La educación y su desarrollo deficiente.

 

Solo quien vive para actuar, tiene la libertad de fracasar, solo quien piensa propiamente no es esclavo de opiniones de otros.


Existe una necesidad imperante de enseñar a aprender a los niños, jóvenes, adultos, estamos regidos hoy en el mundo tecnológico en donde ya no cabe la posibilidad de tener estudiantes que piensen de manera objetiva, la preocupación se hace mas latente cuando tenemos en las mismas estructuras educativas mallas curriculares desactualizadas, con notables carencias en el personal, estructura, sistemas, en donde tampoco existe el compromiso por parte de algunos docentes.

La preocupación se expande cuando logras compartir con los estudiantes y observas que no hay motivación, que no hay una genuina aspiración para aprender, solo se ve reflejada un circulo

vicioso en donde solo estudian por obligación, donde solo está el vínculo social entre sus pares, siendo muy pocos lo que tienen ese agrado por conocer mas de lo que se habla en la escuela.

No obstante, se puede ir mitigando esta gran brecha que causa el malestar por los educandos porque como deberíamos actuar, por donde encaminarse, cual serian las estrategias, son preguntas que han estado sobre la mesa durante muchos años, pero que han carecido de todo actuar por parte de la sociedad.

En un mundo donde se ha evolucionado en todo sentido, no sirve con dar las mismas materias que no las descarto, simplemente que deben mutarse como lo han hecho las personas, las industrias, los países, la educación no se puede quedar inmóvil, debe avanzar con la misma velocidad y ha pasos agigantados porque el tiempo es un recurso preciado que debemos valorar mas no desechar.

Es momento de cultivar nuevamente la educación, formando a personas hábiles en discutir, que su sentir sea el cuestionar, que conozcan que el respeto solo es dable cuando tienes el derecho de expresarte y que no se queden con la única información que sea dada por parte de los docentes.

En la estructura social, familiar, educativa se debe fomentar el habito de aprender, el de generar una autoestima sana, porque solo quien se ama así tiene la total responsabilidad para poder aprender y ser un transmisor de información genuino entre sus compañeros,

Por lo tanto, no continuemos inoperantes en este noble servicio, no pertenezcamos a una sociedad en estado vegetativo que no actúa, que no alza la voz, que se estanca, que se calla, seamos aquella luz entre los que aún están cegados, para así ver un futuro para las siguientes generaciones.

Ana Alejandra Arroyo García

Ecuatoriana nacida en una pequeña ciudad de Esmeraldas, ejerzo la profesión contable, pero tengo gran pasión por la escritura, todos los días escribo desde una pequeña victoria hasta mis luchas más fuertes, me encanta servir, y no hay deber más entregado como hermanos que aportar en lo que mas puedas en esta vida

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