Aquel ser llamado amor

“Creo que podría definir al amor como una magia inescrutable, con miles de variables y desenlaces”

Podemos definir el amor como un sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que deseas compartir una vida en común, según lo que dice el diccionario, aunque para mi es mucho más complejo y profundo, es como un laberinto interminable en el que se atravesarán un sin fin de adversidades, problemas y pasajes sin salida, aunque también podrá contener momentos felices.

Cuando estás enamorado creo que puedes llegar a sentir que despegas los pies de la tierra y llegas a la luna sin saber la forma en que lo hiciste , aprendes hasta a bajar las estrellas por ver sus destellos en los ojos de aquella persona especial , los imposibles se borran y las cosas malas parecieran desaparecer solo al sentir un pequeño gramo de amor.

Algunas personas están dispuestas a escaparse sin razones, a no ver los caminos de la vida e ir a la luna con toda la combinación de lo que sientes en tu alma, el destino es capaz de formar nuevos mundos para los amorosos, creo que podría definir al amor como una magia inescrutable, con miles de variables y desenlaces.

¿Pero qué es el amor? Creo que nadie lo sabe realmente, por eso podemos ver a miles de personas escribiendo sobre lo que ellos creen que es, o podemos escuchar un sin fin de canciones en la que los autores intentan entender a qué se refiere este concepto tan complicado, en las pinturas podemos ver el amor plasmado o eso es lo que nos dicen, la humanidad ha pasado miles de años intentando saber qué es, intentando sentirlo, apuesto que en algún momento de tu vida, aunque solo haya sido un segundo, deseaste sentirte amado,  vivir un amor pasional, uno como el fuego vivo, con llamas, que pueda arder e iluminar, en el que el aire lo pueda hacer más y más fuerte, pero creo que aún no logramos entender que esos amores, los amores valientes, los pasionales, son casi siempre los más fugaces, se consumen en tan solo instantes y terminan en cenizas que se irán volando con el viento sin rumbo fijo.

Pero aún así, todos deseamos vivir un amor así, aunque sea una sola vez en tu vida, aunque sean de los más dolorosos, de esos que te hacen llorar amargamente y aferrarte con toda tu voluntad.

Pero… ¿por qué lo hacemos? Siempre he tenido esa pregunta, en mis cortos 15 años, no he logrado entender porque no dejamos ir aquello que nos hace daño, ¿Por qué no simplemente nos deshacemos de las personas que no deberían de estar en nuestra vida? ¿Realmente es tan complicado? Siempre he tenido la creencia de que la vida, de una u otra forma acomoda las cosas a cómo deben de estar, te quita y te da personas, siempre te arrebata algo para darte otra cosa, pero seguimos ahí, llorando todas las noches, escuchando música deprimente y mirando el techo imaginando infinitas historias románticas, sufriendo un insomnio peor que el que te podrían dar 5 tazas de café juntas.

He visto a muchas personas sufrir por aquel cruel ser que se hace llamar “amor” puedo decir que hasta yo he sido su víctima varias veces, pero una noche, a las cinco de la mañana, mientras miraba el techo, para luego voltear a ver los mensajes que se encontraban en mi celular y obviamente acompañada de una taza de café, me perdí, aquel ser volvió a asomarse por mi puerta, ahí, entre las cuatro y cinco de la mañana, me encontraba sonriendo en el celular, sin ganas de dormir, mejor dicho, sin la necesidad de dormir ni de soñar, porque en aquella pantalla se encontraba mi verdadero sueño, una persona de alma noble, alguien con laberintos internos, atajos y cambiantes, una persona que el destino me había dejado conocer.

Podía llegar a sentir la comodidad de mi alma al estar con la otra, el latido de un corazón al sincronizarse con otro, alucinante.

Siempre he creído que cuando conoces a alguien especial la paz llega al corazón, la felicidad inunda tu vida y una cantidad infinita de emociones se reparten en tus días , es un sentimiento tan inexplicable que se forma de la nada, que surge en el lugar menos pensado, de la persona menos imaginada.

Cuando conoces a alguien especial le cuentas a las estrellas todas las sensaciones que sentiste al conocerla.

Cuando conoces a tu persona ruegas por desvelarte, por no necesitar dormir, para poder cuidar sus sueños, cuidarla de las pesadillas que amenazan con importunar la tranquilidad de ese ser tan especial.

Cuando conoces a tu amor, súplicas al destino que esa persona se quede, que permanezca a tu lado sin importar las circunstancias.

Y así me sentía yo, totalmente perdida en un nuevo laberinto, o tal vez era aquel del que nunca pude salir realmente.

Ahí pude “entender” que el amor no se controla, no decides cuando soltar y cuando seguir, cuando amas, creo que te viene valiendo todo, pues porque solamente tienes una vida, disfruta, enamórate , llora, baila, canta, entrégate.

Eso es lo que haré yo por ahora, se que voy a sufrir y veo a los demás sufriendo, pero aún así se que seré feliz por unos momentos y tal vez, solo tal vez valga la pena cada uno de ellos. ¿Y tú qué vas a hacer?