Un amor en poesía, la lírica del dolor cuando nos toca, acaricia la herida del despojo. La melodía que suena entre las fracturas de un alma vieja, un niño canta e imagina el mundo sobre la oscuridad del abandono.
Otra noche en que la muerte es el rastro del oro.
El verbo de la sangre es pasión depositada, Dios es el ser cuando se engendra. Toda verdad está inscrita en el cuerpo, vivir es un eminente sufrimiento, humanidad es ante todo la esperanza.
La definición de una lágrima cuando saluda la eternidad de la partida.
Nombrar es hacer memoria, un apellido es honor y huella de pervivencia, el olvido de los hombres les hace polvo y retornan como uno a las estrellas…
“Como si el viento adivinara de la nostalgia que me embarga”
Resistir es ser superior a la venganza. Cada palabra es una promesa que en secreto se aguarda, escribir este aullido que la dignidad reclama, la presencia del otro en la afabilidad del alma cuando el silencio evoca sabiduría: calma.
Tejer la cultura es volver, estar, nunca solitaria.
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