Colombia, un país que no despierta

“el colombiano, ante el horror, no reacciona como lo harían otras sociedades, sino que aprende a convivir, es decir se acostumbra, y no busca cambiar su realidad.”


Estamos acostumbrados a vivir en violencia, es parte de nuestra cotidianidad, sin importar la edad que tengamos, de una u otra forma, hemos crecido viendo noticias de tomas guerrilleras, asesinatos de políticos, masacres realizadas por guerrilleros y paramilitares, asesinatos, extorsiones, secuestros, etc.

Esto ha creado cosas positivas y negativas en los colombianos.

¿Cuáles son las positivas? Se puede decir que una especie de resiliencia, y fortaleza que nos lleva a salir adelante sin importar lo que esté pasando, de hecho, a pesar de esta violencia, el país nunca ha parado de crecer en muchos aspectos, por ejemplo, en los últimos 100 años solamente hemos tenido cuatro veces en las que la economía ha crecido de manera negativa.

Esa capacidad nos hace creer que sin importar lo mal que estén las cosas, las podemos superar.

Por otro lado, esto también ha creado algo negativo, y es que el colombiano, ante el horror, no reacciona como lo harían otras sociedades, sino que aprende a convivir, es decir se acostumbra, y no busca cambiar su realidad.

Recuerdo en el 2006, el país sabía que existían colombianos (militares y ciudadanos) secuestrados, y durante varios años, no hicimos nada, y solo fue hasta que conocimos unas cartas y mensajes de secuestrados que surgió una marcha, pero, varios de esos secuestrados duraron años sin que la sociedad hiciera algo.

Esa falta de reacción aparece en otros aspectos de la vida, entre ellos, el político.

Desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia con la promesa del cambio, el país ha retrocedido en muchos aspectos.

Este gobierno ha hecho cosas que harían caer presidentes en otros lados del mundo, por ejemplo: el alza de la gasolina, dejar de ser autosuficientes en el suministro de gas, lo que va a aumentar el recibo de gas en un 30%, el apoyo al dictador de Venezuela la cual hemos tenido que padecer, porque hemos sido testigos de cómo nuestros hermanos venezolanos han tenido que huir de su país y aguantar toda clase de penurias.

Adicionalmente, la destrucción del sistema de salud, los criminales que andan a sus anchas por el país sin recibir castigo, los partidos que se venden en el Congreso, a cambio de plata y puestos, y podríamos seguir porque la lista es larga.

Lo preocupante, es que a pesar de todo esto, preferimos ver a otro lado, somos una sociedad pasiva, adormecida que no reacciona, porque aprendimos a convivir con lo malo, que hasta parece parte de nuestra vida.

La pregunta es: ¿cuándo vamos a despertar?

Luigi Parra Forero

Esposo. Papá. Economista. Maestría en Economía
@UNALOficial. Docente Universitario. Escritor. Menos Estado. Menos Impuestos. (#LOML)

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