Nuestro columnista Jhon Jairo Armesto T., desde Bogotá durante la cobertura del Influencer LATAM Summit 2024 en la Universidad EAN, ha logrado una entrevista con Stibaliz Vanegas, miembro de la Comunidad de San Egidio, congregación católica de laicos creada en Italia en 1968 bajo la renovación traída por el Concilio Vaticano II donde se pedía a los fieles una evangelización conectada con las realidades de las poblaciones vulnerables y la solución a las causas de los conflictos sociales. Conoceremos sobre su trayectoria, labor social e intermediación para el logro de los procesos de paz del Gobierno Nacional con actores armados aún activos en el territorio nacional.
AL PONIENTE (AP): Volvemos a los especiales y perfiles de Al Poniente, de Rionegro, Antioquia, para todos nuestros lectores de manera exclusiva de todo el contenido periodìstico, que más allá de algo que sucede en Cali, está muy fuerte en todo nuestro país, sobre todo aquí en Bogotá, la capital. Y para nuestros escuchas de Spotify y de las plataformas de audio, la séptima edición de Colombia Nueva News, en su primer episodio estaremos después del 5 de noviembre. Para nuestros lectores un poquito más temprano. Hoy estamos aquí en la Universidad EAN en Chapinero, mi ecosistema natural con la representante de una organización que cuando se escucha su nombre en Colombia inspira admiración, y significa todo lo positivo a lo que debemos aspirar todos los seres humanos. Dignidad, igualdad, respeto, solidaridad, pero sobre todo paz. Es la Comunidad de San Egidio que está presente en Colombia trabajando por las comunidades más vulnerables, y sobre todo luchando para que ese anhelo de la paz deje de ser un anhelo y se convierta en una realidad para todos los habitantes de nuestro territorio, no solo aquí, sino a nivel mundial, en especial en nuestra región, en América Latina. Estamos con Stibaliz Venegas, representante de la comunidad de San Egidio en Bogotá, que junto a un maravilloso equipo de trabajo de diferentes personas que vienen de diferentes partes del país y del mundo se dedican a servir a Dios sirviendo a los demás, especialmente a los más necesitados. Bienvenida a Al Poniente, qué gusto.
STIBALIZ VANEGAS (SV): ¿Cómo estás Jhon? Muchas gracias por esta invitación. Nosotros somos de la comunidad de San Egidio, una comunidad que trabaja con los más pobres. Una comunidad que va hacia las calles, a caminar y a encontrar las realidades.
AP: Hay muchas personas que puede que no estén familiarizadas o no sepan de la existencia de la comunidad. Por favor cuéntanos un poco sobre la comunidad. Cómo comienza, cómo llega a América Latina, cómo es esa conexión con la estructura de la Iglesia Católica en Italia.
SV: Pues la Comunidad nació en 1968. La Comunidad como dices nace en Italia. Luego en algún tiempo empezó a nacer en San Salvador (capital de El Salvador),y de ahí empezó a nacer en Centro América y de ahí pasó a Suramérica. Entonces estamos hace veinte años en la Comunidad. La Comunidad ha tenido un gran lazo con la Iglesia Católica porque somos laicos, nació por el Concilio Vaticano, cuando los laicos podíamos tener acceso a la Biblia, pero también podríamos ir a las periferias. Andrea Ricardi, que es el fundador de la Comunidad, era un jóven estudiante que una vez hubo este Concilio, pudiendo tener acceso a la Biblia, al Evangelio, empezó a ver cómo hacemos, porque la Biblia nos pide que amemos a nuestros hermanos, pero nos pide también que hagamos un poco más, que salgamos. Entonces él empieza a salir a las periferias y empieza a ir a las chabolas que hay en Roma, donde hay unos niños, donde encuentra unas realidades, y allí empieza a ver las necesidades de un mundo que sufre y que actualmente sigue gritando, pidiéndonos también auxilio; que son callados en la sociedad, que son excluidos. Aquí en Bogotá, tenemos diferentes servicios, estamos con las comunidades indígenas, entre ellas la comunidad emberá, y nos damos cuenta de cómo son excluidos, explotados, lejos de nuestra realidad. Hace poco tuvimos una misión, donde nos dimos cuenta de que realmente como estas personas, estas familias están sufriendo de hambre, no hay oportunidades. No hay nada como estar allí para imaginarnos un futuro diferente para ellos. Pero no solo con los emberá, sino con los migrantes, con los habitantes de la calle y con los ancianos. A partir del trabajo con los más pequeños, se hace el trabajo por la paz. Esto es muy importante porque entendiendo las realidades sociales, entendiendo lo que se vive, trabaja por la paz. Entonces la Comunidad empieza a tener diferentes negociaciones de paz en el mundo, por eso es tan importante y es mediadora. Pero es un mediador especial, porque no es ni político ni económico, su único interés es la paz. Nosotros no podemos resignarnos a la guerra, decimos no a la guerra, pensar que la paz siempre es posible. ¿Y es posible cómo? Es posible a través de las diferentes situaciones que vivimos, las diferentes realidades en las que estamos. Ser atentos, tener una mirada atenta y también tener una custodia a los demás, a los hermanos, es muy importante esto.
AP: Hablaste un tema importantísimo para todos los colombianos y es cómo la Comunidad ha ayudado a la paz, mediando en los diálogos con los diferentes actores armados de este Conflicto, de esta larga historia de muchas décadas que tenemos de situaciones difíciles de violencia que han afectado sobre todo a las comunidades más alejadas y más vulnerables, pero a todo el país en general. Digamos concretamente con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que tiene una tradición, una historia, un origen ideológico muy cercano a la interpretación de la Teología de la Liberación en sus orígenes que facilita el diálogo con una organización que hablan en el lenguaje católico de la tolerancia, de la paz, del amor. ¿Cómo ha sido ese trabajo? Y sobre todo, que tiene San Egidio que no tienen otros actores de poder acercarse a personas de un trato difìcil y que puede ser hasta peligroso para otros actores,y ustedes pueden acercarse de una manera tan tranquila y son aceptados por los actores más radicales y violentos y eso hace parte del cariño y el aprecio que todos los sectores sin importar la orilla política sienten por la Comunidad.
SV: Mira, hay un trabajo muy importante que hace la Comunidad y es hablar con todos. La Comunidad, por ejemplo, es católica, pero habla con todas las instituciones, con todas las religiones. Hace poco, hubo en París un encuentro que se llama “Imaginar la Paz”, donde habìan judíos, musulmanes, ortodoxos, estaban también ortodoxos rusos allí también que firmaban también la paz, aunque ellos crean en una ideología de la guerra, en una ideología no con la paz. Entonces, la Comunidad es astuta, la Comunidad tiene un método muy importante que es ser manso como una paloma, y astuto como una serpiente. Como Comunidad empiezan los diálogos de paz, pero también empiezan a interesarse por los demás. Para nosotros todos son importantes, y para nosotros con todos estamos. Para nosotros nadie es más que otro, nunca una institución es más que otra. De esa manera la Comunidad va hasta allá a dialogar con los demás, a estar con los otros, pues es muy importante para la Comunidad es que no hay prejuicios para ninguno, para un condenado a muerte, si no hay prejuicio para él, mucho menos para una guerrilla, para una persona que ha tenido muchas dificultades, porque detrás de cada persona hay una historia y un rostro. Entonces la Comunidad no está en el método de ofender a uno o a otro, sino de ser mediadores. Entonces eso nos hace escuchar a las dos partes.
AP: Ustedes están enfocados en muchos frentes, en especial en actividades con diferentes poblaciones como adultos mayores, habitantes de calle, realizando jornadas de llevar comida, de llevar afecto, de brindar palabras de aliento a los habitantes de calle en diferentes partes de la ciudad. Ustedes también trabajan con adulto mayor. Cuéntanos un poco de esas actividades tan lindas.
SV: La Comunidad se encuentra en diferentes lugares, prestando diferentes servicios. Hay una casa, una sede que es de la Comunidad que queda en la Carrera 26 No. 39-21, en el barrio La Soledad, esa es la sede. Allí hay muchos servicios: hay un servicio de duchas, hay comidas itinerantes, pero también se abren las puertas y hay un comedor. Hay otros espacios como el Comedor de San Victorino, que se abre todos los domingos a más de cien amigos de la calle, y allí vienen las personas, estamos junto a ellas. La mayoría son ancianos. Estamos preocupados por la soledad y el abandono de los ancianos que vemos en las calles, sin ninguna atención, sin ninguna ayuda ni ninguna protección. Estamos mucho con ellos, de qué manera conseguirles una casa, un lugar donde ellos puedan descansar en sus últimos días nuestros ancianos. Estamos con nuestras familias recicladoras migrantes, donde los ayudamos también con el Consultorio Jurídico de la Universidad de los Andes a tener sus papeles. Una vez tienes tus papeles, puedes trabajar, tus hijos pueden estudiar, pueden tener una vida digna. La ilegalidad se combate con la legalidad. Y esa legalidad transforma la vida. La Comunidad ha estado ahí principalmente para cambiar estas realidades. Digamos (sic) tenemos las Escuelas de la Paz en los barrios La Concepción que queda por el 7 de Agosto, en el barrio San Martín arriba de la Universidad Javeriana y en la Casa de la Esperanza, son otros lugares donde están las Escuelas de la Paz donde los niños (sic) los enamoramos de estudiar, porque creemos firmemente que el estudio libra de peligros como la drogadicción donde es clave estudiar. La Comunidad tiene un método donde somos sus hermanos y los acompañamos en todo el proceso de su vida y su estudio.
AP: ¿Cómo desde otras regiones de Colombia, en este caso desde Antioquia, las personas que quieran colaborar con su tiempo, recursos, con donaciones a la Comunidad y sus actividades. ¿Qué pueden hacer las personas que no se encuentran en Bogotá o cerca de Bogotá?
SV: Pueden comunicarse conmigo, o pueden comunicarse con la Comunidad a través de la cuenta @sanegidiobog en Instagram, y ver la manera en que podamos trabajar en esta zona que no está en Antioquia, pero se puede ver qué se puede hacer, a dónde ir. Ya en Bogotá, nosotros tenemos una cuenta bancaria, pues nos pueden preguntar en Instagram, nos pueden hacer la pregunta. Pueden escribir a mi celular +57 321 429 8870. Recibimos donaciones de ropa, cobijas, libros, cuadernos, recibimos mucha ropa de hombre porque en las calles lo que más habita son los hombres, y poco adicionando al punto anterior, hay un nuevo servicio en Bogotá, en la Universidad EAN, es el punto de encuentro para los viernes salir a las calles a repartir comida, entonces en ese punto nos podemos encontrar todos los viernes, pero también en los otros puntos de la Casa de la Esperanza o de San Victorino. Entonces la mayoría de personas son hombres, nos pueden enviar la ropa o podemos irla a recogerla para poder ir por estos útiles e insumos que necesitamos.
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