Periodismo para la paz en Colombia: Un camino hacia la reconciliación

“El periodismo para la paz es, hoy, una necesidad en Colombia, un país que busca dejar atrás los vestigios del conflicto y avanzar hacia la reconciliación.”


Empiezo diciendo que, como estudiante de comunicación social y periodismo, considero importante desde mi formación y criterio propio, hablar de un periodismo que vaya enfocado hacia la búsqueda de la paz. Esta última, no debería ser tarea de unos cuantos sectores de la sociedad, sino que, por el contrario, debería ser tarea de todos, buscar la unión en la construcción de una sociedad en paz.

Y hablar de una sociedad en paz, no implica comprender una sociedad sin ninguna clase de conflictos, dilemas y diferencias sociales, pues en toda sociedad democrática son aspectos que no faltan. Hablar de una sociedad en paz, es, para mí, hablar de una sociedad que sepa convivir a pesar de los conflictos, dilemas y diferencias, siendo estas conllevadas a partir del dialogo social y la hechura de acuerdos y pactos sociales promovidos, por qué no, desde los distintos poderes.

Y es acá donde entra el periodismo, pues es también conocido desde el siglo XIX como el cuarto poder. Este abarca los medios de comunicación y la prensa, sector que desde su época de fundación fue dotado de gran poder o influencia en los asuntos sociales y políticos de un país. Se le denominó “Cuarto poder” porque en su momento tuvo tal relevancia que se colocó junto a los tres poderes del Estado: el poder ejecutivo, el poder legislativo y el poder judicial.

El periodismo en la construcción de paz en Colombia

Históricamente el periodismo ha desempeñado un papel crucial en la historia de Colombia, siendo testigo y cronista de los momentos más oscuros y esperanzadores del país. Colombia es una nación marcada por más de siete décadas de conflicto armado interno, el periodismo ha sido tanto un reflejo de la realidad como un actor en la construcción de narrativas de poder, violencia y reconciliación. Por esto, planteo acá la posibilidad de empezar a hablar de un periodismo enfocado específicamente en la tarea de construir la paz.

El periodismo para la paz es, hoy, una necesidad en Colombia, un país que busca dejar atrás los vestigios del conflicto y avanzar hacia la reconciliación. Estoy seguro de que, en este camino del periodismo, no somos pocos quienes pensamos y nos preocupamos por la construcción de una sociedad que pueda dejar atrás sus asperezas y empiece a crear narrativas que le permitan retomar su reconciliación para tomar así el camino hacía la construcción de la paz.

Y para esto es necesario también hablar un poco de la historia del periodismo en el país.

Historia del periodismo en Colombia: Tradición, posturas y polémicas

El periodismo colombiano tiene una larga tradición que se remonta a los albores de la independencia. En sus inicios, los periódicos fueron herramientas políticas, con la misión de divulgar ideas de libertad y progreso. Sin embargo, con el tiempo, el periodismo en Colombia se fue consolidando como una institución poderosa, ligada a los intereses políticos y económicos de las élites.

Durante el siglo XX, los principales medios de comunicación en Colombia, como El Tiempo, El Espectador, El Siglo, RCN y Caracol Televisión, crecieron como plataformas hegemónicas que, en muchas ocasiones, sirvieron a los intereses de los gobiernos de turno. Esto generó lo que hoy denominamos como un “periodismo tradicional”, enfocado en una cobertura superficial de los hechos y la reproducción de narrativas oficiales, muchas veces sin profundizar en las causas estructurales de los problemas del país.

Esto es lo que yo he decidido llamar acá, una crisis del periodismo. El periodismo existe en la sociedad para incomodar. Para incomodar a los demás poderes ejerciendo vigilancia y control. Por algo lo llaman también “la voz del pueblo”. Pero si por el contrario, el periodismo no incomoda cumpliendo su papel fundamental en la sociedad, este es un periodismo que entra en una crisis.

Esta crisis en el periodismo traza un punto de giro importante en la historia de este oficio. Pues es gracias a esta crisis, generada y provocada por el periodismo tradicional y su mal manejo de la información la que permite que con el pasar de los años, surjan medios independientes que planteen una alternativa a este modelo hegemónico.

Y es aquí donde en un principio medios como La Silla Vacía, Cambio, Noticias Uno, entre otros, comenzaron a apostar por un periodismo crítico, comprometido con la verdad y con la representación de las voces históricamente silenciadas. Estos medios desafiaron las narrativas oficiales y comenzaron a visibilizar las injusticias sociales, las dinámicas del conflicto armado, los escándalos de los tres primeros poderes, los del estado, entre otros problemas sociales desde una perspectiva más inclusiva y profunda.

Es en la segunda década del siglo XXI que empiezan a aparecer y ser más visibles los denominados “Medios de comunicación independientes” en Colombia. Estos llegan como una alternativa de información al vacío creado por lo medios hegemónicos, que en algún momento de su historia dejaron de servir a la sociedad incumpliendo su papel de informarla sobre la búsqueda de la verdad. Es decir, el momento de la fractura de la relación entre los medios hegemónicos y la sociedad se da cuando estos empiezan a ocultar información y manipularla para encubrir poderes económicos y políticos constituidos como elites intocables.

Hay un momento en la historia de este país, en que gran parte de la sociedad empieza a sospechar que lo que le están diciendo los medios de comunicación tradicionales, no es del todo verdad y están ocultando cosas. Y a la misma vez hay unos pocos lideres políticos, que no han llegado jamás al poder porque nadie confía en ellos, que coinciden en que esas grandes esferas del poder, junto con esos grandes medios de comunicación, no están diciendo del todo la verdad y están ocultando cosas.

Este es el inicio de la crisis, una ruptura en la relación entre sociedad y medios de comunicación, que deja una pequeña luz de desconfianza. Esta pequeña luz, con el tiempo empieza a crecer tanto, que para gran parte de la sociedad empieza a ser inocultable y se convierte en una gran crisis de credibilidad para los medios de comunicación tradicionales.

Producto de esta crisis, nacen y empiezan a surgir los medios de comunicación independientes, y para finales de la segunda década del siglo XXI hasta el momento, se muestran como la gran revelación. Una alternativa de comunicación que busque en realidad incomodar a los poderes oficiales del Estado y busque vigilarlos y generar de una u otra forma una especie de control social.

Esta nueva alternativa de la comunicación, logra vencer el discurso del odio y de la guerra seguido por los medios de comunicación tradicionales y se empieza a preocupar realmente por construir la paz. Podemos afirmar, también, que es el periodismo independiente, el que empieza a proponer un periodismo para la paz en Colombia.

La necesidad de un periodismo para la paz en Colombia

Con esta introducción puedo dejar ya claro, que es necesario y fundamental la consolidación de un periodismo para la paz en Colombia. Para entender esta necesidad, es fundamental reconocer el contexto del país. El conflicto armado colombiano ha dejado más de 9 millones de víctimas entre muertos, desplazados y desaparecidos, según datos de la Unidad para las Víctimas (2023). En un país donde las heridas del pasado aún están abiertas, el periodismo tiene la responsabilidad de ayudar a sanar esas heridas, visibilizando las historias de las víctimas, los procesos de reconciliación y los esfuerzos por la justicia transicional.

Un periodismo que abogue por la paz no puede limitarse a ser un observador pasivo. Debe ser un actor activo en la construcción de una narrativa de reconciliación, promoviendo el diálogo entre las partes en conflicto, dando voz a las víctimas y visibilizando las historias de superación y perdón. El periodismo debe ir más allá de contar historias de dolor; debe narrar las historias de aquellos que, a pesar del conflicto, buscan reconstruir sus vidas y sus comunidades.

Uno de los ejemplos de periodismo que a mí más me gusta, es el trabajo de Jesús Abad Colorado. El periodista colombiano que se ha dedicado por décadas a fotografiar el conflicto armado en Colombia. Su trabajo por años se ha caracterizado por dar visibilidad a las víctimas del conflicto, pero con un enfoque profundo y humano, contando cada historia y testimonio de las víctimas. Su trabajo periodístico se ha caracterizado también por hacer un acompañamiento a las víctimas en sus momentos más difíciles, pero ahí no acaba todo, en su trabajo periodístico El Testigo (2018), no sólo mostró su trabajo periodístico y fotográfico, sino que se dedicó a buscar a cada víctima que había fotografiado varios años atrás durante el cubrimiento periodístico de varios de los hechos mas dolorosos del conflicto armado en Colombia, y volvió a contar cada una de estas historias para saber cómo habían superado el dolor de la guerra. Su motivación fue y ha sido por años, buscar la paz. Lo ha hecho dando visibilidad al dolor que conlleva la guerra, y sus esfuerzos por buscar la paz han sido reconocidos.

Colombia pasó por un proceso importante en el 2016. El Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno colombiano y las FARC en 2016 marcó un hito histórico, pero también evidenció la necesidad de un periodismo que no sólo informe, sino que contribuya activamente a la construcción de la paz. En este contexto, el periodismo tiene el poder de transformar las narrativas de violencia en relatos de esperanza, creando espacios para el entendimiento y el diálogo.

Aunque el papel de los medios de comunicación independientes y las redes sociales fueron fundamentales para dar a conocer el contenido de este acuerdo y sus mecanismos, también es cierto que este proceso estuvo plagado de varios episodios de desinformación que no fueron aclarados o combatidos por los medios de comunicación hegemónicos.

En este punto de la historia de Colombia, se evidenció aún más la necesidad de la presencia solida de un periodismo para la paz. Un periodismo que tenga como fin principal educar y comunicar a la sociedad la importancia de la paz como construcción social. Esta última como un mandato de la misma constitución política.

El rol fundamental del periodismo para la paz en la sociedad colombiana

El periodismo para la paz en Colombia no se trata sólo de informar sobre acuerdos y negociaciones, sino de crear espacios de diálogo y visibilizar las historias que suelen quedar en la sombra. Los medios de comunicación tienen el poder de influir en la opinión pública, moldear percepciones y, en última instancia, contribuir a la creación de un tejido social más inclusivo.

Un ejemplo claro de este enfoque es el trabajo del medio independiente La Silla Vacía, que ha dedicado múltiples investigaciones a temas como la justicia transicional, los desplazados internos y las iniciativas de reconciliación en las zonas más afectadas por el conflicto. Este tipo de cobertura permite no solo a los colombianos, sino a la comunidad internacional, entender los retos y logros en la búsqueda de la paz.

Sin embargo, los medios no sólo deben informar, sino también dar voz a las víctimas, las cuales han sido invisibilizadas durante años. Contar sus historias de resiliencia, de perdón y de reparación es esencial para que la sociedad pueda avanzar hacia la reconciliación. El Centro Nacional de Memoria Histórica, pro ejemplo, ha documentado miles de testimonios de víctimas del conflicto armado; qué bueno seria que el periodismo puede ser una plataforma para amplificar estas voces, esto teniendo en cuenta el contexto del periodismo como un poder amplificador e influyente en la sociedad.

La ética periodística y su relación con el periodismo para la paz

El periodismo ético es la columna vertebral del periodismo para la paz. En un contexto tan complejo como el colombiano, donde las divisiones sociales y políticas están tan arraigadas, los periodistas tenemos la misión de adherirnos a los principios éticos fundamentales: la veracidad, la independencia y el respeto por la dignidad de las personas. La ética periodística exige que los periodistas no sólo informemos de manera precisa y equilibrada, sino que también asumamos una postura responsable frente a las consecuencias de nuestros reportajes.

En este contexto se hace necesario un periodismo que sea consciente de su función y su papel dentro de la sociedad. Un gran problema que enfrentan muchos periodistas y medios de comunicación, es que quizás no dimensionan la magnitud de su poder y buscando proteger sus propios intereses dejan de lado su ética profesional y manipulan la información al antojo de las elites políticas y económicas que buscan manipular la información a u conveniencia.

Por ello, uno de los mayores retos para los periodistas en Colombia es encontrar un equilibrio entre contar la verdad y no revictimizar a las víctimas o generar nuevas tensiones. Esto requiere un enfoque periodístico que no se centre en la espectacularización de la violencia, sino que promueva un entendimiento profundo de las dinámicas del conflicto y los esfuerzos por la paz.

El papel de los medios independientes y hegemónicos en la construcción de paz

Tampoco pretendo acá estigmatizar del todo a los medios de comunicación hegemónicos. En la construcción de paz, tanto los medios independientes como los medios hegemónicos juegan un papel crucial, pero con enfoques muy distintos. Los medios independientes, al no depender de los intereses de grandes corporaciones o grupos políticos, tienen mayor libertad para investigar y contar las historias que a menudo son ignoradas por los medios masivos.

Un ejemplo de esto es Noticias Uno, que ha mantenido una línea crítica e independiente, informando sobre violaciones a los derechos humanos y cubriendo el conflicto desde una perspectiva que privilegia los derechos de las víctimas. Por su parte, los medios hegemónicos, como Caracol o RCN, tienen un alcance masivo, pero muchas veces se ven condicionados por las agendas políticas o comerciales de sus propietarios, lo que limita su capacidad de abordar ciertos temas de manera crítica.

La solución más viable para mí es llegar a un acuerdo social que permita trazar de nuevo unas líneas claras sobre la ética periodística y permita trazar de nuevo parámetros que se amolden a las necesidades y cambios que trae la sociedad con el paso del tiempo. Se requiere de una voluntad política por parte de los dueños de los grandes medios de comunicación, aunque es bien sabido que sus intereses políticos y económicos no se alinean con la ética periodística. Allí radica la importancia de que el periodismo cumpla su función de una forma libre e independiente, sin ninguna clase de presión política o condicionamiento económico.

Retos actuales del periodismo para la paz en Colombia

El periodismo para la paz en Colombia enfrenta varios retos. Uno de los más graves es la censura y las amenazas a la libertad de prensa. Según la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), en 2023, Colombia sigue siendo uno de los países más peligrosos para los periodistas, con varios casos de asesinatos y amenazas a quienes cubren temas sensibles como el narcotráfico y el conflicto armado.

Hablar de un periodismo para la paz, implica también que los periodistas tengamos garantías para ejecutar bien nuestro trabajo, ejerciendo nuestro derecho a la libertad de prensa. Implica poder tener la tranquilidad de que cumpliremos con nuestra tarea de comunicar a la sociedad sin el miedo a ser perseguidos, masacrados y silenciados como históricamente hemos sido perseguidos.

Es tarea de la sociedad en general, proteger el trabajo periodístico y ver su labor como una pieza clave en la construcción y consolidación de las sociedades.

Otro desafío importante es la desinformación. En la era digital, las noticias falsas y la manipulación de la información han exacerbado la polarización en la sociedad colombiana, dificultando el acceso a una información veraz y equilibrada. Los periodistas debemos adaptarnos a estos nuevos tiempos, utilizando herramientas tecnológicas para combatir la desinformación y garantizar que el público reciba información precisa y confiable.

El manejo de la información, el buen manejo, aclaro, es tarea fundamental de los periodistas. Nuestro reto más prioritario debe ser el buen manejo de la información.

Hacia un periodismo comprometido con la paz

El periodismo para la paz es más que una opción, es una responsabilidad ética y social en un país como Colombia. Los periodistas debemos ser conscientes de su poder para moldear las percepciones y actuar como constructores de paz, narrando historias que promuevan el diálogo, el entendimiento y la reconciliación.

En este camino, los medios independientes seguirán siendo cruciales para garantizar que las voces de las víctimas sean escuchadas, y los medios hegemónicos deberán asumir una mayor responsabilidad en la construcción de narrativas inclusivas y reconciliadoras. Sólo a través de un periodismo comprometido, ético y responsable, Colombia podrá avanzar hacia una paz verdadera y duradera.

No sobra invitarle a usted, lector, lectora, a seguir y apoyar a los medios independientes, que desde su esfuerzo hacen todo lo posible para seguir en vigencia a pesar de la poca o nula financiación de grandes grupos económicos y políticos.

Leonardo Sierra

Soy bogotano, me gusta leer, amante del arte, la literatura, y la música. creo en el cambio, así que propongo cambios para esta sociedad colombiana en la que vivo, creo en la paz, la reconciliación y el perdón. respeto y defiendo toda clase de libertad y expresión.

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