El presente como amor y dolor

Simón González Mesa

“La aguja sigue girando, tiempo parece burlar de mí. Dijo que sanaría esperando, pero creo que la espina aún sigue ahí, con los dedos lo voy palpando, cierro los puños escapad de aquí…Agonizando… No me espera el tiempo no voy a esperar por ti. “

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En la adicción, la cual es la experiencia más pura del hombre siempre se verá reflejado, aunque no de forma evidente, el afán de superarse a sí mismo, convertirse en el superhombre que el filósofo Friedrich Nietzsche planteó en Así Habló Zaratustra, el cual no solamente trasciende en los valores sino también en la relatividad del tiempo, pues es éste el que nos demuestra que cuando se está mal, se aparenta estar bien, y que, aunque hayan actos o miradas que pueda afectar esta relatividad y traer consigo amor o dolor, el superhombre será aquel que refleja trascendencia sobre sí mismo y elige el camino del amor, no porque en él encuentre placer sino por la tranquilidad que implica. La vida que quieres puede llegar a tiempo, ahora mismo, ya que la expresión del poder divino del hombre es crear.

Yo mismo he experimentado esto, después de encarnar en muchas otras vidas, es ésta en la cual debo trascender la adicción, aquella espada de doble filo que puede traer amor o decepción. Controlar la adicción te permitirá desarrollar tus talentos, como vivir el presente y el dolor y el amor al mismo tiempo.

Al acabar mi condena interna, estuve asustado y emotivo ante el futuro próspero que se tendía ante mí por el autosabotaje al cual estaba acostumbrado: Mi trascendencia se encontraba acorralada en el beber y en el fumar. Si logramos renunciar, el cielo será nuestro, pero si permanecemos, sólo haremos más profundo el abismo. En una única decisión podemos mudar de panorama, de hacerlo, veremos la perfección del mundo, podremos apreciar su hermosura.

Ahora, el presente me enseña a amar y a ayudar en humildad, puedo hacerlo porque he estado mal, debo aceptarlo. Pero no se ve tan mal si al vislumbrar estos fantasmas del pasado, veo también que la batalla la gané, y como pude ganar la batalla, podré vencer en la guerra, porque todo está en mí, todo hace parte de mi voluntad. Nadie me lo ha dado, yo mismo lo forjé, entre todas sus espinas.

Lo que quedó en el pasado se vuelve difícil de ver, pero es aquello que me mantiene en pie, lo que me permite perseguir estrategias para lograrlo. De atiborrarnos de preguntas sólo nos causaremos desesperación por las infinitas bifurcaciones. Y a saber que el presente también es infinito, entonces ¡volvamos a él! Pues es el momento más privilegiado de nuestra existencia.


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Simón González Mesa

Soy abogado de la Universidad CES y soy un apasionado de la filosofía, psicología y del derecho. Me gusta ayudar a la gente con mis experiencias y conocimientos.

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