“Noruega prevé que la extracción de minerales del fondo de su mar inicie en la década de 2030, después de hacer todos los estudios necesarios para determinar si extraer minerales de esta manera es viable”.
Noruega es uno de esos países del primer mundo: es un país rico, la salud es universal para toda la población, no hay mayores índices de criminalidad y delincuencia. Es uno de los países más seguros del planeta. En resumen, los noruegos tienen alta calidad de vida.
Esa riqueza la ha logrado con buena gestión de lo público. La corrupción es prácticamente nula, y, además, le dan buen aprovechamiento a los recursos naturales con los que cuentan.
Noruega está entre los principales productores de petróleo a nivel global, pero a la par desarrolla otras actividades económicas como la pesca donde es uno de los principales exportadores; gas natural y minerales. Esas actividades no van en contravía de proteger las reservas naturales con las que cuentan.
En vista de que la demanda de petróleo, su principal fuente de ingresos se va a ir reduciendo, con el fin de que el mundo haga la transición hacia energías limpias y renovables, Noruega tantea desde ya la posibilidad de extraer minerales estratégicos para esa transición desde el fondo de su mar. En las profundidades del mar noruego se cree que hay litio, escandio y cobalto, que son esenciales, por ejemplo, para la fabricación de baterías de carros eléctricos.
Noruega prevé que la extracción de minerales del fondo de su mar inicie en la década de 2030, después de hacer todos los estudios necesarios para determinar si extraer minerales de esta manera es viable y sin afectar a las especies marinas que viven allí. Esa es una de las preocupaciones que tienen contradictores a esta iniciativa.
Por eso, primero son los estudios. Noruega dice que la autorización de estudios no significa hacer perforaciones en el mar sino explorar e ir determinando si esta propuesta es viable. En una entrevista con la BBC la presidenta del Comité Permanente sobre Energía y Medio ambiente de Noruega dijo que con esta exploración se busca tener los conocimientos necesarios para saber si esta extracción del fondo del mar es posible. Críticos a esta idea, dicen que, en lugar de hacer estas exploraciones, Noruega debería “invertir más en reciclar y reutilizar los minerales existentes que hemos extraído de la tierra” (ver), esto en el papel suena bien, pero lo cierto es que sólo con esta práctica, el mundo apenas recuperaría el 10% de la demanda global de estos minerales.
Noruega es un país ambientalista, pero ese ambientalismo no es radical en el sentido de oponerse a cualquier iniciativa productiva, sino que es un ambientalismo pragmático, sustentado en aprovechar los recursos naturales de forma responsable: que se refleje en la calidad de vida de la gente y a la vez compensar los impactos al medio ambiente por el desarrollo de estas actividades productivas.
Asimismo, viendo que su mayor fuente de ingresos como el petróleo se va a acabar en unos años, los excedentes por esta actividad los tienen invertidos en un fondo soberano con el fin de invertir en empresas y proyectos que garanticen la calidad de vida de la población después de la era del petróleo.
Dentro de ese tipo de inversiones que están analizando, se incluye la extracción de esos minerales que requiere el mundo y que están en el fondo de su océano, buscando ser siempre autosostenibles y no quedarse rezagados ante esta nueva ola.
En Colombia tenemos esos minerales estratégicos, aprovechémoslos para generar más igualdad social. Sería lamentable perder la oportunidad. Si un país rico como Noruega, donde le garantiza la resolución de todas las necesidades básicas a su población, plantea hacerlo; con mayor razón Colombia, donde seguimos teniendo altas brechas sociales.
*Empleado de Minera de Cobre Quebradona
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