¿Premio a la paz o reconocimiento político?

“Una cosa es la valentía política que se requiere para cambiar un status quo corrupto, y otra muy distinta la construcción de la paz”


No soy experto en política internacional ni en los premios Nobel de Paz, pero como en esta columna se trata de opinar, creo que el Nobel de Paz otorgado a María Corina Machado es, ante todo, un reconocimiento político, más allá de estar o no de acuerdo con su corriente ideológica.

Hay que decir las cosas como son: Machado sí ha sufrido la persecución de un régimen deformado, ha padecido la represión de su Estado y ha encarnado una oposición prácticamente sola —no sé qué tanto se le pueda lavar la cara con este Nobel—. Eso merece respeto en países donde pensar diferente es motivo de exterminio. Pero una cosa es la valentía política que se requiere para cambiar un status quo corrupto —el mismo que una vez la derecha que ella representa instauró allá— y otra muy distinta la construcción de la paz. Este premio parece más una jugada simbólica y política que una exaltación a quien haya promovido un verdadero espacio para la paz.

Las decisiones polémicas del Comité del Nobel no son nuevas; o si no, ¿qué me dicen del flamante Nobel que le dieron a Barack Obama solo por ser el primer negro en ser presidente de un país que hoy en día aún sufre la represión racial y étnica en el continente americano? Parece que se confunde la esperanza con los resultados. La paz, entendida de manera profunda, no es solo la ausencia de conflicto, sino la creación de condiciones para la convivencia. Y, si somos honestos, Machado no ha tenido aún la oportunidad —y la verdad, no sé si tiene la disposición— de construir esa paz que le premian, porque para mí su discurso es el de cualquier político: ejercer el poder.

Si somos pragmáticos —no me vayan a malentender—, Trump tiene más “méritos” en materia de política de paz, aunque sea a la fuerza, por medio de sanciones o de acuerdos tensos. Parece que la vieja idea de paz o exterminio sigue siendo efectiva; algo así como “me haces caso o te castigo”. Así somos los humanos; nos gusta vivir en la heteronomía.

P.D. No dude en escribirme sus comentarios a mi cuenta de X @sanderslois

Sanders Lozano Solano

Médico y Cirujano de la Universidad Surcolombiana y Abogado de la Universidad Militar Nueva Granada, es Especialista en Gerencia de Servicios de Salud y Magíster en Educación. Experto en responsabilidad médica, se ha dedicado en los últimos años a su verdadera pasión: la academia y la escritura.

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