«Quien lo vive, es quién lo goza».
La palabra Carnaval, entre otras referencias, significa «quitar la carne», culto a la carne, en la biblia lo definen como el ritual de «carne a Baal». Baal es un demonio a quien invocan y rinden homenaje con propósito de desenfreno, despilfarro, exceso y liberación de la carne.
Con la expansión del Cristianismo, el ritual del Carnaval se combinó con muchos otros rituales, homenajes y celebraciones de las diferentes culturas ahora conversas. A diferencia de la palabra Feria, que hace alusión principalmente a exhibiciones comerciales y fiestas aristócratas; el Carnaval refiere al encuentro interracial, intercultural, sin títulos ni nombres, la liberación y la permisión de los excesos. Una etapa preparatoria y de descanso para un periodo posterior de trabajo, abstinencia y obediencia.
La clasificación de las festividades puede referenciar la historia de los pueblos y la constitución de los mismos, reflejan idiosincrasia y las formas de vida, expresan grandeza y rompimiento de cadenas. El desenfreno, la celebración, el exceso, el gasto y el desorden como un catalizador de la violencia, la ignominia y el sometimiento que padecen muchas poblaciones. Las máscaras, los trajes, las danzas, los colores y la creatividad, como una expresión de dignidad, humanidad y una oda a la vida.
«La cultura renace»
Fue el lema de los Carnavales de Blancos, Negros y Rojos que se disfrutaron en Villagarzón, Putumayo durante este 2024. La llegada de una nueva administración municipal «Los hechos hablan», consciente de la importancia de resaltar y enaltecer las tradiciones mediante una inversión a la altura de la principal fiesta del pueblo, y el fenómeno migratorio de los venezolanos, fueron la clave cambio a nuevas dinámicas en la manera de compartir durante estos días.
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El tradicional día de Blancos que se celebra el 6 de enero con polvo blanco, se convirtió en un día de pintura al mejor estilo del día de Negros que se festeja el 5 de enero, al tradicional «para que sale», expresión que se utiliza para justificar el pintar, mojar o echarle carioca a culquier persona que salga a la calle durante los días de carnaval aunque no se encuentre jugando, muchos le sumaron «para qué sale, chamo», la festividad colona más importante del sur del país estaba asimilando que otra cultura se había «mezclado», que «la nueva normalidad» de la que se hablaba durante y después de la pandemia ocasionada por COVID-19 (hecho que impidió la típica realización del Carnaval) incluía también nuevas formas de vivenciar este espectáculo que rinde homenaje a la carne.
El Carnaval es un culto al disfrute y los placeres, al encuentro, la igualdad, la liberación y la alegría. Es patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.
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