Carta pública a la compañera Susana Muhamad

Apreciada compañera Susana,

Hoy le escribo, no desde la formalidad que nos imponen los lugares de representación estatal, sino desde el corazón de un compañero que, al igual que usted, ha creído siempre en la necesidad urgente de construir para este país un proyecto progresista abocado a la justicia social, económica y ambiental.

Este proyecto, el nuestro, nos ha llevado a enfrentar lo más doloroso y ruin de la política colombiana. Hemos soportado desprestigio, desinformación y entrampamientos. A su vez, compañeras como usted han sido blanco de la más feroz misoginia y violencia patriarcal, arremetidas de quienes defienden una sociedad anclada en el pasado, que se resiste a ceder ante el cambio y la búsqueda de justicia histórica.

Sin embargo, en medio de este panorama sombrío, figuras como usted han permanecido íntegras. En medio de la convulsión mediática y las contradicciones internas (que siempre emergen en procesos de transformación), usted se ha mantenido serena y valiente. Con los principios firmes como raíces profundas, ha sabido orientar un ministerio que tenía una deuda histórica con la naturaleza y sus guardianes: los campesinos, las comunidades negras e indígenas, los “nadies” a quienes Francia Márquez dignificó con su palabra. Desde el Ministerio de Ambiente, usted ha librado batallas decisivas contra el extractivismo, defendiendo el agua, que es como defender la vida misma. Su capacidad de enfrentar estas fuerzas hegemónicas, sin perder nunca la serenidad ni la dulzura en la palabra, ha cambiado la percepción de lo que parecía imposible en este país. Responder a la violencia con amor.

Me niego a aceptar que quienes han sostenido la esperanza y la integridad sean quienes se deban ir. Hoy, más que nunca, necesitamos la presencia de personas como usted, que se paran con contundencia, actúan con transparencia y llevan la nobleza como estandarte de acción. Eso es ser revolucionario. Eso es lo que vi en Támesis, cuando usted, con valentía, puso en su lugar a un gobernador grotesco y patán.

El Ministerio de Ambiente de Colombia necesita que usted continúe, porque su integridad es ahora más crucial que nunca. No renuncie, ministra. Su talante sereno y categórico, su capacidad intelectual y su sensibilidad, son fundamentales para consolidar el proyecto de transformación política que comenzamos junto al compañero presidente Gustavo Petro. La necesitamos al frente de las nuevas formas de relación sociedad – naturaleza que precisa la nueva Colombia.

Con admiración y respeto,

Juancho Muñoz

Diputado del Departamento de Antioquia

Juancho Muñoz

Diputado de la Asamblea de Antioquia, sociólogo de la Universidad de Antioquia, Magíster en Desarrollo de la Universidad Pontificia Bolivariana y defensor de Derechos Humanos, docente-investigador.

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