La guerra de guerrillas

Esta forma de lucha surge desde el primer día de la guerra. Tiene como principal escenario el occidente de Cundinamarca y los departamentos del Huila y Tolima.

Es difícil hacer una generalización de las guerrillas, porque presentan todas las modalidades. Desde los grupos de voluntarios con jefes surgidos de la propia masa que luchan por vagas aspiraciones libertarias y de reivindicación; pasando por los clásicos grupos de terratenientes – generales que llevan a la brava a sus peones al combate; hasta los simples grupos de bandoleros que, aprovechando la coyuntura guerrera, izan una bandera para escudar su pillaje.

Es importante tener en cuenta esta variedad para no caer en idealizaciones fáciles. Por esta razón, nos limitamos a describir los hechos.

Representa formas de lucha diferentes a las de la guerra regular, que hasta ahora hemos descrito: el combatiente guerrillero es en mayor proporción voluntario. Es la parte de la guerra que mejor representa los vagos instintos de liberación popular. A ella van las gentes del pueblo, confundidas con los terratenientes-generales. De aquí surgen caudillos nuevos que hacen valer sus títulos no solamente en su condición de terratenientes y jefes tradicionales, sino, y esto es lo más importante, por su valor y maestría en la conducción de sus huestes. El general Avelino Rosas, Tulio Varón y el negro Marín son algunos de sus caudillos más destacados. Por esta razón, es natural, los jefes tradicionales la ven con malos ojos. En ella no se puede ser jefe por derechos adquiridos previamente o por el número de reses y campesinos agregados que se tengan. Es preciso ganar en el combate el honor y el riesgo de ser el líder.

En enero de 1901, Uribe Uribe, desde Nueva York, desautoriza las guerrillas. Otro tanto hace el gobierno 4 días más tarde, asimilándolas a bandas de salteadores y ordenando su fusilamiento, sin hacer prisioneros. A nadie le conviene, pues se trata del pueblo que lucha por su propio impulso; que no va amarrado a los combates; que crea sus propios líderes y balbucea sus reivindicaciones.” Jorge Villegas/José Yunis; La Guerra de los Mil Días; Carlos Valencia Editores; Bogotá; 1979; Pag. 71

Desde 1900 entonces, hace 124 años, se tiene conocimiento formal de la aparición de la guerrilla en Colombia. Dicen entonces, los escritores Villegas y Yunis, que fue en la guerra de Los Mil Días (1899-1903) donde aparece en Colombia el fenómeno guerrillero. Creo que esto es cierto, en la medida de que fue en esa guerra donde aparecen bandoleros que hacen y deshacen sin seguir las órdenes de los jefes políticos liberales y conservadores.

Ahora bien, la guerra de guerrillas ha sido una constante en España a raíz de la invasión napoleónica y la entrega del reino por Carlos IV y Fernando VII a Bonaparte dizque para mediar en el conflicto entre padre e hijo, causado por “los cachos” de la reina (María Luisa de Parma) con Godoy (el Primer Ministro). El pueblo español luchó en guerrillas para atacar al poderoso ejército francés de ocupación y logró derrotarlo. Eso fue lo que ocurrió entre 1808 y 1814. Seis años de lucha de independencia de España contra Francia. Años durante los cuales se declaran las independencias americanas aprovechando el escenario de confusión en Europa.

Una vez se da la independencia de España en Europa contra Napoleón, opera la reconquista española a cargo de Pablo Morillo. Simón Bolívar y los militares venezolanos y granadinos logran esconderse, mantenerse y sobrevivir en los Llanos orientales venezolanos y granadinos. La guerra de guerrillas fue la salvación. Sólo cuando Bolívar logra el dinero suficiente y el apoyo internacional, aglutina esas fuerzas guerrilleras bajo la bandera de un verdadero ejército de liberación.

Posteriormente a la consolidación de la independencia, también se dieron movimientos guerrilleros como los que comandó Agustín Agualongo en Pasto contra el mismo Bolívar (En Pasto no existe ninguna plaza de Bolívar). Luego se dieron las guerras civiles fratricidas del siglo XIX, en las que también hubo guerra de guerrillas: Guerra de los Conventos, Guerra de los Supremos, Golpe de Melo, Insurrección de 1862 de Mosquera, Guerra de los antioqueños (Berrío, Gregorio Gutiérrez González) contra Pascual Bravo, Guerra de 1876, Guerra de 1885, Guerra de 1895, Guerra de los Mil Días.

Pero fue la guerra de Los Mil Días donde se documentó oficialmente la guerra de guerrillas a partir de la derrota del ejército liberal y su dispersión en la batalla de Palonegro. La guerra de guerrillas ha ocasionado desorden, desinstitucionalidad, anarquía, y por ello fue desautorizada expresamente por Rafael Uribe Uribe. Sin embargo, su realidad fue incontestable.

Ahora bien, cuando la guerra de guerrillas dejó de ser financiada por los terra- tenientes, por los comerciantes, influenciada por la política, se dejó permear por el narcotráfico (marihuana, coca) y se dedicó al comercio sin ideales, sólo por el ansia de enriquecimiento personal, ya es un desafío a cualquier estado. Nunca podrá ser aceptado un reconocimiento a guerrilleros o paramilitares o grupos armados organizados, que simplemente son delincuentes, tan fuertes, que dominan territorios. Con esos no es posible dialogar porque no existen bases para hacerlo.

 

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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