En las elecciones de 2023 la familia Char se consolidó como el imbatible hegemón político del Atlántico colombiano a pesar de los escándalos públicos y sentencias judiciales por corrupción contra Arturo Char. Su hermano Alejandro –o Alex para los paisanos barranquilleros– fue elegido alcalde, sacándole una diferencia enorme a su principal opositor, Antonio Bohórquez del Polo Democrático. Así, los Char se reafirmaron como el actor político que aún hoy domina la realidad política existente en Barranquilla. Es esa realidad existente previa al fenómeno político, de la que nos hablaba Max Weber, y que es susceptible de ser dominada si se utilizan los referentes e imaginarios culturales para obtener el poder. Una tarea que los Char han sabido llevar a cabo con mérito.
En 2018 inició la investigación del caso que se conoció como la “Casa Blanca”, en el que la ex-senadora Aida Merlano fue capturada por compra de votos e involucró al ex-presidente del Senado, Arturo Char. La Corte Suprema de Justicia ordenó la captura preventiva de Char, sin embargo, la Fiscalía no avanzó en las pesquisas y Char fue dejado en libertad por vencimiento de términos. Los hechos causaron un revuelo público nacional en que se vieron involucrados actores internacionales y hasta fugas cinematográficas. No obstante, todo esto no parece haber afectado la popularidad de los Char en Barranquilla y abrió el cuestionamiento de por qué después de un escándalo de tal magnitud, siguen siendo la familia que domina el Atlántico y dicho episodio parece haber sido archivado en los anaqueles de la opinión pública.
Los estudios de cultura política podrían brindar algunas luces frente al asunto. La dimensión cognitiva, descrita por los clásicos de la cultura política Almond y Verba, puede explicar el comportamiento “racional” de los barranquilleros quienes han manifestado su descontento frente a los movimientos de izquierda que gobernaron la ciudad desde los años 90 ‘s con Bernardo “el cura” Hoyos y su Movimiento Ciudadano, hasta el 2007 con la primera candidatura de Alex Char. Los gobiernos de izquierda del cura Hoyos (1992-1994 y 1998-2000) y Guillermo Hoenigsberg (2004-2007) no solucionaron efectivamente las preocupaciones de la población, como la prestación de servicios públicos y el desarrollo de infraestructura. Aunado a eso, ambos políticos fueron condenados por corrupción, lo que terminó por desacreditar a la izquierda y desilusionar a las clases populares de la ciudad.
A partir de allí, han transcurrido 16 años en que los Char no han encontrado rivales serios en la contienda política, pues los partidos más tradicionales como el Liberal, Conservador, la U, y más recientemente el Centro Democrático, han preferido unirse que llevar un candidato propio.
La connivencia de los medios de comunicación locales, como la cadena Radio Olímpica –propiedad de los Char– y el diario El Heraldo, han permitido la invisibilización de los casos de corrupción. Además del hecho de que los Char controlan la información en Barranquilla, a esto se suma la ausencia de proyectos políticos alternativos diferentes a la izquierda tradicional y la alta favorabilidad de que goza Alex Char, quien terminó su gestión de 2015-2019 con una favorabilidad del 95% según Invamer.
Esta favorabilidad de Alex Char es producto de una ejecución eficiente, al menos en apariencia, y de una millonaria estrategia de publicidad que lo posiciona como una figura muy carismática. Según la Flip, en los primeros 2 años de la alcaldía de 2015, se gastaron 68 millones de pesos en publicidad, mientras que en la administración de Jaime Pumarejo –cuota Char para el periodo 2020-2023– en tres años fueron 96 mil millones. Las administraciones Char han sido percibidas como buenas ejecutando obras de infraestructura importantes como la Avenida Circunvalar y de impulsar el desarrollo urbano con la pavimentación de calles y la canalización de arroyos. Desde una dimensión evaluativa, los barranquilleros consideran que a pesar de los escándalos de corrupción que salpican a la familia Char, siguen siendo políticos efectivos que cumplen y les entregan obras. Roban, pero hacen.
Referencias
https://cambiocolombia.com/poder/por-que-los-char-siguen-ganando-pesar-de-todos-los-escandalos
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