“La conmemoración del Día Internacional de la Democracia, nos permite centrar el debate en la necesidad de reivindicar la promoción y consolidación de las libertades fundamentales en pos de la gobernanza y democratización de la información”.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas – ONU, mediante resolución A/RES/62/7 de 2007, en su sexagésimo segundo periodo de sesiones, aprobó el “apoyo del sistema de las Naciones Unidas a los esfuerzos de los gobiernos para la promoción y la consolidación de las democracias nuevas o restauradas” y decidió “observar el Día Internacional de la Democracia el 15 de septiembre de cada año”.
En la conmemoración del 2022, la ONU hace un llamado para que los Estados no escatimen esfuerzos para garantizar la libertad de prensa y de expresión. Ni más ni menos. En ese sentido, Antonio Guterres, secretario General, señala la importancia de “apoyar la labor de los medios de comunicación para que los periodistas puedan seguir publicando la verdad al poder, denuncien las mentiras y construyan instituciones y sociedades fuertes resilientes”. La protección a los periodistas y medios de comunicación se encuentra asociada al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS, en la medida que se entiende que la libertad de prensa es un principio sine qua non para la democracia.
En Colombia, estamos ante una creciente pérdida de confianza en la democracia y en las instituciones. En el 2021, la encuesta de Edelman Trust Barometer, mostró un retroceso y reflejó que la confianza en el gobierno había caído 20 puntos en relación con el promedio global. Los colombianos confiamos menos en el gobierno, las empresas y los medios de comunicación. Adicionalmente, la encuesta Cultura Política (2021) del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas – DANE, estimó que el 52,2% de los colombianos está muy insatisfecho con la forma en la cual la funciona la democracia.
Las alarmas están encendidas y parece ser que no las escuchamos. Hemos sido testigos directos de ataques a la libertad de expresión. El pasado 1 de julio, el diario El Espectador publicaba una nota titulada “periodismo bajo ataque”, en la cual daba cuenta de la forma como “el sistema judicial está siendo empleado como herramienta de presión y censura a la libertad de expresión y de prensa”. Esto nos debe preocupar, y mucho. En un sistema democrático, la sociedad debe tener acceso a información sensible y crítica, sin obstáculos. Para agregar más argumentos al debate, la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP, en su informe anual (2022), establece que el periodismo en Colombia se encuentra amenazado, indicando que “cerramos el año [2021] con más de 700 periodistas agredidos (…) concluimos con un periodismo más débil”.
Dentro de este contexto, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD Colombia, publicó en su red social de Twitter que “en el ranking del Índice de la Democracia de The Economist, Colombia ocupa el puesto 59 de 167 países, clasificándola como “democracia con defectos””.
La democracia debe ser defendida de forma permanente. Erika Mouynes, canciller de Panamá, en una reciente columna publicada en el diario El País de España escribe que “no puede haber democracia sin confianza (…) la desconfianza creciente en los gobiernos latinoamericanos erosiona los sistemas democráticos”. La conmemoración del Día Internacional de la Democracia, nos permite centrar el debate en la necesidad de reivindicar la promoción y consolidación de las libertades fundamentales en pos de la gobernanza y democratización de la información. La institucionalidad recupera la confianza en la medida que brinde garantía a los ciudadanos, se facilite el acceso a la información y se incentive la veeduría constructiva sobre las acciones y decisiones gubernamentales.
Otras columnas del autor en este enlace: https://alponiente.com/author/miguelavila/
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