Petro, el falseador de realidades

José María Dávila Román

“A diferencia del tiempo de Goebbels, hoy todo es público. Cada vez es más difícil falsear realidades. Estos tiempos exigen integridad, honestidad, honorabilidad”.

Al presidente Gustavo Petro le gusta falsear realidades para acomodarlas a sus intereses. Previo a su discurso en la ONU, hace una semana, la audiencia estaba dispersa. El moderador tuvo que hacer varios llamados de atención para que hicieran silencio y se dispusieran a escucharlo. En los videos de la intervención de Petro, se ve como parte de la audiencia se va del recinto.

Petro intervino después del presidente de los Estados Unidos Joe Biden -al que sí aplaudieron masivamente-. Cuando Petro terminó su discurso, sus contradictores lo dejaron en evidencia por las redes sociales. El mandatario de los colombianos se vende en su país como un gran líder mundial -en parte, motivado por prestigiosos medios como la revista ‘Time’ que lo incluyó en abril como uno de los 100 líderes más influyentes del mundo-; a pesar de eso; su intervención no tuvo tal influencia en los líderes mundiales de la ONU.

Terminó su discurso con dos sinsabores: el de tener que esperar a que lo escucharan -cuando normalmente es él el que deja esperando-; y segundo, el de no recibir aplausos masivos y prolongados a los que está acostumbrado por sus tribunas.

Como si fueran los tiempos de Goebbels, en los que el Estado controlaba los medios de comunicación: lo que se decía y se publicaba, sin que tuviera contrapartes; Petro y su equipo de comunicaciones salió a falsear la realidad para engañar a los colombianos y pretender mostrar que su discurso en la ONU fue ampliamente acogido. En horario prime (8 pm), por todos los canales nacionales, retransmitieron su discurso. Ahí todo bien, hasta que llegó el momento final, el de los aplausos. Su equipo de comunicaciones, seguramente con su aprobación, hizo un pequeño pero antiético montaje: pusieron los aplausos que recibió Biden (ver) en el cierre del discurso de Petro para hacer ver -engañando intencionalmente a la audiencia- que su intervención fue ampliamente acogida y así acallar a quienes decían que no había tenido impacto.

¿Qué necesidad? Es mejor reconocer cuando no se logran los resultados esperados, así como cuando hay equivocaciones, a pretender mostrar toda acción como una victoria con la única intención de mostrarse superior al otro.

El gobierno no quedó bien, no solo ante los colombianos, sino ante medios líderes globales como Bloomberg que reseñó este hecho. Esta simple acción, que, aunque parezca infantil, muestra el talante engañoso de este gobierno. Con engaños y manipulaciones pretenden lograr sus propósitos sin importar los medios parafraseando a Maquiavelo.

A diferencia del tiempo de Goebbels, hoy todo es público. Cada vez es más difícil falsear realidades. Las mentiras se cogen con rapidez. Estos tiempos exigen integridad, honestidad, honorabilidad.

La Marcha del 27 de septiembre que financió el gobierno para respaldar en las calles sus pretendidas reformas, fue otro falseo de la realidad: no fue una manifestación orgánica, fue orquestada y financiada por los distintos ministerios, en la que además aprovecharon para hacer política y promover candidatos de su partido.

En más de un año de gobierno, Petro y sus ministros se han dedicado más al activismo que a gobernar, que es el rol que tienen ahora, rol por el que tanto lucharon y que parece, no han podido dimensionar y aprovechar, para implementar el cambio prometido.


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José María Dávila Román

Comunicador Social - Periodista de la UPB con Maestría en Gerencia para la Innovación Social y el Desarrollo Local de la Universidad Eafit. Creo que para dejar huella hay que tener pasión por lo que se hace y un propósito claro de por qué y para qué, hacemos lo que hacemos. Mi propósito es hacer historia desde donde esté, para construir un mundo mejor y dejar un legado de esperanza y optimismo para los que vienen detrás. Soy orgullosamente jericoano.

Nota al pie: El columnista tiene o ha tenido vinculación laboral con la minera AngloGold Ashanti. 

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