¡Por favor salven al mundo! !Tengan hijos!

El fin podría llegar más rápido por las decisiones que desde hace varias décadas se vienen adoptando en tema de natalidad y demografía, en buena parte por la influencia de las conferencias internacionales sobre población y desarrollo de la ONU.

!El mundo se va a acabar!, esta frase no es nueva, de hecho, a lo largo de la historia de la humanidad varias culturas y religiones han hablado de todo tipo de eventos (desastres naturales, juicios, etc.) que darán fin a nuestra existencia, lo que ha generado un cierto temor expectante de cuando llegará ese día, incluso algunos osados se han atrevido a predecir la fecha final, para fortuna nuestra, sin éxito.

Pero, y ¿qué tal que el fin del mundo no venga por ningún agente externo, sino por nuestra propia mano?, y no hago referencia a las teorías del cambio climático o lo que antes era conocido como calentamiento global, sobre lo cual hay un gran movimiento de políticos, artistas, influenciadores e intelectuales que señalan que si no se revierte el aumento de la temperatura por el uso de combustibles fósiles y nuestros comportamientos estaremos condenados a morir.

El fin podría llegaría más rápido por las decisiones que desde hace varias décadas se vienen adoptando en tema de natalidad y demografía, en buena parte por la influencia de las conferencias internacionales sobre población y desarrollo impulsadas por la ONU desde el año 1954, y también por las posturas ideológicas que han asumido los países, que han llevado a las parejas a ver que el hecho de tener hijos es una limitante.

Esto ha llevado a que en la actualidad se tenga una mentalidad de este estilo: ¿Para qué tener hijos si con ese dinero puedo viajar por todo el mundo?, prefiero mi desarrollo profesional y laboral, este mundo está bastante mal ¿para qué traerlos a sufrir?, ya somos muchos en la tierra, estamos agotando los recursos naturales, vamos camino a la extinción, incluso una película infantil llamada jefe en pañales habla que el enemigo de los bebés son los perritos (mascotas) y aunque se puede complementar (tener hijos y mascotas), pareciera que los hogares prefieren a los de cuatro patas.

Todo esto ha dado su fruto, son varios los países del mundo que han disminuido en cuestión de décadas el número de hijos por hogares, Corea del Sur, Japón y China son un caso dramático, lo que hacía futuro implicará que su población mengüe dramáticamente. Colombia no se escapa, según el DANE, desde el 2013 ha caído el número de nacimientos, pasamos de 658 mil nacimientos a 569 mil  en el 2022.

Lo cual es un dato terrible, de hecho ya estamos por  debajo de la cifra de 2,1 nacimientos  la cual es necesaria para que exista una tasa de reemplazo de la población de un país, esto sin duda generaría a futuro grandes problemas de tipo económicos y sociales. Si cada vez son menos los niños que nacen, eso significa que la población cada vez será en su mayoría más vieja, impactando entre otras cosas las pensiones, si no hay jóvenes, ¿quienes aportaran a pagar las pensiones?, por otro lado,  el impacto económico sería nefasto, menos personas significa menos demanda y menos consumo, caería el PIB, se cerrarían escuelas, jardines, universidades, negocios y empresas.

Vamos camino al despeñadero ¡Por favor salven al mundo! ¡Tengan hijos!


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Luigi Parra Forero

Esposo. Papá. Economista. Maestría en Economía
@UNALOficial. Docente Universitario. Escritor. Menos Estado. Menos Impuestos. (#LOML)

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