“No necesariamente el ostentar un cargo público o participar en una elección es la única manera de contribuir a la lucha por la defensa de la democracia. Aunque no siga como candidato siempre contribuiré al debate nacional con mis opiniones firmes y con toda la convicción de que Colombia debe ser defendida del Régimen.”
–No renuncie.
De esa manera y con un tono de preocupación me dijeron varias personas cuando decidí mótu-próprio no seguir con mi aspiración al edilato de la localidad de Tunjuelito en Bogotá. La renuncia no fue por otra cosa distinta a motivos personales y profesionales que me impiden concentrarme completamente a la actividad política activa.
Desde mediados del año 2022 me hicieron la invitación de participar en las elecciones regionales de 2023 como candidato a la Junta Administradora Local – JAL a lo cual en ese momento acepté y con la esperanza de trabajar por mis vecinos y por Bogotá.
Participé en las consultas populares que se realizaron el 4 de junio de esta anualidad por el partido Centro Democrático, colectividad a la que hago parte desde septiembre de 2017, es decir, casi 6 años. En aquella consulta obtuve un resultado aceptable teniendo en cuenta que era mi primera elección y sin recursos disponibles más que con mis ahorros que con esfuerzo pude acumular durante varios años.
Después de aquel domingo en donde con mi votación logré ingresar a la lista del Centro Democrático en la localidad de Tunjuelito tuve una conversación con mi gerente de campaña y con mi familia en donde analizamos el devenir político y a trazar estrategias que conllevó a una conclusión: no participar en la contienda electoral de octubre.
La decisión no fue nada fácil como tampoco fue una decisión que se tomó en un día o en una semana, las reflexiones, las consultas y los análisis duraron un mes en donde después de hacer las sumas y las restas se tomó la decisión de no seguir.
La política y sobre todo el poder tienta a los hombres a hacer lo que sea para llegar a un cargo público, esa ambición casi orgásmica de muchos políticos hace que se cometan errores que probablemente después se convierten en delitos con el objetivo de llegar a los cargos públicos.
Es en esa situación en donde debemos reflexionar, no es lo mismo llegar a un cargo público, en este caso, de elección popular a través de la corrupción, la compra de votos, las falsas promesas, los puestos burocráticos o los favores empeñados; el llegar a un cargo público de representación debería ser – desafortunadamente no lo es – el estadio cumbre de los hombres para servir a la comunidad, debería ser el momento donde se dejan de lado las ambiciones personales por ponerse el saco de la defensa de los individuos.
–Reconsidere su decisión de renunciar, es importante que estemos firmes en defensa de la democracia y siendo un muro de contención contra este gobierno – me dijeron esto una vez miembros de mi partido.
No necesariamente el ostentar un cargo público o participar en una elección es la única manera de contribuir a la lucha por la defensa de la democracia, y no solo esa defensa, son la defensa de la libertad, de los individuos, de la propiedad privada, del libre mercado entre otras.
Un ciudadano, el más humilde, puede contribuir a la democracia, a las instituciones y a las libertades simplemente con alzar su voz todos los días defendiendo su patria y sus convicciones, como dije más atrás, un cargo público debe se el estadio de quienes quieren servirle al país sin ambiciones ni codicias más allá que la de contribuir al desarrollo de la sociedad.
Mis compromisos de última hora en el marco personal y profesional no me permitieron seguir con mi candidatura que, dicho sea de paso y como anteriormente se dijo, la gané con mi esfuerzo, hablando con los ciudadanos, dando a conocer mis propuestas, con mis ahorros y con pocos apoyos, sin embargo es mejor dar un paso al costado y dejar que otras personas que creen tener la disponibilidad y las ganas de contribuir a la localidad y la ciudad participen y no sientan que de este lado hay una carga que les impida seguir adelante.
Aunque no siga como candidato siempre contribuiré al debate nacional con mis opiniones firmes y con toda la convicción de que Colombia debe ser defendida del Régimen de Gustavo Petro en el marco del respeto del Estado de Derecho.
Renunciar a una candidatura no significa renunciar a trabajar arduamente por preservar nuestra democracia, las instituciones y la república. Seguimos adelante.
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