Todos Perdemos

“Perder es ganar un poco”
(Francisco Maturana)


Este domingo 29 de octubre serán las elecciones locales y regionales que escogerán alcaldes, gobernadores, diputados, concejales y ediles. En estas elecciones, como en ninguna otra, perderemos todos: perderá la democracia, perderá la transparencia, perderá la honradez y finamente perderá el erario público.

He estado siguiendo las famosas encuestas de opinión, en su gran mayoría fletadas por el candidato, su partido o los medios de comunicación, y en todas ellas, con ligeras variaciones los resultados son los mismos: ganarán los candidatos del establecimiento. Y ante esta realidad, no pocos se atreven a afirmar que las elecciones del 29 serán un plebiscito contra el Gobierno del actual Presidente. Yo sostengo que no porque no se trata de las mismas elecciones y porque el Cambio no ha llegado a las regiones o es más de lo mismo, como aquí.

A uno de los muchos chats que mantengo con amigos y conocidos, me llegó un análisis de las elecciones según los candidatos a ganar, su procedencia política y si el resultado final favorecía a Petro o a Uribe. A este amigo respondí que las encuestas, como las salchichas, es mejor no saber como se hacen, y que en esta ocasión, era evidente que ganarán los más vivos y corruptos. Rematé el comentario con la frase que titula esta columna: Todos perderemos.

Hecho un repaso a partir de los informes de diferentes medios institucionales y alternativos, queda claro que pasará. Todos los organigramas y demás ayudas, nos revelan que de los próximos candidatos unos ya fueron gobernantes, que todos son la continuidad del mandatario de turno, que todos gastan infinidad de recursos económicos para alcanzar sus aspiraciones, y que detrás de muchos de ellos, se esconden oscuras alianzas con el crimen organizado, la corrupción y la pignoración de cargos y recursos públicos a futuro. Esta campaña, ha revelado, como ninguna otra, el floreciente negocio, descubierto por un concejal de Medellín hace años: lanzarse para luego venderse caro a alguno de los candidatos favorecidos por las encuestas.

Que tenemos entonces en el panorama político electoral próximo:

  1. Todos, absolutamente todos los candidatos a las alcaldías y gobernaciones, gastan enormes recursos económicos en sus campañas. A su sombra pelechan concejales, diputados y ediles, en una integración vertical más perversa que la que se inventaron las EPS.
  2. Todos, absolutamente todos los candidatos enunciados, están apoyados económicamente por los actuales o venideros contratistas; y por los recursos provenientes del narcotráfico, el contrabando y de la delincuencia organizada local o regional.
  3. Todos, absolutamente todos los candidatos y candidatas violan flagrantemente y descaradamente los topes electorales establecidos, mienten en sus balances económicos y configuran una sarta de delitos y falsedades, susceptibles de privarlos de su libertad. Hacen de su campaña una gran mentira.
  4. Que la cantidad de recursos invertidos en las campañas, sacan de la competencia muchos candidatos (de cándido), creídos que están en una competencia reglada en la que todos tienen las mismas oportunidades. En estas elecciones, como en las anteriores, manda el billete, ese es el amo y señor de nuestra “democracia» Plata es plata!!!
  5. Los financiadores, en su mayoría, serán escogidos a dedo violando las normas de contratación y se cobrarán por derecha y con ventaja, los recursos invertidos en el candidato ganador. Estos financistas serán favorecidos con los contratos de obra pública en cuya ejecución encarecerán sus costos y nosotros terminaremos pagando los puentes rotos, los peajes entregados a los amigotes, y las construcciones sin terminar o caídas, como la tristemente célebre “Biblioteca España”.
  6. Otros, entre ellos directorios y avaladores de ocasión, serán beneficiarios de los altos cargos de dirección y manejo del Estado local o regional, sin que sus pupilos tengan mérito distinto a la recomendación política. De este desastre no nos libramos, pues una mala gestión vale más más que la corrupción misma, sin dejar de advertir, que un mal nombramiento es una forma de corrupción. (ver: [1])

Nuestra “democracia” es una trampa en la cual caemos creyendo que elegimos el menos malo, alternativo, consecuente o de izquierda, a sabiendas que muchos de los elegidos solo agotan un peldaño de su carrera política. Todos y todas sabemos que en estas elecciones el billete corre a ríos, que los actuales mandatarios invierten recursos públicos y apoyan descaradamente a sus pupilos, y que los medios de comunicación y el establecimiento en general juegan a que no saben ya que estos comicios elegirán a los mejores y que la democracia saldrá favorecida.  Como en su momento decía uno de los más corruptos políticos nacionales: “MAMOLA”.

En esta última semana, han sonado y tronado locamente las adhesiones, alianzas y frustrados tintos entre manzanillos locales. Todos quieren el pastel y son desalmados y descarados a la hora de partirlo y repartirlo. ¿Cuánto se ha pagado por las adhesiones de última hora?, ¿cuáles son los oscuros acuerdos bajo mesa?  ¿Qué cargos están en juego?  ¡Cuánto silencio!. Hemos visto como a un cuestionado candidato le levanta la mano una extraña candidata afro, o como un peludo magnate de la educación se alía con un falso abogado, para hablar solo de algunos pocos casos.

Lo que nos sucede a nivel regional y municipal es absolutamente desolador. A esta región nunca llegó el Cambio y los mismos siguen con las mismas. Tanto el candidato presuntamente ganador de la gobernación, como el bobo puesto por el exalcalde mentiroso, son apoyados por los caciques liberales y conservadores aliados del actual gobierno y la fuerza política que llevó a Petrosky al Solio de Bolívar.  Que decepción tan grande, ¡que tristeza tan Hpta!.

Así las cosas, el único voto digno en estas elecciones es el Voto en Blanco. Los votantes en Blanco seremos los únicos que vamos a poder señalar los rateros, las componendas, los contratos y los nombramientos hechos a los calanchines políticos. Los votantes en blanco sabemos que estas elecciones son una farsa absoluta y que ante la ausencia de propuestas de Cambio, más vale abstener que pecar a sabiendas.

Si, estas elecciones van a probar algo: en Antioquia y Medellín las fuerzas del “Cambio” no existen o mejor, se mimetizan en los partidos tradicionales y en los pícaros de turno. Como dice algún chiste referido al cumplimiento de la ley de contratación en pueblos olvidados del país, eso por aquí no llegó.

Medellín, octubre 28 de 2023.


[1] https://youtu.be/lmbZnUP-gbA?si=E4xoO8ILzwwPYN4L

Jesus Ramirez

1 Comment

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Qué más se puede esperar con el penoso presente de los sectores políticos “diferentes” a los tradicionales:

    * Parlamentarios electos gracias a listas donde el rigor de méritos estuvo ausente.

    * Partidos y movimientos (algunos son solo marcas registradas) sumados en la montonera electoral llamada “Pacto Histórico”. No hay partidos estructurados, serios y con lineamientos éticos.

    * Las desafortunadas y reiteradas salidas en falso del presidente Petro hacen daño. No menor es su contribución a la tragedia de Medellín con su obstinada alianza con Daniel Quintero.

    El haber elegido un presidente distinto en Colombia muestra que la limitante ya no es el electorado, hay con quien. El problema hoy está en una precaria y carente dirigencia.

    Ojalá, por lo menos, que la estruendosa derrota de los candidatos afines al petrismo pueda generar luz en medio de tanta oscuridad.