El día de hoy, durante la emisión del programa televisivo conocido como “La Mañanera”, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (quien es el principal orador del programa), aprovechó el espacio para atacar de nuevo a los videojuegos. Sí, la polémica innecesaria en la que había entrado semanas atrás sobre el consumo de videojuegos por parte de la juventud mexicana, regresó aprovechando el caso “Free Fire” ocurrido en los Estados Unidos.
No voy a abordar qué fue el caso “Free Fire”, ya que esa no es la idea de esta columna, sino abordar la esencia del problema: AMLO quiere abarcarlo todo. Nuevamente el presidente opina sobre temas en los que un presidente no debe meterse, ya que entran en la vida personal y el derecho a la personalidad de cada mexicano. Está bien que dé su opinión, esta en su derecho. Lo que es lamentable, es que descalifique una forma de entretenerse, incluso la forma de vivir, de muchas personas, tanto en México como en el mundo. Es un elemento que se le ha criticado durante mucho tiempo pero que ahora es un defecto que ha crecido en el presidente, lo que muchos llaman mesianismo. Para mí, el concepto esta erróneo, ya que no aborda la realidad AMLO desde el pensamiento mágico-religioso, más bien diría que en su pensamiento se dimensiona como un Líder Supremo, que no solo es el titular del poder Ejecutivo, sino que también es una suerte de “guru” el cual nos “ilumina con sus enseñanzas y preceptos”, por eso suele hacer comentarios muy desatinados sobre la forma de vida de muchas personas, que, por no compartirla, la crítica.
Pero para entender más el caso, veamos una de sus declaraciones: “Vamos a enviar un mensaje a las familias, madres, padres, a los niños, a los adolescentes, sobre el riesgo de los juegos electrónicos, del Nintendo. Todo esto que resulta muy violento y que, sin duda afecta, daña”
Con esta cita podemos darnos cuenta de que el presidente mexicano ataca los videojuegos al NO entenderlos. El primer punto es que en su programa televisivo se mostraron títulos de juegos de Xbox y Play Station, ninguno de Nintendo (claramente para él todos los videojuegos son Nintendo, como para muchas otras personas todos los personajes de Dragon Ball Z son Gokú). El segundo punto que destaco es que el presidente no entiende, junto con todos los críticos prohibicionistas de los juegos electrónicos, que son un entretenimiento, que al igual que muchos otros productos, cuentan con restricciones de edad, por lo que no todos los juegos están pensados para todas las edades. Lo que afirma el presidente es igual a decir que debemos alejar a los niños y adolescentes del alcohol porque afecta, daña. Claro que afecta y daña porque no son productos realizados para niños y adolescentes. El mismo caso con las narconovelas, que muestran mucha más basura a los jóvenes que la mayoría de los videojuegos, ya que estas obras sí dan esperanzas de “una vida mejor” a través del crimen. Estas novelas también tienen restricción de edad, y la gran mayoría son pensadas para mayores de edad.
El presidente AMLO continuará con este síndrome de Líder Supremo, dando opiniones y consejos sobre la forma en que ve al mundo, atacando lo diferente y distanciándose, eso esta claro. Lamentablemente es el titular del Ejecutivo y cada Mañanera se comporta como si no lo fuera. Como si fuera nuestro abuelo, demostrándonos lo machista y conservador que es frente a lo nuevo y desconocido.
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