Nuevos retos, mismos problemas. El cambio demográfico en Bogotá

David Forero

“La gente no se va a acabar mañana y no podemos perder de vista que los problemas urgentes de la ciudad son los mismos de siempre.”


El cambio demográfico en Colombia es un tema de interés que toma cada vez más relevancia por varios factores, el más popular de ellos probablemente es la disminución en los nacimientos. Como sucede con cualquier tema que requiere un ejercicio proyectivo a futuro, aparecen escenarios extremos, usualmente relacionados con el sistema pensional, la salud mental, las industrias que aparecerán y las que desaparecerán, entre muchos otros. Sin embargo, al igual que con el cambio climático o la evolución tecnológica, debemos ser asertivos en pensar estos escenarios con sensatez; reconociendo que la existencia de dicho cambio, sin responsabilizarlo del “fin del mundo”. Frente al tema demográfico, hay varias precisiones necesarias para analizar la situación con sobriedad.

Lo primero es recordar la importante diferencia entre analizar información a nivel global y desagregado; la escala importa, y en el caso de un país tan diverso como el nuestro en todo sentido, importa mucho. En este escrito, haré el énfasis en la ciudad de Bogotá. Para el caso de la ciudad, el envejecimiento de la población es evidente, la gráfica muestra que en términos porcentuales los grupos etarios de mayor edad representan un peso cada vez mayor. También es clara la disminución en el número de nacimientos.

Esta situación platea retos propios de la transición demográfica y advierte sobre la importancia de prepararnos como sociedad ante ciertos escenarios, algo que ocurre de manera más acentuada en otras regiones del mundo y sobre lo cual la literatura es amplia. Ahora bien, vuelvo a hacer énfasis en la importancia de la particularidad: Si bien el escenario demográfico es claro, también es claro que en términos absolutos la cantidad de personas en etapa productiva ha aumentado considerablemente. Entre 2005 y 2024 la población en el rango 20-29 años aumentó un 28%, la del rango 30-34 aumentó un 40%, la del rango 35-39 creció un 27% , la del rango 40-44 creció 24% y la de rango 45-49 creció un 30%. En total, entre 2005 y 2024 la población en estos grupos etarios pasó de 2,5 millones, a 3,3 millones. Es importante agregar que Bogotá es una ciudad que históricamente ha sido receptora de migración, especialmente interna.

La ciudad todavía tiene población en edad de trabajar, que no es poca, y que contrasta con un aparato económico que no es capaz de absorberla adecuadamente. De modo que el primer problema no es que no tenemos gente, sino que mucha de esa gente no tiene oportunidades de empleo.  Al igual que sucede con el resto del país, la ciudad lidia con una enorme dificultad para optimizar su fuerza de trabajo: el desempleo, el empleo precario, la inestabilidad laboral y la baja remuneración son retos importantes, inmediatos, que siempre nos han acompañado y sobre los cuales todavía nos queda un camino importante por recorrer.

El cambio demográfico es una realidad y la ciudad debe prepararse para retos importantes, sí. Pero no podemos dejarnos llevar por el sentimiento catastrófico. La gente no se va a acabar mañana y no podemos perder de vista que los problemas urgentes de la ciudad son los mismos de siempre. Bien hacía Keynes al afirmar que los dos grandes problemas de nuestra economía son su alto nivel de inequidad y su incapacidad para generar pleno empleo. Si nos concentramos en seguir construyendo una sociedad más equitativa a partir de una estructura económica más robusta, es altamente probable que podamos afrontar los retos demográficos de mejor manera.

Bogotá. Pirámides de población. 2005 y 2024.   Nacimientos. 2005-2024.          

Fuente: Elaboración propia. Datos del DANE, 2025.

 

David Forero

Analista económico

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