La advertencia de gremios como Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones de Colombia -ANDESCO- es clara:
Colombia podría enfrentar un nuevo racionamiento.
Esto de no entrar Hidroituango en operación con su primera turbina en 2022, pese a que tiene todo listo para hacerlo.
Un racionamiento, con devastadoras consecuencias económicas sumadas a la ya grave situación generada por el COVID-19, es una situación que desconocen las nuevas generaciones y que vivió el país en los 90, que se denominó como El Apagón, y que dio origen a la entonces llamada hora Gaviria.
En ese entonces, 1992-1993, los relojes se adelantaron una hora para aprovechar el mayor tiempo de luz solar. Salíamos a estudiar o a trabajar en penumbra y las conversaciones familiares se daban a la luz de las velas. Muy romántico, pero poco productivo. Contarlo parece ficción.
Hidroituango generará 2.400 MW, lo que significa entregarle al país el 17% de su energía. Una de sus ocho turbinas deberá entrar en operación en el año 2022.
Para ser más gráficos y mostrar la magnitud del proyecto y lo que representa para el país: una sola turbina tipo Francis, de las ocho a instalar, tiene la capacidad de satisfacer el consumo de una ciudad como Medellín.
Lo que falta para que Hidroituango genere energía en 2022:
- Terminar las obras civiles que actualmente están en un 90% de avance.
- Culminar el montaje, es decir, la instalación de las turbinas y todos los equipos electromecánicos. Los equipos ya están en Hidroituango a la espera de la llegada de los técnicos cuya autorización y coordinación depende de EPM.
- Fabricar e instalar las compuertas y el blindaje de los túneles de conducción de las aguas del embalse, a cargo de la empresa ATB Italia. Al igual que la anterior, esta actividad es responsabilidad de EPM.
- Definir la continuidad de los subcontratos de la interventoría, el diseñador y el subcontratista constructor, también bajo el liderazgo del constructor principal EPM
Cinco cosas que usted debe saber si Hidroituango no entra en funcionamiento en 2022
- Podría presentarse desabastecimiento de energía para el país, lo que significa un racionamiento. EPM incumpliría cargos por confiabilidad acordados con la CREG y obligaciones de energía en firme. Es decir, pondría en riesgo la demanda energética.
- Habría alza en las tarifas para el usuario por el incremento en los precios de bolsa de energía como lo advierte Hemberth Suárez Lozano de OGE Legal Service: “al no ingresar la energía del proyecto para 2022 y con el crecimiento proyectado de los consumidores de energía, se podría llegar a precios de escasez, que para finales de agosto de 2020 está en 563,0 $/kWh, estos niveles de precio de bolsa tienen una repercusión directa en los usuarios.
- Se ponen en riesgo las transferencias de EPM para inversiones a Medellín. EPM es el gran financiador social de la ciudad. Dos de los programas que han recibido mayores transferencias en los últimos años son: Buen Comienzo (primera infancia) y becas de educación superior. Uno de cada 5 pesos que se invierte en Medellín proviene de EPM.
- EPM dejará de recibir ingresos adicionales por generación de energía. La central producirá anualmente 19200 GWh. Esta cantidad de energía le representa a EPM ingresos anuales de entre 3 y 4 billones de pesos.
- EPM podría perder el cupo asignado en la subaste de la CREG y se pone en riesgo el despacho en firme de la energía.
Sobre la póliza
La calificadora de riesgos Fitch Ratings, que, el pasado 13 de agosto, bajó las calificaciones internacionales de EPM de BBB a BBB- consideró que el impacto financiero del megaproyecto ha bajado después del anuncio de la aseguradora Mapfre de que las causas de los daños serían cubiertas por la póliza. EPM ya recibió un pago inicial de USD 150 millones en diciembre de 2019 y está a la “espera derecibir entre USD 100 millones y USD 200 millones en 2020.
Advertencia
Para la calificadora internacional de riesgos Moody’s, el cambio de los contratistas de la obra impediría que Hidroituango entre a operar en 2022 y dice además que el apalancamiento de la compañía se vería comprometido por las consecuencias que traería consigo la demanda a los subcontratistas:
“Un posible reemplazo de contratistas de construcción alargaría el período de construcción y probablemente aumentaría los costos, y sería perjudicial para la trayectoria de apalancamiento de EPM exponiendo aún más el balance de riesgos de la empresa. Incluso si tiene éxito, el proceso iniciado por EPM se prolongará y probablemente no traerá ningún beneficio a la empresa dentro del horizonte previsto para que la presa alcance operaciones en 2022”, dijo la firma. Revista Dinero 13 de agosto de 2020.
El gobierno nacional debe también prender las alarmas porque tiene sus ojos puestos en el proyecto Caribe Mar, donde EPM prestará sus servicios de energía a los departamentos de Bolívar, Córdoba y César, es decir, parte de la operación de Electricaribe. Una pelea y bandera de este gobierno que podría empantanarse por la incertidumbre que ronda a EPM. La empresa paisa debe invertir en Caribe Mar, en los primeros 8 años, $10 billones de pesos.
El costo de apagar
Un racionamiento tiene efectos en el bolsillo del país. El racionamiento eléctrico de 1992 y 1993, según los estudios de la época, le costó a la economía entre 2 y 2,5 por ciento del PIB, es decir, entre 16 y 20 billones de pesos de hoy.
Cuando esté terminado
Cuando las ocho turbinas estén en operación continua y estable Hidroituango generará el 27% de la energía de Colombia, es decir, puede abastecer toda la Costa Atlántica.
Hidroituango debe comenzar operación en 2022 para espantar el fantasma del racionamiento.
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