La Compra de los Gripen y el Drenaje de la Riqueza Individual

La compra de los aviones Gripen por parte del Gobierno colombiano, valorada en $16.5 billones mediante vigencias futuras, es una demostración clara de la irresponsabilidad fiscal. Es un “compremos hoy, paguemos mañana” un compromiso de gasto que hipoteca el futuro sin consulta, una maniobra de planificación central que siempre resulta en una mala asignación de capital.

Si esta adquisición era una prioridad genuina, debió ser incluida en el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2025, donde representaría el 3.15% del total. En cambio, se recurre a la figura de la deuda, una práctica en la que los políticos Colombianos se han vuelto expertos: se atribuyen el logro de la adquisición y cargan la factura, sin excepción, a los contribuyentes.

Es un robo a la inversión, el dinero para pagar estos aviones no es una cifra abstracta; es el capital genuino que se extrae directamente de la inversión y el ahorro de cada ciudadano y empresas. Es el costo de la coacción estatal. Para el colombiano de a pie, esta deuda es una carga que roba el sueño y que las familias simplemente no pueden permitirse, mientras los firmantes duermen tranquilos porque no les saldrá de su bolsillo.

Este es el costo de oportunidad que nos impone el Estado:

  • Pérdida de Valor: En un país de 53 millones de habitantes, esta deuda equivale a la extracción forzosa de $311.000 pesos por cada individuo.
  • El Esfuerzo de Otros: El monto es equivalente al salario de un año de un millón de colombianos en salario mínimo, desviado de sus usos más productivos y valorados por ellos mismos.
  • Proyectos Desplazados: El dinero que se debió destinar a la economía productiva se esfuma.

El déficit fiscal se incrementa por estas decisiones irresponsables de la clase dirigente. Lo que hacen es utilizar el mecanismo de los impuestos para drenar el capital, dejando a las clases baja y media sin la posibilidad de ahorrar, sin poder financiar proyectos productivos que generen empleo y sin la posibilidad de alcanzar el sueño de la vivienda propia. Es el dinero del esfuerzo de los colombianos que se ve escabullirse entre los dedos, gracias a una compra hecha por fuera de toda lógica fiscal.

Sergio Andrés Gómez Guerrero

Economista, Preparador y Planificador Fiscal. Comprometido con las ideas de la libertad.

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