“El detrimento patrimonial, admitido por el mismo ministro de salud Guillermo Jaramillo se convirtió en una sentencia de muerte para muchos niños y pacientes como Juan Manuel.”
Es difícil ponerse en los zapatos de los demás, estamos tan acostumbrados a nuestra propia experiencia que solemos ignorar frecuentemente el dolor ajeno. Vemos por debajo del hombro lo que no entendemos pues preferimos la comodidad a la compasión. Esto nos pasa, hasta que una situación, como la que les compartiré te deja fuera de base, como me ocurrió a mi. Esta columna es una humilde respuesta de amor hacia la madre de Juan Manuel, hacia los tantos pacientes al borde de la muerte que hay hoy en nuestro país.
Juan era un niño alegre y lleno de vida, a pesar de sufrir una rara enfermedad llamada Gaucher. Nunca conocí a Juan Manuel, pero su muerte es el reflejo de la desidia de los que hoy venden a Colombia como “una potencia mundial de la vida”. La muerte de Juan Manuel pudo evitarse, es lamentable que un problema administrativo acabará con su vida.
En Agosto estaba buscando un tema para mi décima columna, en medio de eso me tope con un artículo de El Colombiano que describe las denuncias contra el ministerio de hacienda por su incapacidad de pagar las deudas del sector salud. Dado que estaba buscando un tema de interés general, ignoré que esto de las enfermedades raras pudiera generar interés. Dejé el tema en pausa, hasta que el caso de Juan Manuel me cayó como baldado de agua fría.
Las denuncias que se venían haciendo sobre los presupuestos máximos en realidad están matando personas, niños como Juan Manuel confirman las afectaciones que la falta de pago está generando en la entrega de medicamentos vitales. La familia de Juan Manuel con esfuerzo y sacrificio llevaban la crianza del niño a pesar de síntomas complicados como la apnea del sueño, y problemas en los huesos, el tratamiento además de costoso debía hacerse de manera constante.
El tratamiento se venía dando de manera normal hasta los anuncios de una reforma a la salud, la hostilidad hacia las EPS y con todo esto un ataque a la vida de Juan Manuel y los demás pacientes como él. Esto cambió drásticamente la vida de Juan. El gobierno, sumido en la corrupción, dejó de entregar los medicamentos vitales para su tratamiento.
El detrimento patrimonial, admitido por el mismo ministro de salud Guillermo Jaramillo se convirtió en una sentencia de muerte para muchos niños y pacientes como Juan Manuel.
Cuando la salud de Juan comenzó a deteriorarse rápidamente. Su madre, desesperada, acudió a todas las instancias posibles, pero siempre encontraba puertas cerradas. Los días pasaban y la esperanza se desvanecía, con el descaro que para resolver situaciones como está lo que había de hacer era aprobar la reforma a la salud. Una falsedad. La reciclada reforma busca aprobarse para financiar la politiquería y el clientelismo en el 2026.
La corte constitucional le dijo al gobierno que su manera de financiar la salud es insuficiente. Es relevante que se dé solución al problema de desfinanciación presupuestal, los decretos no crean dinero por arte de magia, y por más misticismo que se quiera, un chamán no va a dar solución a enfermedades complejas y con altos niveles de tratamiento.
Esto que esta pasando muestra las prioridades del gobierno, pues no sólo prefiere seguir la fantasía de los absurdos” baños neutrales” como en la resolución donde se desborda en argumentos para esto. Sino que además juega con la vida de los pacientes, carga a los empresarios con más impuestos, y ahora plantea que con esta nueva reforma tributaria (con eufemismo de ley de financiamiento) se podrá conseguir el recurso que hace falta.
Quizás si dejarán de repartir tanta burocracia, y malgastar el dinero de la gente en pagar a congresistas para que les aprueben la reforma a la salud, como lo hicieron con la pensional, se pueda sanear un poquito este sistema general de salud tan golpeado por estos días.
Comentar