Como dirían los abuelos, «los pájaros tirándole a las escopetas». Esta expresión popular describe a la perfección la situación que se vive en Medellín con respecto a las agresiones a agentes de tránsito. Los conductores, especialmente los motociclistas, parecen haber perdido el respeto por la autoridad y reaccionan violentamente cuando son sorprendidos infringiendo las normas de tránsito.
En lo que va del 2025, se han registrado 10 agresiones contra agentes de tránsito en Medellín, lo que evidencia un problema creciente de hostilidad hacia estos servidores públicos. Los agentes de tránsito, cuya labor es fundamental para garantizar la seguridad vial y la movilidad en la ciudad, se ven expuestos a agresiones físicas y verbales, e incluso a tentativas de homicidio.
Las cifras son alarmantes. En 2024, se realizaron 10.845 operativos de tránsito en Medellín, que culminaron con la inmovilización de 29.852 motos. Sin embargo, lo más grave es que se registraron 123 agresiones reales contra agentes de tránsito, de las cuales 38 fueron denunciadas ante la Fiscalía, según la secretaria de Movilidad.
Es innegable que los agentes de tránsito cumplen un papel fundamental en la sociedad. Su trabajo no solo se limita a imponer comparendos, sino que también incluye la regulación del tráfico, la atención de accidentes y la educación vial. Sin embargo, su trabajo se ve obstaculizado por la creciente hostilidad de algunos conductores, quienes reaccionan violentamente ante la aplicación de la ley.
Como ciudadano y conductor, siento un profundo respeto por la labor de los cerca de 500 agentes de tránsito que tiene la ciudad. Su trabajo es fundamental para garantizar la seguridad vial y la convivencia en la ciudad. Además, admiro su valentía y profesionalismo al enfrentar diariamente situaciones de riesgo y hostilidad.
Es hora de que la sociedad valore y respete el trabajo de los agentes de tránsito. Invito a la Secretaría de Movilidad de Medellín a realizar una campaña de sensibilización para promover el respeto y la valoración de estos servidores públicos. Es fundamental que los ciudadanos reconozcamos la importancia de su trabajo y colaboremos con ellos para construir una ciudad más segura y organizada.
Finalmente, hago un llamado a las autoridades para que tomen medidas más contundentes para proteger a los agentes de tránsito y sancionar a los responsables de las agresiones. No podemos permitir que la violencia y la intolerancia se apoderen de nuestras calles. Es hora de que los ciudadanos y conductores entiendan que estos funcionarios están ahí para hacer control, proteger y garantizar la vida en las vías.
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