La noticia tuvo tantos seguidores como la caída del Muro de Berlín.
En La Habana la celebración opacó la única procesión que compite con la que anualmente se organiza en honor a Santa Bárbara. También la de San Lázaro, patrono de minusválidos y adoloridos que en el onomástico del Papa Francisco y de su santo protector, se trasladan desde lugares tan lejanos como la provincia de Oriente a la capital cubana, para arrastrar hasta la iglesia pesos absurdos como grandes rocas o muebles desvencijados.
En Miami las reacciones fueron encontradas: La dirigencia política del exilio cubano lucio “descolocada” y el senador Marco Rubio solo atinó a señalar que la apuesta del presidente Obama –canjear prisioneros y reanudar relaciones con la Cuba comunista- «fija un peligroso precedente». Una bobería, sin duda.
Según el aspirante a suceder a Obama en la Casa Blanca, a partir de hoy la libertad de cada preso estadounidense en el exterior tendrá precio.
Los venezolanos en Miami en cambio quedaron sorprendidos, anonadados casi todos, pero Rafael Poleo, insistió con la vieja cantaleta según la cual serían los europeos y no los estadounidenses quienes hannegociado con los Castro, el final del bloqueo económico que desde hace más de 50 años sufre la isla antillana.
Para Poleo el canje de prisioneros, que incluye la normalización de relaciones entre Washington y La Habana, habría sido parte de un teatro acordado en Bruselas.
Poleo señaló que en las negociaciones con la Comunidad Europea, el gobierno cubano puso sobre la mesa no solo las relaciones con los Estados Unidos, sino también el petróleo venezolano.
A mi modo de ver las cosas cada quien hala la sardina hacia el calor de la brasa. Incluyendo actoresmenores como el Chúo Torrealba que discrepa de la declaración del Presidente venezolano, quien reconoció, no le quedaba otra, “la valentía de Obama” al tomar la decisión de canjear prisioneros con Cuba.
Si en Venezuela los políticos fuesen coherentes y el electorado más serio, cabría reclamarle a Torrealba que en una vez terminada la rueda de prensa, proceda a enviar, en papel membreteado de la MUD, una carta protesta al Presidente de los Estados Unidos. Algo que no hará jamás.
Marco Rubio, que es Republicano, no olvidemos esto, necesita todo el apoyo de la comunidad cubana y de los estadounidenses de origen latino en general: No puede un aspirante a la Presidencia de EE UU dejar escapar un solo voto porque la campaña presidencial estadounidense será más cerrada de lo que se cree, sobre todo si los Demócratas nominan una gringa WASP y no un representante de minorías étnicas como es Barak Obama, a quien quizás injustamente le achacan todos los males que en este momento afronta la sociedad estadounidense.
Rafael Poleo por su parte está obligado por el accionar de toda una larga vida, a meter cizaña típica de agente polarizado, cuando señala algo que simplemente es absurdo y que nada tiene que ver con el canje de prisioneros o con nosotros los venezolanos.
Es bizarro eso de que la Comunidad Europea sea tan ingenua como para entregar ventajas concretas al gobierno de los Castros, bajo la presunción de que los cubanos pueden disponer del rumbo que por fuerza mayor o por voluntad propia, tendrá PDVSA en los años siguientes.
Lo concreto y eso si es de temer para todo venezolano moliente, es que una vez normalizadas las relaciones entre Washington y La Habana, sea Venezuela quien tome el testigo de Cuba en esta Guerra Fría cuyas acciones –entre el Occidente cristiano y el Asia que no lo es, añadiendo en cada bando aliados circunstanciales- ya se vislumbran.
Pensando en nuestro devenir y en concreto: No es descabellado que el llamado Complejo Militar Industrial, así denominado por el presidente y general victorioso de la Segunda Guerra, Dwight Eisenhover, que durante medio siglo se benefició de jugosos contratos a cuenta de “la amenaza cubana”, acepte que ya Fidel y Raúl no significan peligro alguno para la seguridad de los EE. UU.
Seguro, pero aceptar mansamente tal premisa perfectamente puede significar que en adelante, en vez de los cubanos, “los malos” seremos nosotros, los venezolanos que vivimos en nuestra patria.
De ser un ejercicio de especulación política, ese calificativo de “malos” no tendría que sobresaltar a nadie… pero, no olvidemos que el embargo contra Cuba y el bloqueo, duraron más de medio siglo.
50 años de sufrimiento para el cubano común y silvestre, digo yo.
Mientras tanto, aparte de estar atentos los posibles sufrientes, me parece que es necesario admitir que ese acto de valentía por parte de Barak Obama –Nicolás Maduro dice- dejó “descolocados a los radicales de aquí y de allá… por ejemplo el senador Marco Rubio y otros en Miami, el comandante Fidel Castro y Yoaní Sánchez en La Habana, y en Caracas una colección de “lenguas encendidas” donde caben Diosdado Cabello, Elías Jaua, Chúo Torrealba, Leopoldo López y María Corina… todos perdedores a raíz del restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana… solo es de esperar que los venezolanos que aquí vivimos no terminemos perdiendo lo poco que nos queda por causa de intereses tan mezquinos.
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