El Vaticano y la tiranía

ALDUMAR FORERO ORJUELA

“El papado, a través de la historia, ha cohonestado con las tiranías. Hoy el Papa Francisco apoya la tiranía de Venezuela y está en contra del pueblo.”


Recientemente El Vaticano envío a Venezuela al embajador (nuncio apostólico) a presentar cartas credenciales ante el tirano de Nicolás Maduro, esto se da en medio de un robo apoteósico de las elecciones presidenciales y que tiene sumido al país en un mar de incertidumbre, amenazas, persecuciones y terrorismo de estado. No es nada raro el comportamiento actual de El Vaticano.

El Papa, jefe “espiritual” de miles de millones de católicos en el mundo también es el jefe de un estado reconocido en todo el mundo, El Vaticano. No solo se le respeta por ser un guía religioso sino también porque es una autoridad política y administrativa. En ese rol se le debe estudiar y cada decisión que toma tiene consecuencias para el mundo.

Cabe recordar y resaltar que el papado de Roma es una copia del Imperio Romano de la época y el Papa hace las veces de Emperador. La diferencia actual es que NO tiene territorios que gobernar y tampoco la vocación imperial de conquistar a sangre y fuego tierras, pero si es un gobierno monárquico y dictatorial. La última palabra la tiene el Papa y se debe respetar y cumplir solamente porque le endilgan ser el “vicario de cristo” en la Tierra.

En la antigua Roma el Emperador era un déspota y un tirano que ordenaba matar a quien se le cruzara en su camino y su comportamiento era reprochable. La historia lo cuenta con claridad. Después de la caída del Imperio, sus costumbres, sus hábitos y su retórica pasaron a ser suplidas por el Papa de Roma, por eso durante siglos, el Papa ordenaba torturas, persecuciones, asesinatos y cometía un sinfín de crímenes e inmoralidades. Sin embargo, la iglesia católica y el Papa sigue en pie ¿por qué? El poder del engaño y del miedo es tremendo.

Así las cosas, el Papa y El Vaticano[1] siempre han estado conviviendo y siendo amigo solapado de las tiranías, autocracias y dictaduras. A veces por acción como en el pasado donde los papas servían a los intereses políticos y económicos de reyes y emperadores y otras veces por omisión donde al saber que hay tiranos y dictadores se han quedado callados y ese silencio los ha convertido en cómplices de los más horrendos y abyectos crímenes.

La humanidad ha vivido tiranías toda su historia, y en el siglo XXI no existe una excepción, China, Corea del Norte, varios países árabes, otros tantos de áfrica, en las Américas está Cuba, Nicaragua y Venezuela. Todos estos países están siendo oprimidos por hombres que tienen como propósito de vida arruinarles la vida a millones de personas y como en antaño, utilizan a los militares para aterrorizar y asesinar y como la historia lo ha demostrado, el papado de Roma, en un silencio cómplice.

Venezuela vive hoy dos cosas impresionantes. La primera, una dictadura feroz de 25 años donde han muerto millones por opinar y otros millones han tenido que salir de su país por miedo a ser torturados y asesinados por la tiranía. Como en los tiempos del Imperio Romano, en la Venezuela de hoy existe el exilio y las masacres. Y lo segundo, es que los individuos han levantado su voz contra el tirano y estoy seguro de que no le queda mucho tiempo en el poder. Los tiranos caen porque caen.

Se suponía – para quienes no conocen bien la historia – que el actual Papa Francisco defendería al pueblo que grita libertad y paz en Venezuela, pero ocurrió lo que históricamente ha pasado entre iglesia católica y tiranías: ACUERDOS DE NO AGRESIÓN. Esto es, que el Papa NO dirá nada contra la dictadura de Venezuela y como ya lo demostró envío a su embajador para que le rinda respeto a nombre de él a uno de los tiranos más desagradables de la historia de la humanidad.

Adenda: Lo que pidieron Petro, Lula y López Obrador para Venezuela de hacer nuevas elecciones no es otra cosa que darle aire e impulso al tirano Maduro y darle la espalda a millones de venezolanos que votaron el 28 de julio por su libertad. Trio de sinvergüenzas y cómplices del genocidio y del terrorismo de estado.


[1] La ciudad de El Vaticano se constituyó como un estado a partir de los Pactos de Letrán (1929) donde el primer ministro italiano, Benito Mussolini y el Papa, Pio XI, firmaron una serie de documentos para que el Papa y la iglesia católica tuvieran un espacio de terreno INVIOLABLE y este a su vez reconociera la República Italiana, esto después de que en 1870 el papado perdiera los “Estados Pontificios”.

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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