“Con desafíos profundos —sobre todo el testimonio— el Papa León XIV es el puente entre el mundo entero, fijando los ojos en Dios y en aquellos hermanos que sufren a causa de un mundo fracturado y urgido de paz.”.
A sus 69 años, el cardenal estadounidense Robert Francis Prevost ha sido elegido Papa convirtiéndose en el primer pontífice del norte de América. Su permanencia durante 40 años en Perú y su trasfondo misionero deja ver su perspectiva de cercanía y diálogo con las periferias. En su primer discurso, el elegido Papa León XIV ha subrayado la paz como eje prioritario, reclamando una Iglesia sinodal y misionera y NO INSTRUMENTALIZADA POLÍTICAMENTE:
“¡La paz esté con todos ustedes! Queridos hermanos y hermanas, este es el primer saludo de Cristo Resucitado, el Buen Pastor que ha dado la vida por el rebaño de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz llegue a sus corazones, les alcance a sus familias, a todas las personas donde quieran que se encuentren, a todos los pueblos, a toda la tierra: la paz esté con ustedes”. Estas fueron las palabras del saludo inicial.
Fueron las palabras de su saludo en la plaza de San Pedro un mensaje beligerante en medio de la actualidad de guerra vivida en muchos territorios y que ha cobrado miles de vidas y esperanza: “Esta es la paz de Cristo Resucitado, una paz desarmada y una paz desarmante. Y también perseverante que proviene de Dios”.
Este primer saludo resuena en los magisterios del Papa Francisco y León XIII, quienes han dejado ver en su guía al rebaño de Cristo la defensa de la unidad y la caridad. Este nuevo pontificado enfrentará diversidad de retos internos y externos, entre ellos el compromiso ambiental a nivel mundial y los abusos que han provocado una crisis de credibilidad en medio del mundo. El reto más grande, a mi manera de ver, será despolitizar la imagen de la Iglesia y de Jesús, entregando un testimonio que deje ver el rostro un Cristo que ha puesto en primer lugar a los marginados; enfermos; pecadores, es decir, a aquellos que muchos dentro de la misma Iglesia señalan y apedrean.
Es tiempo de una iglesia alejada de la ideología, pues esta hace mucho daño. Bien lo decía Francisco: “El Cristianismo no es ideología, es experiencia de vida”. Apreciación que pone de cara la Palabra de Dios en el plano que debe ser: la cercanía a aquellos que se hallan en la pobreza; cuando se entiende que la esencia del cristiano es dar la vida a otros.
En esta primera alocución, León XIV, ha insistido en una Iglesia de puertas abiertas, misionera y acogedora, libre de prejuicios y en diálogo constante con todas las culturas. Ese es el mensaje mismo de Jesús. Dejó ver en su postura que, la Iglesia NO debe ser una institución política, sino sacramento de salvación y cercanía al más necesitado.
El estilo pastoral del nuevo Papa se inserta en el magisterio de León XIII, quien ha escrito Rerum Novarum y ha inaugurado la Doctrina Social de la Iglesia. Esta nueva elección sugiere una acción pastoral centrada en la justicia social y en la unidad doctrinal, pilares de los Leones históricos.
La elección de su nombre se perfila como una síntesis de tradición y renovación: el prelado de Roma nacido en las periferias de Estados Unidos y formado en Perú, trabajará por la justicia social, la paz, una Iglesia cercana y sinodal. Su mensaje inaugural reafirma el mensaje de Jesús: el anuncio del Kerigma con ternura y caridad, entregando a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, alejándose de todo cálculo político.
Con desafíos profundos —sobre todo el testimonio— el Papa León XIV es el puente entre el mundo entero, fijando los ojos en Dios y en aquellos hermanos que sufren a causa de un mundo fracturado y urgido de paz.
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