“Yo escribo siempre con rabia”
Gilmer Mesa
Algunos amigos, dos para ser precisos, me han indagado por la ausencia, ya larga, de mis columnas. Les he respondido, no sin amargura, que estoy tan decepcionado de todo, que solo alcanzo a mascullar desesperanza y putería. No es la rabia creadora de Gilmer, ojalá, sino una ira que me calcina el corazón y convierte en rojos tizones mis dedos. Una “ira mala” como llamaba mi mamá a ese sentimiento que como un volcán en reposo, de pronto explota barriendo con todo.
Para calmarme y solo para desfogar un poquito, haré un breve inventario de los temas y asuntos que reclaman con urgencia una pluma, así sea la mía:
Las veleidades, bandazos y estupideces de nuestro gobernante, el mismo que ayudamos a elegir con nuestro voto y activismo. Esa columna deberá titularse: “No es el Cambio Estúpido, es el Relevo”.
El maldito sistema de salud, que desde que se creó, nos ha condenado a largas y tediosas esperas en lupanares atiborrados de dolor, gritos y toses bronquiales. Esa columna se deberá llamar “La riña por el billete a la muerte”.
La llamada Consulta del Pacto, en donde panguanas(valijas), arribistas, corruptos y hasta perros a cuadros, competirán por ser el ungido del soberano. Esa columna deberá llamarse “El Baile de los que Sobran”.
El candidato presidencial eterno, que siempre se inscribe por firmas y cuyas reposición de gastos electorales siempre se esfuma en sus bolsillos y en la próxima campaña. La columna, por supuesto, deberá llamarse el “El Bendito Fajardo”.
El expresidente del que 40 bandidos, paras y asesinos, alegaron su inocencia. Como este señor aprendió y practicó tan bien aquello de la combinación de todas las formas de lucha, la columna se llamará “El Gilberto Viera de la Derecha”.
El arrodillamiento de un gobierno que ladra al imperio mientras genuflexo, implora su certificado de buena conducta alegando que la Guerra Proxi, llamada lucha contra el narcotráfico, es su pasaporte para ser un buen muchacho. La columna se llamará ”Lágrimas de Cocodrilo”.
Los pendejos que gobiernan nuestra ciudad y departamento. El uno, el gran demagogo y derrochón que nos convertirá en un Coveñas paisa. El otro, dilapidador del ilegal impuesto o tasa de la mal llamada Seguridad, gastando en morrales, carros y motos, mientras los bandidos se cagan de risa engrasando la maquinaria militar. La columna se debe llamar “Los Dos Chiflados”.
La tal Justicia Especial para la Paz, JEP, que se gasta miles de millones en pomposos salarios y ni siquiera absuelve los asesinos declarados en rebeldía. La columna se llamará: “Ella Nunca Falla”.
Los curas y jerarcas pedófilos que se dedican a violar niños por doquier. En Colombia los curas regentan gran parte de la educación preescolar, escolar y secundaria, que tal como mi mamá decía, significa nada más ni menos amarrar perro con longaniza. Claro que mi mamá también decía que el come cura revienta. La Columna se llamará “La Santa Iglesia Pedófila, Apostólica y Romana”.
La tal Comisión de la Verdad, un aquelarre mamerto en el cual cada miembro hacia lo que le venía en gana, pues el curita encubridor que la presidía, hacía lo que con sus colegas pedófilos, nada. Como nada denunció el Informe Final en relación con los falsos positivos y el encubrimiento anticristiano del llamado Obispado castrense o Diócesis castrense de Colombia, dirigido por un obispo, y compuesto por 158 curas o capellanes militares, 186 iglesias, una Vicaría general y otras tantas Vicarias por cada fuerza, una catedral y un seminario de formación. Obviamente la columna se titulará “La Comisión de la Vergüenza”
Bueno son muchos temas, casi tan inagotables como este bello país que nos secuestra, desaparece, recluta o mata en cada rincón. He enumerado algunos para exorcizar la ausencia de escritura y comprometerme con mis dos lectores a escribir algo, pues soy un procrastinador irredento. Además debo hacerlo antes que, según el último diagnóstico médico, me convierta en el diestro o ambidiestro maraquero de algún conjunto llanero.
Como cosa natural al diagnóstico vigente, se me olvidaba contarles o prevenirles mejor, que algunos de los temas a tratar en un futuro tendrán que ver con mi programa para la Alcaldía de Medellín, si es que esta publicación me da espacio. Las columnas programáticas tendrán el nombre genérico de “Un Viejo Verde a la Alcaldía de Medellín”.
Y un último deseo: apreciado Javier Bermúdez, si lees esto, por favor no me mandes a vivir en Venezuela, Cuba o Nicaragua que yo solo soy o pretendo ser, un zurdo heterodoxo. Un anarco sin iglesia.
Medellín, septiembre 12 de 2025
*Abogado de la Universidad de Antioquia.
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