Para nadie es un secreto que en los últimos años, el Concejo de Medellín ha sido epicentro de diferentes y álgidos debates, en gran medida, por la profunda división que ha causado la actual administración distrital en la ciudadanía, y la fractura de la triada Universidad – Empresa – Estado, la cual le daba un sello distintivo y único a nuestra ciudad en el manejo de recursos públicos y diseño de políticas públicas.
En esta medida, el Concejo ha sido el recinto de la democracia en el que se han tomado decisiones fundamentales para la ciudad, y en ese sentido, es importante advertir que tanto funcionarios como servidores públicos, tenemos el deber de presentarle a los ciudadanos información sobre nuestra gestión, pero es además una oportunidad para demostrar con hechos que sí se puede hacer política de manera responsable, coherente y respetuosa.
Por esta razón, en un acto de respeto con la ciudadanía que me eligió y rindiendo honor a mi investidura como concejal de Medellín, puedo decir con orgullo que he liderado diferentes debates de control político como el de impacto de la propuesta de la reforma de salud en el Distrito, desempeño de la educación, y finalmente uno que es muy importante personalmente para mí; el de seguridad, gobernanza y gobernabilidad en la ciudad.
Di mi voto positivo a los proyectos de Superávit presupuestal para destinar 101 mil millones de pesos a programas sociales, de reconocimiento a los defensores de Derechos Humanos el cual incluye también a los miembros de las Fuerzas Militares y de Policía, el banco Distrital de Medellín y la Política Distrital de Ciencia, Tecnología, Innovación y Sostenibilidad
En igual medida voté negativo el proyecto de transferencias extraordinarias de EPM al Distrito de Medellín, el cual suscitó uno de los principales debates en la ciudadanía.
Desde la curul he manifestado también diferentes posturas, principalmente en defensa de las Fuerzas Armadas de Colombia y la institucionalidad, el apoyo al día sin IVA, así como la preocupación por el alza desmedida de la gasolina que aporrea el bolsillo de todos los colombianos, el rechazo del cannabis para consumo recreativo, la inquietud por la intervención forzosa a Savia Salud EPS, y el descontento tajante al manejo que se ha dado a Buen Comienzo en los últimos tres años y medio.
Además, he acompañado diferentes manifestaciones ciudadanas como la marcha de las Mayorías (20 de junio), la marcha del 15 de febrero, la solicitud de mejora en el manejo de basuras en Provenza y la candidatura a la gobernación del Dr. Andrés Julián Rendón en representación del Centro Democrático; quien tiene todas las facultades, conocimientos y experiencia, para dirigir el destino de los antioqueños en los próximos 4 años.
Finalmente, desde la curul también le he rendido homenaje a diferentes personas y entidades, quienes han marcado la diferencia por su proceder, actuar y legado, iniciando con el Ejército Nacional por la Operación Jaque en la que se logró un hito en la historia militar de nuestro país sin disparar un solo cartucho; el joven Jacobo Román Velásquez por dejar en alto a Antioquia con sus logros deportivos, Carlos Humberto García, destacado líder comunitario de la ciudad, y finalmente un homenaje póstumo al publicista Michel Arnau, creador de la icónica canción “Quiero a Medellín”.
No quisiera terminar esta columna sin antes agradecerle a la ciudadanía por darme la oportunidad de seguir trabajando por la ciudad que amo y cuidar lo que es de todos.
Todas las columnas del autor en este enlace: Carlos Ríos Puerta
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