Persecución institucional y atentado a la democracia

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“El gobierno Petro se ha propuesto, sistemática y deliberadamente, en perseguir a las instituciones democráticas de Colombia, en especial a la Registraduría. Al día de hoy no se sabe si van a ver elecciones en el 2026”


 El presidente Gustavo Petro se ha empeñado en perseguir todo aquello que no le gusta de la democracia colombiana y que considera una piedra que le aprieta en el zapato para sus negras intenciones. Con esto pone en grave riesgo la continuidad de la democracia de Colombia.

A través de la Superintendencia de Industria y Comercio – SIC – el gobierno de Colombia empezó una andanada de acciones inquisidoras contra la Registraduría Nacional del Estado Civil – RNEC – lo cual es tan peligroso como un golpe de estado. Es la RNEC quien organiza, vigila y cuenta lo votos.

Que el gobierno de Petro esté minando la legitimidad de la RNEC es peligroso, pero es más intimidante que el gobierno que habló y habla de democracia quiera cercenarle al pueblo su derecho de elegir su próximo gobernante. Meterle mano al ente registrador es un atentado a la democracia que se traduce en un golpe a las instituciones de un país democrático.

El país está descuadernado, no tiene un norte claro, los ciudadanos se sienten desprotegidos y expensas de los criminales que en este gobierno se sienten felices y seguros. Colombia está tan mal que tiene un presidente que le gusta entablar diálogo con los peores criminales que con los individuos que no le hacen daño al país.

Pero a Gustavo Petro no le basta con perseguir a la entidad encargada de las elecciones en Colombia, sino que también quiere formar una empresa pública de propaganda hablando mal y deslegitimando a los medios de comunicación del país. A Petro no le gusta una prensa que investiga, que critica, que controla, que fiscaliza, que pone sobre la mesa casos de corrupción, en otras palabras, a Petro les gusta una sociedad arrodillada a sus dementes delirios de dictador.

La prensa en el país, la verdadera, no la que le hace apología al gobierno, está amenazada por el gobierno Petro. Puso a la Fiscalía General de la Nación como ente inquisidor contra la directora de Revista Semana, del mismo modo, este ente no investiga los casos de corrupción que comprometen al gobierno, en donde parece, que quieren que prescriban y queden en la impunidad. Eso es, el gobierno de Petro no le gusta la prensa libre ni la justicia.

Los individuos que viven en Colombia, es decir, los ciudadanos debemos estar apercibidos de esta realidad. No podemos perder de vista que vivimos bajo un régimen que no le gusta la democracia ni los procedimientos democráticos – a pesar de que ganó con esos mismos.

– y que está haciendo todo lo posible por todos los frentes en acabar con las instituciones como las conocemos y que en vez de mejorar el país ha emporado.

No quiero ser “ave de mal agüero” y ojalá que lo que escribo aquí como una especie de “pronóstico” NO se cumpla. Es mejor para Colombia que en 2026 haya elecciones libres y democráticas y que la decisión de la mayoría de los individuos se respete y, también, que los criminales de este gobierno vaya ante la justicia una vez salgan del poder.

Colombia debe empezar a comportarse como un país serio y respetable y no seguir en el circo y la payasada en que está hoy gracias al incapaz de Gustavo Petro y sus esbirros.

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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