Los presidenciables, el congreso y la economía

“No hay un precedente firme que haya detallado un logro económico considerable para el país”

Cada cuatro años hay una oportunidad para medir el nivel de conocimiento de la economía nacional por parte de los candidatos presidenciables y por supuesto, de los aspirantes a nuevo Congreso de la República. En esta oportunidad creo que el desconocimiento de los pasados en economía y estructura productiva del país les dejó claro que administrar con visiones populistas terminó por deteriorar el mercado interno a nivel de todos los sectores productivos.

No hay un precedente firme que haya detallado un logro económico considerable para el país. Al contario, las quejas y el pesimismo administrativo a nivel del ejecutivo e incluso del legislativo deja mucho que pensar sobre la función institucional en torno a la economía. Así que manteniendo constante todo lo demás, el producto interno no se expandió, la presión tributaria contrajo a la industria, el déficit del gobierno nunca fue tan alto, por lo menos en los últimos 40 años, la informalidad nunca se había acelerado tanto en tan solo tres años y medio, la inflación no había sido tan persistente, de hecho, tenemos una inflación inercial, y bueno, el consumo interno no se había visto tan afectado por la incertidumbre.

El ciclo del gasto de los hogares depende de las expectativas de inflación y salarios, la indexación no siempre es muy buena pues del otro lado se refleja una productividad laboral baja del 1,8% por persona, eso nos deja muy por debajo de economías competitivas. No obstante, la calidad del mercado laboral tampoco es muy buena, en especial porque a pesar de la inflexibilidad que refleja el salario, el consumo no reacciona en una proporción siquiera cercana al multiplicador, tampoco la inversión (tenga en cuenta que el gasto público nacional no aceleró el consumo), en un documento técnico del Banco de la República en 2020, se analizó el efecto multiplicador de los impuestos y el gasto encontrando que tiene mayor efecto cuando la economía está en fase recesiva.

Entonces, los presidenciables tienen que dejar la afición al populismo económico en sus discursos, siquiera sería muy bueno que trajeran en su discurso los posibles efectos en política industrial, comercial y cambiaria sobre la producción interna, con esto podrían hablar de soluciones sectoriales con diferencias regionales, lo que les permitiría dar en el clavo cuando se dirigen a los votantes en zonas urbanas, rurales, y dispersas, por ejemplo. Esto lo digo porque se ha venido recalcando el mismo escenario económico para el país basado en sus dificultades, pero no en su potencial. El resultado, políticas sobreestimadas.

Concluyendo: presidenciables, hagan un mejor esfuerzo por comprender la economía del país comparada, aspirantes a congreso, calmen sus emociones populistas y analicen la brecha productiva sectorial, (para quienes quieren ir a las comisiones terceras), también fíjense en que las reformas planteadas no sean un embeleco que termine costando más, imaginen la economía como si compitiera con el resto del mundo, no como una pequeña fabrica con máquinas viejas y empleados perezosos.

Hay mucho por dónde empezar, lo primero: eliminen el populismo económico, eso ya no sirve de nada.

Gustavo Sepúlveda

Economista de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Especialista en proyectos de la Universidad Católica de Colombia y Magíster en Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Actualmente analista económico, en temas de legislación económica, crecimiento, sector productivo. Investigador y académico.

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