“Hemos pasado de la “Locomotora Minera”, al “Producir conservando y conservar produciendo” y de ahí a los “Minerales para la transición energética”, pero en la práctica, nada de eso se ha materializado”.
Esta semana rodó un video en el que el gobernador de Mendoza, Argentina, Alfredo Cornejo decía que como región debían aprovechar la riqueza que tenían con el cobre y que eso no significaba que dejaran de ser productores de vino y menos que se quedaran sin agua, esto fue lo que dijo:
“Este producto (el cobre) puede darle riqueza a Mendoza. Este producto puede contribuir al ambiente del mundo en la electromovilidad. Este producto puede hacer próspera a Mendoza y además no tiene por qué ser incompatible con el vino, somos reconocidos internacionalmente por esto (el vino), somos premiados en el mundo por esto (el vino); queremos tener el mismo prestigio y el cuidado ambiental con este producto (el cobre), queremos ser reconocidos en el mundo como grandes productores de cobre para mejorar el ambiente de nuestro planeta. Hagamos cobre, hagamos mejor vino y cuidemos el agua” (ver video).
La región de Mendoza es reconocida por sus vinos de exportación, es decir, es un territorio tradicionalmente agrícola con la producción de uvas y posterior transformación al vino; y con este producto también atrae a turistas que quieren vivir la experiencia y conocer el proceso, así como en Colombia hay turistas que quieren tener una experiencia cafetera; Mendoza también produce petróleo y en el siglo XVII tuvo minas de plomo, plata y zinc que hoy son atractivos turísticos. En la misma región se han hecho diversas actividades económicas, pero no ha estado exenta de movimientos opositores a actividades como la minería que tienen el mismo argumento de todos los que se oponen a esta actividad: no hay consulta a las comunidades, se acabará el agua y el ambiente, que de tanto repetirse se han quedado en el imaginario colectivo como una verdad.
Es una buena noticia para los argentinos y mendocinos que avancen con el desarrollo de nuevos proyectos mineros de cobre que les ayude a salir más rápidamente de la crisis económica que llevan viviendo por décadas; uno de los proyectos de cobre más relevantes que pueden tener es el San Jorge Cobre Mendocino que puede generar cerca de 3.900 empleos directos e indirectos (La Nación).
Ojalá en Colombia sigamos el ejemplo y haya una política clara y decidida para aprovechar responsablemente los minerales estratégicos que tenemos en el subsuelo generando impactos positivos en todos los involucrados. Que no sólo nos quedemos en retórica y deseos. Desde el presidente Uribe, Santos, Duque y ahora Petro no se han logrado desarrollar los grandes proyectos mineros que encontraron empresas hace cerca de 20 años. Hemos pasado de la “Locomotora Minera”, al “Producir conservando y conservar produciendo” y de ahí a los “Minerales para la transición energética”, pero en la práctica, nada de eso se ha materializado.
Los gobiernos nacionales, quienes son los que lideran esta política minero-energética, no hacen presencia en los territorios, no les explican a las comunidades la importancia de desarrollar estos proyectos y dejan solas a las empresas quienes al final deben sortear las dificultades que se presentan, sean con grupos al margen de la ley o movimientos opositores, que se oponen más por diferencias ideológicas que por proteger el ambiente, porque, como Argentina hoy lo demuestra, una cosa no es enemiga de la otra.
Los minerales con los que goza Colombia deben servir para la transformación positiva de los territorios, para ello es clave el actor protagónico del Estado como dueño del subsuelo, para que en lugar de discutir si los aprovechamos o no, definamos es cómo los aprovechamos y en qué condiciones para que en el país haya un mejor futuro y no se nos escape el tren de la transición energética que con el cobre, Colombia puede ser relevante.
*Empleado de Minera de Cobre Quebradona, mis opiniones no representan a mi empleador.
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