Si descubrimos Gas pero no el suficiente: vamos para una dependencia estructural

El Gas en la industria petrolera ha sido visto como un elemento residual que permitía terminar de cuadrar caja en yacimientos de hidrocarburos ricos en gas. Sin embargo, hoy este energético ha venido cobrando valor dadas sus bondades en términos de su uso y bajo nivel de emisiones contaminantes.

Después de décadas de quema indiscriminada, Colombia comenzó a utilizar masivamente este recurso a mediados de los años 90. Gracias a esto, el país logró reducir el consumo excesivo de leña en diversas regiones y de keroseno (Cocinol) en Bogotá. Este programa de masificación fue posible gracias al descubrimiento de los yacimientos de la Guajira: Ballena Chuchupa y Riohacha. Luego las reservas de gas condensado del Piedemonte llanero colombiano vinieron a respaldar el sistema energético del país en el cual el gas es hoy un vector determinante para cocción en hogares, sector industrial, sector transporte y en la generación eléctrica, donde actúa como respaldo de la energía hidráulica.

En la actualidad, Colombia extrae aproximadamente 1.800 millones de pies cúbicos y se comercializan 1.200 millones de pies cúbicos. Los 600 millones restantes son utilizados por Ecopetrol en operaciones internas.

La relación reservas/Producción que es un indicador que permite saber el tiempo que se puede tener disponibilidad de este recurso, al ideal que las reservas y las incorporaciones son presentadas en la gráfica siguiente:

En el caso de la generación eléctrica en Colombia, el aprendizaje del apagón del año 1990 nos permitió entender que ante fenómenos del niño cada vez más intensos, el país debería tener un respaldo confiable y firme al sistema de generación hidráulico. Es así como el gas natural ha permitido garantizar el abastecimiento eléctrico en temporadas de sequía., para evitar nuevos apagones; convirtiéndose así en un soporte vital para el sistema de generación eléctrico nacional.

La política del actual gobierno es acertada en el sentido de buscar tener un sistema mas robusto en el cual se puedan tener diversas fuentes de respaldo a la generación hidráulica además del gas natural. Pero es equivocada, cuando se propone que el país debe dejar de lado los combustibles fósiles, cuando estos son un complemento que permiten energía en firme en un país cuyas emisiones son bastante bajas y cuyo peso en el contexto mundial es despreciable; menor de 0,5%. Además, las fuentes Eólica y Solar no son energía en firme dado que dependen de que existan corriente de viento y radiación solar; por lo cual deben usarse de forma combinada con una fuente de recursos que siempre esté disponible.

En la siguiente tabla se muestra una relación entre el tamaño del yacimiento y el tiempo de agotamiento. También se puede verificar el orden de magnitud de las inversiones y las tasas de extracción

Tamaño

(Tera pies cub)

Costo proyecto

MMUS$

extracción diaria MMPcd Tiempo de recuperación de la inversión

(Años)

Tiempo Agotamiento

(Años)

0.5 700 80 6 17
1 1200 120 7 23
2 1800 240 5 22
3 3500 480 5 17
6 5000 1000 4 16
12 10000 2000 3 16

Tabla 1 Tamaños de Yacimientos, inversiones y tiempos de agotamiento y recuperación de la inversión

Fuente: Propia

En esta tabla se puede observar cual seria el tiempo de agotamiento para 6 descubrimientos hipotéticos con las respectivas inversiones y los tiempos de recuperación de la inversión. A partir de este resultado se van a escoger tres hipotéticos descubrimientos: de 2 de 6 y de 12 teras y se muestra en la siguiente grafica como seria el panorama de disponibilidad de gas para el país considerando que el consumo anual crece a un ritmo de 3% anual y las reservas caen a un ritmo de 4% anual. Además, se asume que los descubrimientos solo permitirán adicionar volúmenes extraídos a partir de 2028 y 2030.

En la grafica se puede observar la curva de demanda (roja) comparada con cuatro curvas de oferta de gas: 1) el agotamiento de reservas actuales (con una caída de 4% anual, curva naranja), 2) La curva actual de reservas con la misma tasa de agotamiento más un aumento de reservas de 3 tera pies cúbicos por un descubrimiento que aportaría el gas a partir del 2028 (curva azul oscura discontinua), 3) La curva actual de reservas con la misma tasa de agotamiento más un aumento de reservas de 6 tera pies cúbicos por un descubrimiento que aportaría gas a partir del 2028 (curva verde oscura) 4) La curva actual de reservas con la misma tasa de agotamiento más un aumento de reservas de 12 tera pies cúbicos por un descubrimiento que aportaría gas a partir del 2030 (curva azul clara). Las gráficas serán las siguientes:

Como puede verse en la grafica para lograr un escenario en el cual el país pueda tener tranquilidad a largo plazo en cuanto al suministro de gas que se adicione a partir de 2032, el país deberá descubrir yacimientos de gas cuyas reservas sean superiores a 12 TeraPiesCu; es importante tener en cuenta que el mayor yacimiento de gas descubierto en Colombia es del orden de 4 Tera PCu. Estos volúmenes podrían encontrarse en las rocas no convencionales del Magdalena Medio o en las estructuras geológicas que se sitúan costa afuera donde los tipos de yacimientos factibles son de mayor capacidad de almacenamiento.

Teniendo en cuenta que Petrobras ha anunciado un descubrimiento que han llamado Sirius de orden de 6 Tera Pies cúbicos de gas. En este ejercicio se graficaron las reservas adicionadas para tres escenarios de adición de reservas: La mitad del descubrimiento anunciado (medio Sirius), Un volumen igual al anunciado (un Sirius) y un volumen igual al doble de lo anunciado (dos Sirius). La curva roja representa la demanda de gas en el país, y la única curva que la intercepta es la de un yacimiento con el doble de tamaño que el descubierto por Petrobras (Sirius). Esto significa que debemos encontrar otro yacimiento del mismo tamaño del anunciado y desarrollarlo para iniciar la extracción en 2030, lo cual exige un esfuerzo muy grande en inversión y mejora de condiciones de inversión. Sin embargo, incluso en ese escenario, la autosuficiencia solo se alcanzaría en 2033 y volvería a perderse en 2036.

Por lo tanto, nos enfrentamos a un déficit estructural de gas que solo podría superarse con descubrimientos significativamente mayores a los que se han anunciado. Para garantizar el suministro de gas propio durante los próximos 30 años, se requerirían inversiones de entre 25 y 30 mil millones de dólares, que garanticen encontrar entre 30 y 40 Tera pies cúbicos de gas; además de encontrar socios interesados en explorar gas.

Las consideraciones realizadas indican que solo se puede contar con el 50% del gas descubierto, ya que este sería extraído en sociedad, y a Ecopetrol le correspondería únicamente la mitad. El socio, propietario del otro 50%, tendrá la libertad de decidir qué hacer con su parte del gas: podría venderlo en el país a precios internacionales o exportarlo. En el caso de Petrobras, parece haber interés en encontrar gas debido a sus necesidades de consumo. Brasil sería un excelente socio en este contexto, dado su avanzado desarrollo tecnológico en operaciones de extracción en el mar y sus altas demandas de gas natural barato.

Es crucial informar de manera clara al país sobre la situación actual y los escenarios que enfrentaremos en el futuro. Siendo honestos, la responsabilidad no recae por completo en el gobierno actual, aunque sí en gran medida, dado que, desde el inicio de su mandato, el país necesitaba tomar un rumbo opuesto a las políticas que se han implementado hasta ahora:

  • Era necesario llevar a cabo el piloto de “no convencionales”.
  • En lugar de retrasar las licencias ambientales, debieron agilizarse.
  • En lugar de prolongar las consultas interminables con las comunidades, era esencial sensibilizarlas y hacerlas parte de la solución, en vez de parte del problema.
  • En lugar de un discurso antiempresarial, se debían enviar señales de tranquilidad al sector energético y al mercado.
  • En lugar de postergar nombramientos en la CREG, era urgente acelerarlos.
  • En lugar de demorar los puntos de conexión y las líneas colectoras, era necesario gestionarlos con rapidez.
  • En lugar de fomentar la cultura del no pago y prometer energía gratuita, era fundamental promover una cultura del pago y la conciencia sobre el uso eficiente de la energía.
  • En lugar de enfocarse en una transición energética, el país necesita una expansión energética con baja huella de carbono que garantice energía a precios competitivos para avanzar hacia la industrialización.

Como puede apreciarse, la política del gobierno ha sido bastante desacertada, resultado de un diagnóstico basado más en ideología que en conocimientos técnicos. Esta visión, aunque popular para ganar votos con consignas atractivas como «salvar el planeta» y «oponerse a los imperios de los combustibles fósiles», no se traduce bien en la realidad del gobierno. En la práctica, lo que realmente se necesita es garantizar a la población energía de calidad y a precios asequibles.

En el caso del gas natural, el panorama es sombrío y parece empeorar. El gobierno no ha comprendido que partió de diagnósticos erróneos, ignorando los grandes esfuerzos que el país ha realizado para alcanzar el sistema energético actual, donde el gas natural es un vector energético determinante, que permite la cocción a precios muy bajos, garantiza el respaldo a la generación hidráulica y es una alternativa vital para el transporte y la industria. Con las políticas energéticas del gobierno actual, podríamos decir que hemos acelerado varios años el fin del gas y de la energía de bajo costo, sometiendo a la sociedad a una energía cara que golpea mas fuerte al bolsillo de los mas pobres.

Sergio Hernando Lopera Castro

Profesor Asociado Facultad de Minas
Universidad Nacional de Colombia.

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