Extrañeza podría ser la palabra adecuada para el inicio de este Altavoz, engalanado con zona de esparcimiento y muebles de jardín, excelente disposición de la fuerza pública, un juego de luces que creo que jamás antes se había visto en otras versiones del festival, en fin lindo, sin embargo raro, tal vez por la apropiación de un nuevo espacio que es posible que le quede pequeño a la magnitud del evento , la zona de prensa es prueba de ello siendo muy angosta y apretada para los medios, incomoda en general, que la falta de público del día primero del evento no sea una excusa para que se piense que el espacio que brinda el Aeroparque pueda dar a basto, amanecerá y veremos.
Más allá del espacio, tanto los asistentes como las bandas desde temprano en la tarde ya estaban dándose cariño y viviendo una verdadera fiesta, pero quienes definitivamente pudieron no solo poner a tono a la gente sino mostrarnos y hacernos sentir el compañerismo que se vive en el medio fue Medellín Hard Core, quienes a pesar de la lluvia que como maldición nos acompaña cada que el Altavoz se realiza, nos presentaron un indiscutible buen show y compartieron su momento en la tarima con miembros de bandas locales que han ido creciendo y mostrándose, tanto así como para que sea evidente la consolidada relación y el profundo respeto que entre ellos se vive, que gran sentimiento de fraternidad nos transmitieron.
Un poco más tarde para recibir la noche, El último Ke Zierre de España nos trajo como muchos esperaban un gran toque con fuerza y dulzura, reafirmando el porqué de la espera y mostrándose increíblemente agradecido con Medellín y su público por recibirles y apreciarlos.
Las bandas internacionales como se preveía fueron un espectáculo asombroso. Miguel Botafogo en el escenario norte nos enseñó toda su experiencia para hacernos recordar a quienes lo escuchamos que el Blues es el padre, así defendió el espacio que se merece en el Altavoz y demás festivales de la ciudad y el país, y al otro lado Asphyx armando como debía ser un pogo grande y salvaje. Sí, respondieron todos muy bien, pero definitiva y absolutamente lo más impresionante que vi y se vivió fue la presentación de Colombian Blues Society antes de Miguel Botafogo en el escenario norte. Deberían existir muchas más propuestas de este tipo donde es notoria la capacidad de asociación, trabajo en equipo y el nivel musical y artístico que tienen. ¡Qué impresión! ¡Qué guitarras! ¡El bajista tiene el alma puesta en ese bajo azul! ¡Qué aguante para tocar! Así, con gratas sorpresas se fue este primer día de Altavoz.
Por: Ana María Fresneda
Fotografía: Juan David Duque
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