¿Al hablar de Política enseñamos?

Explicar con plastilina, explicar con palitos y bolitas, hacer el dibujo…son expresiones que ayudan a entender que la gran sabiduría del mundo, esa que provoca las trasformaciones más importantes, suele gestarse y compartirse en términos muy sencillos y por eso genera ese hondo calado en el corazón y en la mente de las multitudes.

Hace poco en la redacción del diario El Mundo, mi maestra Luz María Tobón me dio una lección que me puso a reflexionar: Al informar u opinar sobre lo público, necesitamos hacer la misma pedagogía que hacen los periodistas de fútbol, que abren las puertas de sus conocimiento con sencillez y emoción y logran que la gente se informe, se entretenga y además aprenda de ese deporte.

Explicar con plastilina, explicar con palitos y bolitas, hacer el dibujo…son expresiones que ayudan a entender que la gran sabiduría del mundo,  esa que provoca las trasformaciones más importantes, suele gestarse y compartirse en términos muy sencillos y por eso genera ese hondo calado en el corazón y en la mente de las multitudes.

Ahora, la pregunta que me hago es ¿A quién conviene la complejidad con la cual solemos hablar cuando hablamos de política y gobierno? ¿A quién le conviene ese círculo con “alambres de púa” que solemos poner en nuestros diálogos o al hablar sobre procesos políticos o públicos? Creo que esos círculos cerrados contribuyen a excluir a miles y miles de personas, quienes se alejan de un tema como la política y el gobierno por considerarlo territorio minado, incomprensible y con ello oscuro, corrupto y repleto de verdades a medias.

Las palabras de alta complejidad servirán para ciertos documentos académicos, oficiales o textos de estudio científico, donde esta complejidad constituye un código; pero en los escenarios de comunicación colectiva como los medios de comunicación, las redes sociales, las rendiciones de cuentas, los debates electorales, tertulias, conversatorios, entre otros; el ejercicio de la política y del gobierno debería ser expresión sobria y sencilla de una pedagogía que invite a la participación, a la construcción de soluciones y que la gente del común sienta como propia la responsabilidad de generar soluciones para que todos vivamos mejor.

Miguel Jaramillo Luján

Magíster en Gobierno de la Universidad EAFIT; Máster Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, España y Licenciado en Comunicación y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB).

Autor del libro Marca Poder, el Poder como Marca editado por Planeta. Elegido, por segunda vez consecutiva (2019 y 2020), entre las 100 personas más influyentes de la política en América Latina por la Revista Washington Compol. Ganador del Napolitan Victory 2020 y 2021 a campaña regional del año, mejor campaña de gobierno en 2018 y nominado a campaña del año en 2021. Ganador en los Premios Innopolítica 2021 a mejor campaña municipal, mejor campaña a cargo legislativo y mejor campaña a organismo de control. Ganador de 5 premios de la Asociación Colombiana de Consultores Políticos Acopol 2019 y 2020.

En España, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Perú, México y Colombia ha laborado como consultor, estratega, docente y asesor. Entrenador de equipos de gobierno en varios lugares del continente, con líderes y gobernantes que han sido elegidos como los más populares en sus territorios por firmas globales de investigación como Invamer Gallup y Yan Haz.

Docente universitario y conferencista en varios eventos internacionales sobre gobierno, políticas públicas, marketing, imagen y comunicación. Director y Ancor de www.jaramillolujan.com y del portal de formación www.marketingpoliticoygobierno.com premiado por el gremio de la consultoría política en 2020 y como Blog Político del año en los Napolitan Victory Awards 2021.

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