“Hoy, más tranquilo, el tiempo me enseño secretos: la fuerza no se esconde en amuletos, reside en como afrontas los aprietos (…) lo que deba llegar que bienvenido sea. El fin de mi tarea, no fue el fin sino el trayecto.”
ZPU – DULCE OTOÑO.
Es menester empezar este escrito con la idea de que en cada momento estamos en crisis frente a cualquier situación o evento que presenciamos en nuestra vida. Puede ser que te echaron del trabajo y urges de dinero para subsistir, puede ser que estes en un cansancio mental que te lleva a la ideación suicida, puede ser que quieres que la sociedad te acepte y no se da de la forma que quieres. Somos seres que constantemente sentimos un vacío existencial. Estos problemas pueden ser solucionados de dos maneras: a través de lamentos o a través de ardua exigencia; los dos traerán sufrimiento, pero la segunda opción es la más sensata con la vida.
Cuando nos encontramos hundidos en problemas existenciales, vemos el abismo como el único ambiente posible, es nuestra zona de confort, nos atemoriza entrar a la zona de miedo y saltar al éxito, a una claridad mental que permite desarrollar un estilo de vida saludable para nosotros.
Salir de la zona de confort y entrar a la zona de miedo, nos permite desarrollar los talentos que tenemos. Considero que todos los seres humanos tenemos talentos por desarrollar, y no es necesario ser una figura pública para darse cuenta del éxito cuando se supera la crisis.
Los momentos en los que queremos desarrollar nuestros talentos, deben ser conservados de manera constante, pues eso implica que estamos subiendo peldaños en la vida, sangrando muchas veces, pero constante como el tiempo y agradeciendo cada instante.
Sí, el tiempo puede ser considerado como un amigo u enemigo, todo depende de la perspectiva. Ahora puedo escribir desde arriba, desde esa claridad mental, caminando con el tiempo de buena forma y enfrentando mis problemas existenciales con el mayor amor posible. Escribir estas letras me da constantemente satisfacción, ya que estoy explotando mis habilidades. Al salir de la caverna veo que debo actuar de manera correcta con la vida y el tiempo.
Este escrito denota la gran filosofía estoica, pues para que todo lo anteriormente ocurra, la superación de la crisis debe ir ligada a entender aquello que está bajo nuestro control, es decir, actos propios, y aceptando en definitiva que hay actos que no se pueden controlar. Hay cosas que, si podemos cambiar, como nuestras acciones y nuestro control emocional, mientras que otras no están en nuestro control, como las consecuencias de las mismas, las acciones de los demás, etc. No podemos modificar el pasado ni podemos esperar que el futuro sea de determinada manera.
Una vez superada la crisis, subimos un peldaño en nuestra vida, hacemos más amplia nuestra zona de confort, por lo que hay que seguir atento a la siguiente crisis y seguir con la convicción de que puedo saltar a la zona de miedo y darle solución a problemas que muchas veces maximizamos. Superada las crisis veras el mundo como el espacio correcto para continuar siendo humano, tenemos el privilegio de ser parte de este entorno tan bello que llaman universo.
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