Hinchadas Unidas: otra vuelta a la lógica de las barras en Ecuador

El martes 21 de noviembre de 2023 fue un día importante para las barras organizadas del fútbol en Ecuador, y para la reconfiguración de otras formas de comprender la cultura del fútbol en el país. Por primera vez varias de las barras más grandes del Ecuador se unieron bajo la consigna de “Hinchadas Unidas: Somos Ecuador” para alentar a la selección ecuatoriana de fútbol, evento que se desarrolló dentro de los parámetros de seguridad dispuestos por los organizadores y previstos por la coordinación de las barras participantes.

Este hito entre las barras muestra la voluntad del trabajo conjunto, no solo para acompañar a la selección de fútbol, sino también en la construcción de otras formas de relacionamiento entre barras y con otros actores del espectáculo de fútbol. Las barras se han ido configurando como movimientos sociales con dinámicas y lógicas organizativas complejas que interactúan con la sociedad ya no solo dentro de los estadios de fútbol y/o los eventos deportivos, sino también con organizaciones barriales, sociales y políticas vinculándose a diferentes niveles.

En Ecuador, varios dirigentes deportivos y autoridades han mostrado la apertura a participar de estos espacios de construcción de otras relaciones con las barras. El interés de las barras es que se construyan espacios de reflexión y de participación de las mismas en todo cuanto les concierne a ellas: protocolos de seguridad en los espectáculos deportivos, participación en los clubes, etc., y que no se vuelvan a construir legislaciones que criminalicen la organización de la misma, como la actual Ley para Prevenir la Violencia en el Deporte.

En momento sociales complejos para el país, donde la violencia del crimen organizado, así como la manifestación de violencias sociales es cada vez más cruenta y excluyente, es necesario que las autoridades tomen en cuentan a los actores sociales que desde su campo busquen construir alternativas de convivencia ciudadana pacífica. Las barras están dando muestra de esto, así como de su orientación social hacia mejores condiciones de vida para sus integrantes, a través de procesos de vinculación académica y laboral para miembros de las mismas; es momento de pensarlas como aliadas más que como focos generadores de violencia, que ha sido la tónica siempre.

Desde la Academia, las instituciones públicas, las instituciones privadas del fútbol y las barras se deben y pueden tejer alianzas de incidencia para el disfrute de la cultura del fútbol, para el regreso de las familias a los estadios y para el reconocimiento social de las barras como actores propositivos de la sociedad. El reto es enorme, pero estamos avanzando con pasos llenos de ilusiones.

Samantha Gordillo Suárez

Soy socióloga política y criminóloga. Hincha del Club Deportivo El Nacional, miembro de la barra Marea Roja. Trabajo en la industria tecnológica, buscando que la tecnología nos permita acortar brechas sociales y no ampliarlas. Escribo sobre fútbol y sociedad, seguridad y crimen organizado y tecnología responsable.

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.