«Volver a la adolescencia»: Diarios de Cuarentena

Estuve sentada una vez frente a alguien que lloraba y me miraba disculpándose conmigo con esa mirada triste y desolada. Me dijo “es que no logro entender qué significa todo esto, ¿qué es lo que tengo que aprender?”. Yo aprendí mucho de ese tiempo, aunque no sabría decirlo con palabras. No sabré nunca si se pudo responder a sí mismo esa pregunta, y qué respuesta encontró. Pero lo recordé porque su frase se quedó en mi mente más que las explicaciones de mis amigos o de los psicólogos, acerca de que los tiempos difíciles nos enseñan.

De acuerdo eso, mi yo se pregunta qué es lo que tengo que aprender de todo esto y me parece que esta situación no es como un corte en la vida, sino más bien la prolongación de mis preguntas sobre ella. Y las respuestas vienen a mí y luego se escabullen, las pierdo otra vez o dejan de significar algo.

Y escribir sobre esto me hace recordar más cosas, porque yo siempre estoy recordando. Recuerdo que alguien decía que las personas depresivas le tienen miedo a todo. Miedo a que no funcione, miedo a que funcione… Y me parece que puedo entender un poco porqué los miedos parecen resurgir de donde ya se habían esfumado y acosarme silenciosamente. Pues el futuro se ha hecho un revuelto de incertidumbres y de esperanzas.

Estar aquí me parece un retorno a la adolescencia solitaria e insoportable. La época en que me aterraba salir con las personas y en que pasaba los días en mi habitación estudiando y jugando videojuegos, hablando por videollamada con los otros jugadores. ¿Por qué volver a situaciones que ya uno había superado? ¿Qué cosa me faltó aprender de eso? Supongo, que siempre hay algo más por aprender, o tal vez, también hay preguntas sin respuesta y situaciones sin razón. Mi mamá siempre me repite cuando lloro que “la vida es así” y una voz en mi cabeza la complementa “y eso no puedes cambiarlo”.

Mientras tanto, afuera de mi cabeza y mi embrollo de preguntas y respuestas, la vida sigue. Apruebo cursos en línea, intento nuevas recetas, logro establecerme mejor en mi trabajo en casa… miro por los huecos de la ventana hacia el campo frente a mi casa, el cielo azul radiante y el viento que tanto me gusta sentir y escuchar mueve los árboles. A una parte de mí le da por pensar en esto como una guerra. Una guerra que sucede en otra parte y que tan solo estamos esperando a que nos alcance. Pienso en historias de gente que sobrevivió escondiéndose en las guerras, por años, y me digo, que es solo cuestión de paciencia. ¿Cómo terminan los lugares después de la guerra?

Territorio es todo aquello que le da sentido a la vida de las personas que habitan un determinado espacio geográfico. Territorio es cada uno de los seres que rodean a una persona, por eso después de una guerra los que sobreviven ya no habitan un territorio, a lo mucho un espacio… pero, “basta” me digo, “no hay que ser pesimistas, aquí hay un curso de modelado en plastilina que seguro me hace sentir mejor”, por un ratico.

Por: Diana Gantiva

Edad: 23 años

 

Nota:

En Al Poniente quisiéramos saber cómo ha sido la experiencia de las personas en este tiempo que llevamos confinados en nuestros hogares. Decidimos crear los Diarios de Cuarentena, con la intención de comunicar los sentimientos, sensaciones y experiencias vividas que sentimos en estos momentos insólitos para nuestra especie, a raíz del confinamiento.

Si quieres contarnos cómo ha sido tu experiencia en esta cuarentena, escríbenos tu testimonio al siguiente correo: [email protected]. Estaremos recopilando todos los relatos que nos lleguen. Les pedimos que nos dejen sus nombres, sus edades y el barrio en el que vive. Pero también, si desean, se puede publicar con un seudónimo o anónimamente.

Al Poniente

Al Poniente es un medio de comunicación independiente que tiene como fin la creación de espacios de opinión y de debate a través de los diferentes programas que se hacen para esto, como noticias de actualidad, cubrimientos en vivo, columnas de opinión, radio, investigaciones y demás actividades.