Esto no es un llamado a la rebeldía contra las recomendaciones mundiales para frenar la pandemia, sino algunas palabras que invitan al lector a reflexionar sobre este sector vulnerable, […]también son personas que necesitan sobrevivir y a las cuales el sistema económico no les ha abierto un espacio dentro de él.
Después de declarada la fase III por la pandemia del coronavirus COVID-19, distintas medidas fueron tomadas por los distintos niveles del gobierno mexicano: desde el uso de cubrebocas obligatorio hasta el cierre de mercados, el gobierno ha iniciado una campaña autoritaria a favor de la salud de los mexicanos, evitando la propagación de dicho virus. La califico como autoritaria por atentar contra la libertad individual de cada mexicano, que tendría, en una democracia (como la que se dice existir en México), que respetar la decisión informada de cada persona. Quienes se han visto más afectados y han salido a protestar en distintos puntos del país, son todos aquellos trabajadores informales. Son millones de personas que se han quedado sin sustento económico, aún más si sumamos todos los trabajadores formales, los cuales fueron despedidos por sus empresas para no pagar tiempo de confinamiento; gobiernos como el de la Ciudad de México, han optado por dar “apoyos” (que parecieran limosnas insultantes) para que las personas no salgan de casa, los cuales son insuficientes para poder sobrevivir.
En México, 6 de cada 10 personas trabajan en la informalidad.
Esto no es un llamado a la rebeldía contra las recomendaciones mundiales para frenar la pandemia, sino algunas palabras que invitan al lector a reflexionar sobre este sector vulnerable, que si bien, representa una competencia desleal contra todos aquellos trabajadores que pagan impuestos y, por ende, hacen funcionar la maquinaria burocrática nacional, también son personas que necesitan sobrevivir y a las cuales el sistema económico no les ha abierto un espacio dentro de él.
El ambulantaje genera el 40% del PIB de la Ciudad de México.
Considero que la razón fundamental de que estemos viviendo esta crisis, casi humanitaria, es el fracaso del modelo económico neoliberal en México, que con esa vieja idea de que cuando la copa del empresario millonario se llenara, empezarían a gotear las riquezas para todos, nos convenció de un estilo de vida que no es posible pagar para muchos, en un país tercermundista, subdesarrollado en todo sentido. Por lo que urgen políticas públicas eficientes, sin dejar a un lado los apoyos gubernamentales que caracterizan a este gobierno, para sacar de la informalidad a todas estas personas, garantizando un verdadero estado de bienestar generalizado.
Son necesarias, urgentemente, políticas nacionales para no incrementar la crisis económica causada por la lucha autoritaria contra el coronavirus.