Andrés Reina, el fotógrafo que convirtió la autenticidad en éxito

En la industria del entretenimiento hay nombres que se vuelven inevitables. Nombres que aparecen en los créditos de campañas, portadas, giras, producciones audiovisuales, editoriales de moda y proyectos artísticos donde la imagen es más que estética: es poder, identidad y construcción simbólica. Entre ellos, uno se ha convertido en referencia obligatoria: Andrés Reina, el fotógrafo que los artistas buscan cuando están listos para mostrarse, reinventarse o elevar su carrera a un nuevo nivel.

Reina no es solo el hombre detrás de las fotos de celebridades: es un arquitecto de identidades visuales. Su obra combina sensibilidad artística, dirección emocional y una intuición rara en el mundo de la imagen, donde muchos miran, pero pocos ven. Quienes pasan por su lente descubren nuevas capas de sí mismos, y eso lo ha convertido en uno de los fotógrafos más influyentes y solicitados del momento.

En los últimos años, mientras la industria cambiaba aceleradamente, Andrés consolidó un espacio único: su estudio se convirtió en un punto de encuentro para actores, músicos, creadores de contenido, diseñadores y figuras públicas que buscaban no una foto, sino una revelación. Muchos confiesan que algunos de sus hitos profesionales nacieron justo ahí, frente a su lente, en ese segundo donde la vulnerabilidad se vuelve propósito.

Su agenda para 2026 ya lo confirma: Andrés es hoy uno de los fotógrafos más exitosos y reconocidos en el país, un creador con visión de autor que entiende que el retrato no se limita a capturar rostros, sino a transformarlos.

En Al Poniente hablamos con este exitoso fotógrafo y gran ser humano: 

  1. Tu historia está marcada por el arte desde la infancia —la pintura, el dibujo, la historia del arte—. ¿Qué rasgos de ese niño que aprendía con óleo y carboncillo siguen presentes en el fotógrafo que hoy retrata a celebridades?

Desde muy pequeño sentí una conexión natural con el arte. La pintura y el dibujo fueron mis primeras formas de entender el mundo, de darle color y sentido a lo que me rodeaba. Ese niño curioso, que pasaba horas experimentando con el óleo o el carboncillo, todavía vive en mí.
Sigue siendo el que observa los detalles, el que busca la luz perfecta en lo cotidiano, el que se emociona al transformar una idea en imagen. Hoy, cuando tengo una cámara en las manos, sigo pintando… solo que mis pinceles son la luz, la sombra y la emoción de quien tengo enfrente.

  1. Has dicho que la fotografía es “una segunda piel”. ¿Qué significa eso para ti cuando estás detrás del lente frente a un artista? ¿Qué ocurre en ese instante donde la técnica se convierte en emoción?

La fotografía se ha convertido en mi segunda piel porque ya no es solo un oficio, sino una extensión de lo que soy. Cuando estoy detrás del lente, entro en un estado de conexión profunda: la técnica se vuelve instinto, y lo racional se transforma en emoción pura.
Frente a un artista, no busco simplemente capturar una imagen bonita, sino su energía, su vulnerabilidad y su esencia. En ese instante, ocurre algo casi mágico: dejo de mirar para empezar a sentir, y es ahí cuando la fotografía deja de ser técnica para convertirse en arte.

  1. Tu obra transita entre la moda, el retrato y la fotografía social. ¿Cómo logras que en medio del glamour se mantenga viva esa mirada humana que busca darle voz a quienes no la tienen?

Creo que el verdadero desafío está en no perder la sensibilidad. La moda me ha dado estética, estilo y narrativa visual, pero mi raíz siempre ha sido la humanidad.
En cada sesión busco que, más allá del vestuario o del entorno, se revele una historia real. Me gusta capturar la mirada detrás del brillo, la emoción detrás del personaje.
Por eso también mantengo mi trabajo en fotografía social: porque me recuerda por qué comencé. El arte no solo está para embellecer, sino también para dar visibilidad, generar conciencia y tender puentes entre mundos distintos.

  1. Has retratado a grandes nombres del mundo artístico, desde Jon Secada hasta Mabel Moreno. ¿Qué tienen en común las miradas de las personas que más te han marcado en tu carrera?

Todas esas personas, más allá de su fama, comparten algo en común: autenticidad. Sus miradas reflejan verdad, vulnerabilidad y una historia que contar.
Cada sesión con ellos me ha enseñado que lo que realmente conecta no es la perfección, sino la honestidad. A veces, en un solo gesto o en un silencio, se revela algo profundo. Y eso es lo que intento capturar: la chispa humana que trasciende el retrato.

  1. Germán Palomino fue una figura clave en tu formación. Si pudieras definir en una frase el mayor aprendizaje que te dejó ese encuentro, ¿cuál sería?

De Germán Palomino aprendí que el arte es equilibrio entre disciplina y emoción. Siempre me repetía que el talento sin constancia se diluye, y que la pasión sin dirección se pierde.
Si tuviera que resumirlo en una frase sería: “Crea con el alma, pero con los pies en la tierra.”
Ese consejo me marcó profundamente, y con el paso del tiempo entendí que la sensibilidad debe estar acompañada de propósito, de una estructura que le permita florecer.

Andrés Reina, el fotógrafo que convirtió la autenticidad en éxito

  1. Mencionas que la fotografía también puede transformar la percepción que las personas tienen de sí mismas. ¿Qué descubriste sobre el poder del retrato en la autoestima y la identidad de quienes pasan por tu cámara?

He sido testigo de cómo un retrato puede cambiar la forma en que una persona se mira a sí misma. Hay quienes llegan a una sesión con inseguridades o miedos, y cuando se ven retratados desde la sensibilidad y el respeto, descubren algo nuevo en ellos.
Esa transformación es poderosa. La fotografía tiene la capacidad de reconciliar a las personas con su propia imagen, de recordarles su belleza, su historia y su fuerza. Creo que ese es uno de los mayores regalos que este arte puede ofrecer.

Hoy, a mis 41 años, siento que es un momento de expansión y de madurez creativa. Quiero abrir más espacios en el arte, volver a mis raíces como artista plástico y explorar nuevas formas de expresión. Si llegan viajes o proyectos, los recibiré con gratitud.
Este año lo asumo como una oportunidad para crecer, compartir y dejar una huella más profunda a través de la imagen.

Instagram @andresreinafotógrafo

Carito Ochoa

Editora de la Sección de Cultura en alponiente.com. Activista por la equidad, publicista, productora multimedia, técnica en turismo y medio ambiente.
En mi experiencia reposa la producción radial del programa Radiorama de MasMusica.Fm, conferencista sobre equidad, columnista y periodista para diferentes medios digitales e impresos con más de 1000 artículos publicados.

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