Las pasadas elecciones del Parlamento Europeo que dieron un vasto posicionamiento de las fuerzas de ultraderecha en este cuerpo colegiado, hoy llaman la atención de la comunidad internacional. Si bien el triunfo del Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza Socialistas y Demócratas (S&D) con 190 y 136 escaños en el parlamento, configuran la mayoría en la tendencia que ha tenido este cuerpo, para algunos analistas, “El Proyecto Europeo” materializado en la Unión Europea, bajo los principios y valores tales como: Dignidad Humana, Libertad, Democracia, igualdad, Estado de Derecho y Derechos Humanos, hoy se ven amenazados por la ascendencia que han tenido las diferentes fuerzas, que recogen posturas euroescépticas, islamofóbicas, anti migratorias, con un fuerte negacionismo del cambio climático y la homofobia, todo esto bajo ideologías del orden ultra nacionalista.
Pero entender lo que hoy acontece, si bien no alcanzo a ser mayorías en el parlamento europeo la extrema derecha, es importante no obviar los procesos políticos que se están gestando en cada uno de los países asociados a la UE. Por mencionar algunos:
- En países bajos, la quinta economía de la UE, se ha logrado consolidar un bloque de ultra derecha. El ascenso del líder de Extrema Derecha Geert Wilders, del Partido Holandés por La Libertad (PVV) ha posicionado su agenda dentro del parlamento de países bajos. Sus tesis que invitan a replantear en la UE la política de migración, su tendencia abiertamente xenófoba, le ha permitido tener una conexión con un electorado desencanto.
- En Italia, la ultra derecha ha logrado tener una representatividad importante, los partidos La Liga de Matteo Salvini y el Fratelli d’Italia de Giorgia Meloni han logrado abarcar el espectro de la Derecha en este país, incluso, llegando este último, el de Meloni ser aún más radical que la derecha clásica de Berlusconi. A este proceso, que anotaremos más adelante, la juventud italiana ha logrado generar unas agendas ciudadanas de ultra derecha.
- En Alemania, AfD -Alternativa para Alemania- En los comicios europeos, se convirtió en el segundo partido más fuerte de este país, con un 15,9 por ciento de los votos al Parlamento Europeo. Pero no solo eso, AfD lideró los votos en la mayoría de las elecciones locales, siendo el partido número uno en casi toda la Alemania del Este.
- En Francia Marine Le Pen con su partido “Agrupación Nacional” tiene en jaque mate al gobierno de Macron, que, conocido el resultado de las elecciones del Parlamento Europeo, este disolvió la asamblea nacional y llamo a unas nuevas elecciones. Una jugada que la centro derecha espera ganar.
- En Croacia y Suecia, la extrema derecha ha tenido que llegar a consensos con otras vertientes políticas para poder ser parte del poder, pero con un margen amplio de ascendencia.
Ahora bien, las preguntas que nos invita hacernos este panorama son ¿Cómo se están reconfigurando los valores fundacionales de la UE, de una Europa pacífica, unida y próspera? ¿Acaso los Tratados de Roma están viendo las puertas de su finalización por el movimiento euroescéptico? Si bien son preguntas con respuestas que solo el tiempo nos dará, se hace imperativo analizar varios de los elementos que han posibilitado este re aparecer de las ultra derechas, entre estos, el auge de una juventud europea que vota a estos partidos de ultra derecha, una generación que ya no es la de los babe boomers, de finales de la segunda guerra mundial, o de la guerra fría que evidenciaron los efectos colaterales de estar en constante riesgo de amenazas entre los países.
El portal “The Conversation” establece que “En Alemania, los primeros sondeos indican que el partido de extrema derecha AfD ha subido cinco puntos en apoyos en el grupo de votantes entre 16 a 24 años. En Francia, el partido de Marine Le pen, es el más votado entre la franja de edad de 18 a 34 años”.
Para finalizar, La pregunta que vale la pena formular ¿Hay una Unidad Europea de esa Ultra Derecha sobresaliente hoy, un proyecto conjunto? Entendiendo que algunos de estos partidos son pro rusos como los de Alemania y Hungría. ¿Y el papel de Putin?
Será análisis para otra columna de este ajedrez europeo.
No hay muro en Berlín (¡no!)
No hay bolsas en Viena (¡no, no!)
No hay bancos en Suiza (¡no!)
No hay Papa en Roma (¡no, no!)
Europa ha muerto…
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