En el municipio de Andes, sur del departamento de Antioquia, se ha venido gestando una iniciativa que ha generado profunda preocupación entre líderes comunitarios, académicos y ciudadanos comprometidos con el desarrollo del territorio: la posible construcción de una cárcel regional en el predio ubicado frente a la sede de la Universidad de Antioquia, donde actualmente funciona una granja agrícola.
“Quienes participamos activamente en la discusión del Plan Básico de Ordenamiento Territorial (PBOT) en el año 2023, podemos dar fe de que en ningún momento se contempló ese espacio como apto o idóneo para un centro carcelario. Muy por el contrario, en las proyecciones de desarrollo y planificación del municipio, ese sector ha sido históricamente visualizado como el núcleo de un futuro distrito universitario, impulsado por la presencia de la Universidad de Antioquia y del Instituto Tecnológico de Antioquia (ITA)”.
Este corredor, que va desde la Posesión hasta el corregimiento de Tapartó, ha sido concebido por diversos sectores del municipio como un corredor estratégico de expansión urbana, logístico, agroindustrial y con gran potencial para el desarrollo de servicios turísticos y educativos. La idea de instalar allí una cárcel atenta directamente contra esta visión de futuro, y desvirtúa los esfuerzos que durante años se han hecho para fortalecer el papel de Andes como polo académico del suroeste antioqueño.
En reiteradas ocasiones, voces autorizadas como la del respetado ciudadano Jaime Arbeláez Restrepo, han propuesto que esos predios rurales sean donados por el Departamento a la Universidad de Antioquia, con el fin de expandir su presencia en la región y abrir nuevas oportunidades de formación para nuestros jóvenes. Este sueño, compartido por muchas generaciones de andinos, podría verse truncado por una decisión desacertada y apresurada.
Señor Gobernador: usted, que ha mostrado siempre un gran aprecio por Andes, y ha sido bien correspondido por nuestra comunidad, escuche este clamor ciudadano. El respeto por los planes de desarrollo local y por las dinámicas sociales y educativas de los territorios debe primar sobre cualquier decisión de orden administrativo. Nadie niega la necesidad de contar con nuevos centros penitenciarios, pero existen múltiples alternativas de ubicación en la vasta geografía antioqueña que no interfieren con los proyectos educativos ni afectan negativamente el tejido social.
¿Qué opina el doctor Luis Horacio Gallón Arango, quien goza de su cercanía y confianza, sobre este tema? Estamos seguros de que su voz también contribuiría a encontrar una solución adecuada que no sacrifique el futuro educativo del municipio.
Construir una cárcel frente a una universidad no solo es un contrasentido urbanístico, es una señal peligrosa de hacia dónde se pretende llevar el desarrollo de un territorio que ha apostado por el conocimiento, la cultura y la transformación social.
Desde Andes, levantamos la voz con respeto, pero con firmeza: ese predio debe ser para la educación, no para la reclusión.
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