Aragua

“Preocupada y alterada se encuentra la comunidad de la localidad de Kennedy por la incursión y el recrudecimiento de la delincuencia común en esta zona de la ciudad en los últimos meses.”


No debería ser así, pero la delincuencia en Bogotá siempre ha sido parte de la cotidianidad. La percepción de inseguridad en la ciudad por parte de los ciudadanos siempre ha sido alta. Pareciera que por el hecho de ser bogotanos, naciéramos con la narrativa arraigada de que no se debe dar papaya en la ciudad, de que siempre se debe estar alerta y de que nadie está ajeno a la posibilidad de que en cualquier momento puede pasar a engrosar el largo listado de victimas de hurto, atraco, extorción o cualquier clase de delito común de la que se tenga conocimiento.

En las últimas semanas se ha vuelto recurrente en los medios de comunicación masivos y las diferentes redes sociales, escuchar sobre la presencia en conjuntos residenciales de la localidad de Kennedy de integrantes y miembros de la banda criminal denominada como el Tren de Aragua. Como se diría por allá en vísperas del 2019: ¡se están metiendo a los conjuntos! Con la diferencia de que esta vez es más grave y va en serio. Va más allá de simples rumores y especulaciones.

Preocupada y alterada se encuentra la comunidad de la localidad de Kennedy por la incursión y el recrudecimiento de la delincuencia común en esta zona de la ciudad en los últimos meses. Pues si bien es cierto que la percepción de inseguridad por parte de los bogotanos siempre ha estado presente, con situaciones como esta se aumenta, y con razón, el imaginario social de que Bogotá es una ciudad altamente peligrosa.

Desde hace algunos meses integrantes de la banda criminal denominada como el Tren de Aragua, han tomado el control de varios conjuntos de la localidad de Kennedy. Al parecer los criminales habrían comprado por medio de extorciones y amenazas varios apartamentos ubicados en el sector del Tintal, en la localidad de Kennedy en el sur de Bogotá. Estos apartamentos han sido usados como escenario de la organización de comercios ilegales de expendio de droga, prostitución y rumbeaderos que afectan e incomodan a la comunidad con excesivos ruidos hasta altas horas de la noche. Adicional a esto, se conoce que los integrantes de la banda han dejado panfletos amenazantes en las paredes y ascensores de los conjuntos residenciales, en los cuales amenazan con hacer estallar explosivos al interior de los conjuntos en caso de que la comunidad se atreva a hacer las respectivas denuncias. Igualmente las administraciones y consejos de administración se encuentran, como se diría coloquialmente, con las manos atadas y sin poder hacer nada por las amenazas que la banda ha levantado contra ellos también.

Para comprender más este caso, habría que adentrarse un poco en la historia de esta banda para comprender la magnitud del impacto que está generando y por qué su accionar.

El Tren de Aragua, también conocido como Los Guerreros del Tren de Aragua, es una mega banda criminal venezolana que tuvo sus inicios en el estado de Aragua, en Venezuela, de allí el origen de su nombre. Tiene sus bases en la cárcel de Tocoròn. En este punto hay que aclarar que cuando se habla de mega banda, es porque es un grupo criminal de más de 100 integrantes, en realidad son miles. Su origen se da en 2009 – 2010. Su líder principal es Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “El Niño”.

Según InSight Crime, la banda criminal del Tren de Aragua, tiene presencia en al menos 6 estados de Venezuela y en países como Brasil, Perú, Bolivia, Chile y por supuesto Colombia, hablando en Latinoamérica. Pero también tiene presencia en países de la Unión Europea como España, Rumania, Italia, Bélgica y Portugal.

En 2020 esta banda tuvo un significativo crecimiento en sus actividades en el extranjero.

El Tren de Aragua tuvo su origen en la formación de un colectivo del sindicato de construcción del tren del Estado de Aragua, Venezuela. Desde sus inicios cobraban sobornos para colocar empleos dentro de la construcción entre el 2007 y el 2010. Según el Plan Socialista Nacional de Desarrollo Ferroviario de 2006, “nunca llegó a concretarse la obra por desidia”.

A raíz de eso, los miembros del sindicato empezaron a dedicarse a actividades delictivas como extorsión, secuestros, robos y homicidios. Hasta el momento el tren de Aragua ha sido responsable de asesinatos y extorsiones con el fin de aumentar el control territorial sobre el narcotráfico y el contrabando. Acá habría que hacer otro paréntesis para aclarar que una de las principales razones de la guerra actual en Colombia y América Latina es el narcotráfico. La falta de políticas de salud pública que entiendan que el consumidor de droga no es un delincuente sino una víctima del negocio lucrativo del narcotráfico, ha impedido desmantelar este negocio que cada año deja miles de víctimas mortales en una guerra fracasada e insuficiente.

Según autoridades de inteligencia, la banda del Tren de Aragua cuenta con más de 2.700 miembros entre estos sicarios y personas que realizan “labores de inteligencia”. La banda opera con personas que dirigen y ordenan desde las cárceles a los de afuera. Específicamente de la cárcel de Tocoròn, en el estado de Aragua, Venezuela, donde se encuentra su líder Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “el Niño Guerrero”, sentenciado en 2018 a 17 años de prisión.

La llegada de esta banda a Colombia se da en el 2019 aproximadamente.

El Tren de Aragua fue responsable del asesinato de un ciudadano colombiano que actuó como el contacto entre el Tren de Aragua y el Clan del Golfo en norte de Santander. Como respuesta, en abril del 2019, el Clan del Golfo asesinó a varios miembros del Tren de Aragua, entre ellos a José Luis Zarramera Franco, alias “Iyabó”. El 17 de diciembre de 2020 es capturado en Medellín Freddy González, cabecilla de la organización en zona fronteriza colombo venezolana, quien buscaba consolidar la alianza con el Clan del Golfo. Recordemos que este último es un grupo al margen de la ley de origen paramilitar.

En agosto de 2020 empezó una guerra entre el Tren de Aragua y las disidencias de las FARC, esto por el control territorial del narcotráfico en el rio Arauca. El 3 de este mes, el Tren de Aragua atacó a dos disidentes a bordo de una canoa en el rio Arauca. Como respuesta, al siguiente día, las disidencias de las FARC torturaron y asesinaron al lanchero que transportó a los miembros del Tren de Aragua y tras este suceso alias “Ferley” decretó el plan pistola contra la banda criminal venezolana.

A partir de estos hechos se desató una cruenta guerra entre las disidencias de las FARC y el Tren de Aragua con una serie de asesinatos, torturas y masacres por parte de ambos bandos por el control territorial del narcotráfico. Entre estos hechos violentos se encuentran los sucesos ocurridos en Bogotá en meses anteriores, donde se encontraron en varias zonas de la ciudad bolsas con cuerpos en estado de descomposición y con signos de tortura. Al parecer la forma de actuar de esta banda es el escarmiento público. Es decir, sucesos como los de dejar bolsas de basura con cuerpos humanos descuartizados en lugares públicos de la ciudad son realizados por estos delincuentes como una forma de decir “aquí estamos y aquí nos quedamos”. Es, también, una forma de demostrar su poderío, haciendo de la atrocidad un acto público.

Ya situados y adentrados en Bogotá, los miembros del Tren de Aragua han tomado en los últimos meses el control de conjuntos en la localidad de Kennedy en el sur de Bogotá, como se explicaba anteriormente.

Habrá que esperar en que evoluciona esta situación que tiene atemorizada a gran parte de la ciudadanía. Lo que sí hay que volver a decir ya concluyendo, es que el gran problema de fondo acá, sigue siendo el narcotráfico. La falta de una política de salud pública que empiece a tratar el tema del consumo de drogas como lo que es, un tema de salud pública y no de delincuencia común. Habría que insistir en la idea del discurso del presidente Petro que a mi parecer no es tan descabellada: el desmantelamiento del narcotráfico por medio de una salida negociada que acabe de una vez por todas con la guerra absurda y fracasada contra el narcotráfico. La legalización del consumo de drogas y el éxito de las nuevas negociaciones con los distintos grupos armados al margen de la ley dentro del marco del proyecto bandera del actual gobierno, el proyecto de la paz total.

Mientras tanto no queda más que hacer un llamado a las autoridades locales y distritales para que atiendan el llamado de los habitantes de la localidad de Kennedy que piden por lo menos un acompañamiento y seguimiento más eficaz y rápido por arte de las autoridades competentes y gubernamentales a esta problemática.

Leonardo Sierra

Soy bogotano, me gusta leer, amante del arte, la literatura, y la música. creo en el cambio, así que propongo cambios para esta sociedad colombiana en la que vivo, creo en la paz, la reconciliación y el perdón. respeto y defiendo toda clase de libertad y expresión.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.