Es realmente triste, preocupante y hasta peligroso comenzar este inicio de crónicas mensuales con las que pienso continuar y enriquecer los contenidos de Al Poniente para los lectores del glorioso pueblo de Antioquia con una noticia tan desagradable como lo han sido la sistemática persecución, robo de información y seguimientos a Juan Felipe Moreno, presidente actual de la Asociación Colombiana de Comunicación Popular (ACCOP) -a la que me encuentro en proceso de ingreso-, materializados este pasado 12 de diciembre con graves implicaciones para el trabajo y actividades de esta joven organización juvenil que en menos de tres años ha logrado la articulación de diferentes expresiones de la comunicación como disciplina y estudio científico-profesional, capacitando y nutriendo nuevos liderazgos sociales no solamente en el Distrito Capital sino a nivel nacional, con transparencia y alto nivel de calidad educativa aprovechando las sinergias con la educación pública, la cooperación internacional y las buenas voluntades de grupos y personas. Quedarse callado ante el mal, simplemente es ser un cómplice.
“Ser moderno es ver fríamente la muerte ajena y no pensar nunca en la propia”
“La violencia no basta para destruir una civilización. Cada civilización muere de la indiferencia ante los valores peculiares que la fundan”
“Todo individuo que disguste al intelectual de izquierda merece la muerte”
Nicolás Gómez Dávila, filósofo y políglota colombiano. Cofundador de la Universidad de los Andes (1913-1994)
ESCOLIOS Y VERDADES
La realidad colombiana es tan horripilante que no da tregua ni para que resolvamos nuestros asuntos ni para que soñemos mundos mejores posibles. En este momento ha llegado a mí escribir ficción policial dada en las Islas del Rosario en Cartagena, o tal vez contribuir en las tareas de discusiones teorías sobre comunicación como disciplina que está dando la ACCOP -que en su desarrollo práctico ha construido y formado comunidades y liderazgos en saber comunicar, lo que han realizado instituciones como la Universidad de la Sabana al independizar en diferentes pregrados la Comunicación dando libertad a otras aplicaciones fuera del periodismo, incluyendo el ejercicio de las artes audiovisuales, siendo más completo el esquema de la ACCOP al incluir el arte urbano y en general las artes plásticas junto a las ciencias sociales en la ecuación-.
Esa realidad horrible nos hace vivir en el miedo todo el tiempo. El colombiano promedio -la mayoría-, y el colombiano crítico -nosotros la minoría- tenemos en común vivir con miedo desde la cuna a la tumba. Por eso, y en estos tiempos, la literatura, el teatro, la comedia -y la religión- han sido ingeniosas en manifestar la denuncia social o la ética del comportamiento humano a través de ejemplos ficticios como hechos históricos, pero reales en las circunstancias que muestran. “Fabulas y verdades” era el título de las muy conocidas fábulas del escritor y patriota Rafael Pombo (1833-1912). Así mismo, los anteriores escolios del maestro Gómez Dávila son citados aquí, porque necesito explicar mi punto muy bien.
Comunicado oficial de la Asociación Colombiana de Comunicación Popular-ACCOP del 13 de diciembre de 2024. Foto: X (antes Twitter) ACCOP
LA INDIFERENCIA DESTRUIRÁ AL PAÍS
El no responder ni ser solidario con las personas que pasan dificultades o que tienen su vida en riesgo es la mayor manifestación del miedo. Absolutamente nadie sabe cómo va a reaccionar ante una situación extrema, pero la reacción más predecible es la parálisis frente al miedo -muy diferente de huir, que no es cobardía sino la instintiva respuesta de supervivencia-. Esa parálisis se manifiesta frente a la natural indiferencia al daño propio, que llegará tarde o temprano por la indiferencia ante los demás.
Los tiempos que se avecinan en nuestro país revivirán épocas supuestamente ya superadas en nuestra historia reciente. Y procesos honestos de personas que demuestran en su acompañamiento a comunidades, en promover el pensamiento crítico y la capacidad de comunicar en las personas a través del aprendizaje permanente, las herramientas técnicas y nuevas tecnologías reconocer las voces, historias, diversidades y sucesos inherentes a las problemáticas sociales de cada territorio. Es el remanente positivo de las movilizaciones estudiantiles de 2011, 2019, 2020 y 2021 (y los que no ascendieron creyéndose o proclamándose en héroes o fundadores autoproclamados).
El escándalo mediático de la semana no nos puede poner ciegos frente a nuestra realidad ni a los que heróicamente desde diferentes formas de comunicación que unidas pueden encajar teóricamente en el concepto de comunicación popular (o de industrias creativas y culturales, nuevas narrativas digitales, radios disruptivas o el nombre que quieran). Las amenazas contra Juan Felipe Moreno, presidente de la ACCOP con un antecedente de seis meses con un claro atenuante en contra de su ejercicio gremial y periodístico debe ser una prioridad para la justicia colombiana, que no funcionará si no existe una presión social por parte de quienes nos representan como la ACCOP en ese deseo para que en el periodismo colombiano reinen la pulcritud administrativa, la ética profesional y el sentido de visión de Estado y sociedad desde un punto de vista ideológico, sin que esto implique el sectarismo, la discriminación, la nulidad del otro ni el discurso (¿práctica?) del odio.
Serán las autoridades quienes digan qué hay detrás de esto, pero sea quien sea el actor criminal responsable de este acoso, pagará tarde o temprano por sus crímenes si no se detiene. La violencia no es suficiente para destruir el ímpetu y el talento. Somos una sola persona los miembros de la ACCOP y en general, quienes creemos en el periodismo independiente, la administración honesta y la ética profesional, somos la mayoría de comunicadores independientes. ¿Hay suficientes cupos para nosotros en las cárceles o cementerios de su codicia?.
La ACCOP no está sola. Ni sus directivos, miembros ni medios. Desde aquí total respaldo, apoyo y más allá de este desafortunado suceso, habrá mucho más insumo para crecer y ser un ejemplo de éxito en los caminos infinitos de creatividad y conciencia social que dan posibilidades a este maravilloso oficio, estudio y profesión de la comunicación.
¡SOLAMENTE UNIDOS VENCEREMOS!
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