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El pasado 22 de diciembre se tomaron dos decisiones por parte de la candidatura presidencial ganadora: su presentación en sociedad junto a los candidatos a la Cámara de Representantes por Bogotá y definir si va o no a las consultas de centro derecha del próximo 8 de marzo. Nuestro columnista, Jhon Jairo Armesto, pese a que llegó un poco tarde, llegó a tiempo para escuchar completa la intervención para poder realizar el análisis sin miramientos, justo y necesario para el camino difícil de las elecciones parlamentarias de 2026 donde desde la guerra de cuñas con villancicos entre Gobierno y Oposición, hasta el fantasma de guerra civil en Colombia de ganar las candidaturas de Cepeda o De La Espriella. Sin duda, la Feliz Navidad de esta columna será una pausa muy necesaria para un año que comienza muy temprano, y será muy decisivo para el país, no retórica, sino realmente.
“La sed se acaba antes que el agua”
“La duda no triunfa de las convicciones hondas, sino las enriquece”
“La humanidad se resigna más fácilmente a lo evitable que a lo inevitable”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)
MONTEVIDEO: ¿PRINCIPIO DEL FIN DEL ENTUSIASMO URIBISTA EN BOGOTÁ?
Llego casi hora y media tarde. El Centro de Eventos Montevideo, ubicado en el punto central de la zona industrial de Puente Aranda, se ha convertido de un tiempo reciente para acá en el sitio que los políticos utilizan para sus eventos y convenciones. Algo que para los bogotanos de todas las latitudes de la ciudad: salvo los políticos, los seguidores que llegan en buses contratados o los que viven por sectores aledaños, es un punto totalmente agreste y lejano para llegar, sumando las obras cercanas de la Avenida 68, la Calle 13 y el natural pésimo estado de las vías que parecen caminos carreteables para usufructo de las fábricas del sector.
Cerca del mediodía, entro. Milagrosamente no había policías de civil haciendo mala cara por aspecto -algo típico de las supuestas “derechas”-, la Policía miró literalmente para otro lado y ni me miraron. Entre campante como Johnny Walker en el dibujo de la botella del whisky. Observé un indicador: no había estación de café ni había rastros de cajas o basura. Conclusión: no hubo cafetería ni refrigerios para los asistentes. Un colega periodistas que sí se montó a la tarima donde la candidata oficial y la fórmula por la Cámara de Representantes de la capital, me contó que la gente si llegó temprano a las 10:00 a.m. (hora citada e incluso por correo institucional del partido), pero que por temas de la hora de almuerzo se fueron.
No creo. La convicción uribista, al menos hasta el año pasado, era siempre la de la convicción y el orden de quedarse hasta el fin en los eventos. Y también por parte del partido siempre brindar algo a sus militantes. Aún cuando el partido no existía, pero nunca faltó la generosidad, la solidaridad y la alegría honesta. Pero el hambre, no creo que sea una excusa -no niego que el hambre de algunos haya generado un “efecto llamada” en los demás de su alrededor-. Sí, no dar refrigerio es de quinta. Pero, el resultado de las encuestas, la instrumentalización políticas y amistades post-mortem con Miguel Uribe Turbay (QEPD), la falta de autocrítica frente a la ineficiencia, corrupción y traición a la base de la Administración Duque Márquez (2018-2022) sumado a la falta de propuestas más allá de denunciar y/o criticar la Administración presente, ha sumido en un cansancio a la militancia. Y, la inconformidad por los ya conocidos resultados de las encuestas.
Y no olvidemos, los que somos de “huesos negros”, es decir que estamos hace muchos años, antes del Centro Democrático, los que luchamos recogiendo firmas y arriesgando la vida con el sacrificio de la etapa más productiva de nuestra juventud. ¿Para qué? Para ver el mismo desfile de candidatos que esperan después de no haberte saludado nunca, después de tener una presencia estética, cosmética y personalista de uso de los cargos, que de la noche a la mañana, salgas como cuando tenías 20 años a la calle con una gorra y una camiseta a apoyarlos.
¿CÓMO ESTÁ EL CENTRO DEMOCRÁTICO?
Las teorías conspirativas y las inconformidades siempre están a la orden del día. Es lamentable que en otra ocasión más, alguien de la valentía, gallardía y calidad de trabajo de María Fernanda Cabal otra vez haya perdido la Presidencia. Algún día, cuando la vida me de la jerarquía moral y el blindaje, daré mi punto de viste sobre la oportunidad perdida tanto de ella como de José Felix Lafaurie de haber ayudado a que Colombia hubiese tenido un gobierno de verdad, haber evitado un baño de sangre y el empoderamiento de la izquierda habiendo ayudado a la salida del poder anticipada -ojalá pacífica- de Iván Duque Márquez que se planteó hasta principios de 2020. La devolución del Fondo Nacional del Ganado a FEDEGAN como administrador -como premio de consolación de la Contraloría de Pipe Córdoba que cesó la persecución judicial generada desde el Ministerio de Agricultura de Juan Camilo Restrepo al gremio-, sumado a la crisis del COVID -que Colombia pudo haberse blindado mejor si Wilson Ruíz hubiese entrado en propiedad en 2019 sin hacer caso a las componendas del Partido Conservador (que cada vez pierde más credibilidad y electorado en el interior del país, y perderá su única curul en la Cámara por Bogotá), se hubiese ajustado antes del cierre de año fiscal todo el sistema de salud para haber aprovechado mejor los recursos-.
¿PALOMA VALENCIA LA MONEDA DE CAMBIO DE NEGOCIACIONES?
Paloma Valencia, sin duda es el resultado de un juego estratégico bien concebido por parte del ex presidente Uribe. El uribismo nunca ha tenido mayorías en el Senado. En 2014 (lista cerrada, Uribe cabeza de lista) logró 19 curules; 2018 (lista abierta, de nuevo Uribe número 1) logró apenas una curul más con 20; 2022 (lista abierta, sin Uribe en la lista) descendió a 13. El ex mandatario se está jugando el todo por el todo, incluido su prestigio y legado político, pero lamentablemente demostrando que no existe todavía un relevo generacional que unifique y mantenga al Centro Democrático como eje del uribismo y la centro derecha sin él. ¿Qué pasaría si por razones de procesos judiciales -que no se les haga raro que sean usadas eventualmente por el Pacto Histórico y las futuras fuerzas de oposición para tumbar la lista de Senado si llegan los 25 con Uribe o sin él-, su avanzada edad, su salud física o mental hagan que salga del escenario político? Nadie sabe lo que pasaría, excepto, que el Centro Democrático tendría que ser liquidado como partido político, porque nadie, nunca dará la talla política y de liderazgo de su fundador.
En ese escenario, ahora que aun la colectividad tiene algo de valor político con qué negociar, Paloma ha decidio ir a una consulta espuria con muchos burócratas y outsiders. Juan Carlos Pinzón, en buena hora se ha ido del país para no entrar temprano a esa zalamería. Pinzón, sólo, obviamente que va a sacar una gran votación de respaldo en el país, no como la que proyecta De La Espriella, pero sin lugar a dudas superior a la que proyectan desde la recolección de firmas los promotores de la consulta. Y Paloma, tal vez gane la consulta, pero no la Presidencia -con riesgo de quedar de segundas de la consulta o incluso de terceras-.

¿LA CÁMARA BOGOTANA ENTUSIASMA?
Bueno, la apuesta en general para las listas a la Cámara en la mayoría de regiones del país fue de dejar abierto el voto preferente, para que sea el reconocimiento, capital político y reputación de los candidatos quienes aseguren su triunfo, junto al común denominador junto a otras fuerzas de centro, derechas e inclusive sectores de izquierda distintos al Pacto Histórico darle voz a las nuevas generaciones y expresiones ciudadanas más allá del activismo y la militancia política -ejercicio realizado realmente por muy pocos ciudadanos en un país donde la imagen colectiva de la política, los partidos e instituciones históricamente es muy baja-.

Muchos lugares comunes entre las otras ocasiones. personas que alegan venir de la juventud, de la provincia, de las creencias particulares en el cristianismo evangélico o el catolicismo, de venir del sector empresarial popular. ¿Común denominado? Hablar sobre las generalidades, interesarse imaginariamente por los problemas de clases sociales, regiones y entornos que ni conocen. Muchos liderazgos que aportaron a la base uribista desde el principio SIMPLEMENTE NO ESTÁN. Cada Senador, cada Representante, cada Concejal…y hasta la nefasta serpiente anaranjada del duquismo están aquí: con candidato propio y sembrando a través de diferentes artimañas (para eso tienen la Fundación I+D, baluarte del globalismo y la puerta giratoria de sus ex funcionarios que dejaron la Patria en llamas) cooptar el partido.
¿Dónde están los debates serios de planificar la Región-Capital a cincuenta años? ¿Dónde está la recuperación de las aguas? ¿Por qué no se rompe el maldito prejuicio de que “todos los que viven al norte de Bogotá son ricos” y “todos los que viven en el sur de Bogotá son pobres”? Estas dos grandes mentiras últimas, han beneficiado la pauperización de la ciudad, el discurso político incendiario y populista, el clasismo e indiferencia de ciertos sectores sociales y el crímen.
El norte de Bogotá está muy lejos de ser un paraíso. Las situaciones sociales que se ven, pasando por los barrios altos de Suba, Usaquén y Chapinero, sumados a la pobreza oculta en los estratos socioeconómicos altos, principalmente de adultos mayores y mujeres, puede ser mucho peor que las de las localidades del sur. ¿El caso Yuliana Samboní les recuerda algo?
EPÍLOGO
Sí, recuperé la militancia del Centro Democrático en 2023. Sí, no quería pero me tocó. Los radicalismos, posiciones y comportamientos personales que me hicieron e hicieron daño a otras personas, principalmente de mi entorno más querido desaparecieron.
Por esa razón, si bien acompañaré la lista del Senado, porque su gran mayoría está compuesta de patriotas y gente que merece mi respeto y lealtad -entre otros Rafael Nieto Loaiza, Carolina Restrepo y Hernán Cadavid-
Advertencia: Si el duquismo no es apartado de cualquier modo del uribismo, será demasiado tarde, y la muerte de nuestra colectividad y visión de país, donde diferentes tendencias hemos convivido pacíficamente por espacio de más de veinte años, simplemente llegará a su fin.
Anécdota: escuché ayer al lado de un candidato al que supuestamente debo apoyar por lealtades locales a un esbirro del duquismo oenegero criticando a las personas que buscan solo un cupo en el poder sin escrúpulos. ¿Lo dicen quienes trabajan para el peor gobierno que tuvo Colombia en cuarenta años? ¿Lo dicen aquellos que infiltraron y destruyeron por dentro la campaña de Alejandro Ordoñez? ¿Lo dicen aquellos que con fraude de fotocopias ganaron una consulta? ¿Lo dicen aquellos que amenazaron al Partido Centro Democrático de aspirar a la Presidencia por otra colectividad? ¿Lo dicen aquellos que cultivaron el arribismo, la mediocridad, la lambonería, la corrupción y el crimen como esencia del Estado a niveles que cuando el país los conozca habrá que hacer un renacimiento de todo el país y hasta repensar su existencia como República? Simplemente me alejé. La gente adulta debe saber leer las señales, y no debes hacer el ciclo de aprendizaje por nadie, y menos por quien no quiere escuchar o atender.












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