Guerra Rusia – Ucrania ¿Hacia una escalada global?

Hace unos días culminó en Suiza la conferencia de paz sobre la guerra ruso ucraniana ¿Qué conclusiones deja? En principio, hay que anotar que Rusia no fue invitado a este espacio (es importante tener en cuenta que China tampoco asistió al encuentro). De tal manera, ya se percibe problemático y poco probable que se llegue a salidas viables del conflicto, sobre todo cuando una de las partes involucradas no fue tenida en cuenta.

Esta reunión no ha arrojado ninguna propuesta concreta para el desescalamiento de la guerra y mucho menos un plan de paz o cese al fuego. Al contrario, pareciera que esta conferencia sirvió para agudizar las posiciones antagónicas de ambos lados, tanto del lado ucraniano y los países de la OTAN, como de parte de Rusia. Lo que sí se determinó fue el respaldo irrestricto a Ucrania mediante acuerdos bilaterales que incluyen apoyos financieros y militares, además de la ratificación de intenciones de integrar a Ucrania como miembro de la OTAN. Y finalmente la citación a una segunda conferencia de paz el 11 de julio en los EE. UU.

Por otro lado, Putin hizo pública una hoja de ruta para acabar la guerra. Entre los puntos fundamentales de la propuesta del gobierno ruso están la renuncia de Ucrania a sus planes de ingresar en la OTAN, la retirada de las tropas ucranianas de los territorios del este: Donetsk, Lugansk Jersón, Zaporiyia y la autonomía de la península de Crimea – estas son las zonas en las que Rusia ha logrado consolidar victorias militares y políticas-. Si se cumplen al menos estás dos condiciones, el gobierno ruso ordenaría un alto al fuego y estarían dispuestos a dar un inicio a las negociaciones formales.

Resulta entonces evidente que ambas partes están muy distantes de llegar a acuerdos parciales, debido a que sus aspiraciones fundamentales siguen siendo antagónicas y han llegado a un punto de pretensiones inamovibles.

En contraste a estas dos posturas, China y Brasil han promovido varios puntos para un acuerdo político que ayude a superar la guerra, entre ellos: el desescalamiento del conflicto, el diálogo y la negociación como la única solución, incremento de la ayuda humanitaria en las regiones más críticas, la no utilización de armas de destrucción masiva, cesar los ataques en contra de instalaciones nucleares civiles y evitar que la guerra divida al mundo en bandos políticos y económicos. Una iniciativa bastante conciliadora, que en realidad está centrada en evitar a toda costa un recrudecimiento y expansión de la confrontación.

Sin embargo, las intenciones de los EE. UU y la Unión Europea están bien distantes de una salida dialogada, sus declaraciones y decisiones políticas en los últimos meses han estado enfocadas en profundizar la rivalidad en contra de Rusia a como dé lugar, incluso si eso implica que mueran muchos más ucranianos y europeos en la prolongación de la guerra. Y todo apunta a que están disponiendo todo lo necesario para dejar comprometidos financiera y militarmente a sus países en la contienda.

No importa si hay cambios de gobiernos dentro de poco (como lo es el caso de los EE. UU. con la posible elección e Trump en noviembre). Las movidas de los países de la OTAN indican un probable escalamiento de la confrontación bélica que podría traspasar las fronteras de Rusia y Ucrania, y extenderse por el continente europeo, hasta Asia Pacífico y quizás América. Es decir, un conflicto de carácter global en todas sus dimensiones.

Ante este panorama ¿Quién gana con el recrudecimiento de la guerra y su posible expansión por el mundo? Gana Zelensky que podrá seguir recaudando dinero por todo el mundo para supuestamente financiar la guerra en contra de Rusia, ya se ha convertido en un mercader de la guerra. Ganan los EE. UU. que lograrían profundizar el enfrentamiento y llevarlo a otras fronteras por fuera de Europa, buscando su tan anhelado deseo de involucrar en el enfrentamiento a China.

Este es uno de los objetivos principales de Washington, conseguir que Pekín se convierta en parte activa de algún conflicto en el mundo, así lograría frenar el ascenso económico y menoscabar el liderazgo político de China. Los EE. UU están desesperados por revitalizar su liderazgo en el mundo, que al día de hoy se ha visto cuestionado y ha entrado en evidente declive.

Este es el verdadero riesgo que está latente en estos momentos. Los países que han sido superpotencias mundiales en los últimos 60 años están en crisis de liderazgo político, algunos de ellos entrando en recesión y varios gobiernos están dando un giro hacia la ultraderecha. Estos factores en combinación con los conflictos militares en Ucrania, el genocidio en Palestina y otros frentes de batalla en África, podrían dar lugar a un incremento descontrolado en las tensiones, que ojalá no terminen por encender la chispa de una guerra a escala continental o global.

En cuanto a la guerra ruso ucraniana vale advertir lo siguiente: el ejército ucraniano está muy debilitado y todo indica que ni con todo el dinero del mundo, ni con los reclutamientos forzados de jóvenes y ancianos para enviarlos al frente de batalla, lograría ganarle en el plano militar a Rusia. No es claro si los países OTAN estarían dispuestos a asumir una confrontación directa con Rusia, si así fuera la Unión Europea debería prepararse para recibir ataques en su territorio de parte del ejército ruso. Además, a Rusia difícilmente se le gana en un escenario de guerra de desgaste, tiene un ejército robusto, moderno, numeroso y con armas nucleares. Eso sin contar los países que decidirían respaldar a Rusia en un eventual conflicto global.

Ante este panorama, es más urgente que nunca una posición mediadora de la ONU que se concentre en buscar salidas dialogadas a la guerra de manera imparcial, procurando por la paz y la estabilidad mundial.


Todas las columnas del autor en este enlace: Juan David Roldán Álvarez

Juan David Roldán Álvarez

Politólogo (egresado UdeA), estudiante maestría en Asuntos Internacionales - Universidad Externado de Colombia. He sido asesor en el Congreso de la República de Colombia, asesor en temas de paz, DDHH y estrategias políticas electorales. Escribo sobre asuntos internacionales, agenda global, seguridad y defensa. También sobre la actualidad política en Colombia.

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  • Solo te falto felicitar a las nobles fuerzas antimperialistas y pro democraticas de Putin por la invasion antinazi a Ucrania y llamar daños colaterales los ataques indiscriminados a ciudades y civiles ucranianos.