El pasado mes de junio el gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria Correa intrudujo en el Plan de Desarrollo, la creación por parte de la Fábrica de Licores de Antioquia, de una empresa de cannabis medicinal, sugerencia que tomó vuelo en la duma departamental gracias a la propuesta del diputado Luis Peláez, quien la socializó con el gabinete y tuvo gran acogida en el gobierno.
Se trata del cannabis o marihuana legal que se siembra desde hace un par de años en Colombia, luego de la promulgación de la Ley 1787 de 2016, la cual permite el cultivo y fabricación de insumos y productos de esta planta con propósitos medicinales.
La marihuana legal podría alcanzar US$146.000 millones para el año 2025, según un informe de Grand View Research. Una cifra superlativa que debemos acoger por que como lo dice el diputado del Polo, Luis Peláez: “Debemos abrazar la bonanza”.
Países del primer orden orbital han ido más allá y ya tienen una legislación que permite el uso recreativo de la marihuana, el que inició mundialmente fue Uruguay y le siguió Canadá, sociedades modelo que se lucran de la mata y disfrutan un modelo de inclusión y respeto por las libertades.
Un alvarillo es más sano que una pola y como se agita la contienda electoral para elegir Congreso y presidente de la República, es bueno socializar la misiva legislativa para que nuestra nación, acoja la legalización de la cannabis para uso recreativo y eliminar la nociva práctica de perseguir a un canabitero en calle, pero ver como el hampa campea sin ser perseguida.
El estado colombiano podría tener participación del mercado de la cannabis recreativa a través de impuestos a la venta, inclusive participando con una empresa estatal en ese producto.
La bonanza marimbera colombiana entre mediados de los años setenta y mismo periodo de los años ochenta, demostró el potencial de la planta y su incursión en la economía del país y gracias al presidente Alfonso López y su aval de inundar la Sierra Nevada de Santa Marta de Cannabis, llenó de millones de dólares la economía nacional.
El 17 de septiembre del año anterior, el senador de la Colombia Humana, Gustavo Bolívar radicó en el Congreso un proyecto de ley para legalizar el consumo de cannabis recreacional en Colombia, como él lo expresó: ”Diseñar un marco normativo para el cultivo, producción, almacenamiento, transformación, comercialización y uso del cannabis y sus derivados para uso adulto”.
Es un proceso irreversible que pretende emular lo hecho por otros países con positivos resultados, esperemos a ver en que momento se dará en Colombia.
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