Les presento el país sin futuro, porque matan sus jóvenes dejándonos sin futuro, sin metas o esperanzas. Este es el cuento del país del silencio, porque el que habla se muere y si mueres no hay quien hable.
El territorio en el que vivo no está muerto, pero sí rodeado de muerte. Es enfático responder que el silencio de los que no tienen nombre, identidad o herencia viven aquí, el país de los que no saben quiénes son, quienes no leen lo que cultivan, ni aprecian lo que construyen, el país que parece inexistente, sin mando, sin nombre o quien los nombre, el que no busca identidad porque simplemente no sabe qué es.
El que no busca pertenencias porque se las han robado, que vive en odio, rodeado de guerras, un lugar que no tiene sueños, pero sí gente que sueña, un lugar de todos y a la vez de nadie.
Donde no nos preguntamos ¿por qué?, sino que vivimos con “eso”, perdemos la paz porque el orgullo nos mata, o bueno una bala, un bolillo o procedimiento policial; el lugar perdido, que nadie sabe dónde queda, pero que todos saben cómo llegar.
Les presento el país sin futuro, porque matan sus jóvenes dejándonos sin futuro, sin metas o esperanzas. Este es el cuento del país del silencio, porque el que habla se muere y si mueres no hay quien hable. Una historia desoladora, que sin vacilar ha sido una herencia, La de aquellos que no tienen patria, que no tienen nombre, pero sí sueñan con tenerlo, de los cuales todos los días buscamos hacer realidad, cambiar el panorama, el odio, los entornos y sobre todo la muerte.
Que bien describes la cruda realidad de mi país amado. 💔