PNUD y el debate que se ha suscitado este año frente a la autonomía territorial me lleva a proponer que es el momento de dar el paso a la conversación nacional y que vincule la toma de decisiones buscando mejores garantías de equidad para los territorios.
La estructura del Estado colombiano nos ha tenido en una disyuntiva profunda sobre el papel que desempeña el gobierno central en los departamentos y municipios donde podríamos contemplar panoramas positivos y negativos dependiendo del nivel de desarrollo de las zonas. Por cierto, una de las cosas en las cuales están de acuerdo los informes antes mencionados, es que la relación de desarrollo entre lo urbano y lo rural es abismal y confirma aquella frase “somos más territorio que Estado”.
Donde hay más Estado probablemente exista más progreso desde diferentes niveles como la salud, educación, servicios públicos, densidad empresarial; esto se nota cuando se evalúa la capacidad institucional que poseen las grandes capitales comparado con el 85% de municipios en Colombia que se encuentran en la categoría 5° y 6°.
Esto que quiero proponer no es un debate político y partidista, es un debate sobre las capacidades que nos brinda la Constitución de 1991 y el marco legal que allí deriva para seguir en el camino de la descentralización a través de figuras como la asociatividad territorial.
Aún estamos contando la historia en cómo el gobierno central por impuestos obtiene el 83% de los recursos de todo el país, los departamentos el 4% y los municipios el 13% dejando el sinsabor en las capacidades reales con las que cuentan los entes territoriales para realizar todas las acciones que por Constitución tienen a su cargo.
Aquí podríamos plantear la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP) y al Sistema General de Regalías (SGR) pero son debates que llevarán más tiempo y que deberán pasar por el Congreso en los próximos años. Sin embargo, lo que sí quiero plantear es que hay formas para encontrar soluciones a la generación de capacidades territoriales.
La apuesta son los Esquemas Asociativos Territoriales o como lo viene planteando la Gobernación de Antioquia: las Redes Territoriales. Esta propuesta está enfocada a crear Provincias Administrativas y de Planificación (PAP) y Áreas Metropolitanas (AM) en todo el territorio antioqueño.
En este marco de la asociatividad se abre la ventana de oportunidad para que los municipios puedan agruparse y sentarse a planear el territorio de manera conjunta. El trabajo desde una PAP o una AM otorga capacidades supramunicipales para avizorar soluciones a los problemas públicos que enfrentan cada día.
Y, en buena hora, la Asamblea Departamental de Antioquia ha aprobado el Proyecto de Ordenanza N 30 que le da más base a la creación y funcionamiento de las PAP en el Departamento. Con ello, Antioquia pasará de tener 6 Provincias y 1 Área Metropolitana, a contar con otras 9 redes territoriales (Entre PAP y AM) de acuerdo a la voluntad de las alcaldías y, en el caso de las Áreas Metropolitanas, de las consultas populares.
Y debo decir esto con toda la franqueza: no es crear más burocracia, no es conformar una PAP sin razón alguna, no es una Asociación de Municipios o una Región de Planeación y Gestión – RPG (estas dos también figuras de asociatividad según el marco legal); sino implementar una figura donde su Junta Directiva son los alcaldes y alcaldesas, donde se crearán consejos provinciales de fomento, regulación, planeación y sostenibilidad conformados por mismos funcionarios de las administraciones municipales y donde la invitación será con apertura a los niveles departamental y nacional, sociedad civil, ONG y academia.
Las Provincias permiten un ejercicio de gobernanza muy potente porque pone a conversar a todos los actores dentro de los territorios y promueven que los tomadores de decisiones elegidos popularmente puedan direccionar la implementación de políticas a nivel regional.
La asociatividad en tiempos de centralismo aumenta con la materialización de la cooperación intermunicipal, de allí nace este esquema que podrá gestionar recursos en todos los niveles, ejecutar proyectos regionales, ejercer acciones en tema de salud, educación, servicios públicos, residuos sólidos, medio ambiente, transporte, turismo, seguridad y convivencia.
Una búsqueda importante que tendrán estas Provincias será el fortalecimiento fiscal y financiero de los territorios a través de la actualización catastral, evaluar los ordenamientos territoriales y la gestión de proyectos estratégicos de alto impacto regional.
Finalmente, quiero decirles que es el momento adecuado, los gobiernos departamentales y municipales que apenas iniciaron este año, tienen la posibilidad de darle un giro a la gestión y las decisiones con la creación de estos esquemas asociativos. Ahora, es importante que el debate continúe a nivel nacional porque va a significar un paso importante en el ejercicio de la descentralización en Colombia.
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